Análisis de Iron Man (NDS)
La factoría Marvel ha conseguido, en lo últimos años, acaparar las carteleras de los cines con un montón de adaptaciones al celuloide de las aventuras de sus grandes personajes superheroicos. En los últimos años, han pasado por la gran pantalla (olvidándonos de adaptaciones anteriores, para así poder reducir un poco el abanico de producciones) grandes héroes como Spiderman, Hulk, Daredevil, Los Cuatro Fantásticos o The Punisher, entre otros (recordemos que Batman y Superman pertenecen a otra gran franquicia comiquera estadounidense: DC Comics).
En esta ocasión, en una nueva superproducción hollywoodiense, el protagonista de la acción es Iron Man, si bien uno de los personajes más controvertidos de la factoría, debido a la ausencia de superpoderes del personaje, el cual consigue todas sus habilidades gracias a un traje tecnológicamente casi perfecto, no por ello menos digno de una adaptación al cine, dada su fama otorgada, sobretodo, gracias al hecho de pertenecer durante muchos años a un súper-grupo de tanto renombre como Los Vengadores, protagonizando junto a estos algunas de las aventuras más importantes del Universo Marvel.
La película, ciertamente, ha tenido un éxito merecido, pues aparte de ser una producción espectacular donde las haya (algo a lo que las últimas producciones basadas en historietas de cómic ya nos tienen bastante acostumbrados), es de una realización excelente tanto a nivel narrativo como visual. Por tanto, cabría, como mínimo, esperar que la adaptación a videojuego fuera, como mínimo, de una calidad proporcional a la del filme. Pues bien, como hemos visto ya en otras ocasiones, una gran película no siempre viene seguida de una buena adaptación a videojuego, y viceversa.
En este caso, nos encontramos con la primera premisa en una adaptación bastante libre del filme que, si bien tiene algunos puntos a su favor (fuera de tratarse de una franquicia con atisbos de convertirse en otra magna saga de producciones cinematográficas), como el aprovechamiento de las características técnicas de la portátil de doble pantalla en el control del personaje, su mediocre aspecto gráfico, su elevadísima dificultad y el caos envolvente durante las escenas de acción de la partida (que son, prácticamente, todas) hacen de él un juego poco agradecido y que dejará a más de uno con un regustillo amargo en la boca…
Argumento y manejo del juego.
Iron Man nos mete en la piel de Tony Stark, grandísimo científico e ingeniero armamentístico de grandes dotes, quien, bajo una armadura dotada de un armamento avanzadísimo y habilidades extraordinarias, y tras escapar de un secuestro a manos de una organización terrorista, decide destruir todas las armas creadas anteriormente por su empresa, aunque esto signifique enfrentarse a todos sus antiguos clientes: milicias, ejércitos y terroristas nos esperan, armados hasta los dientes, en una legendaria cruzada de un solo hombre. Y ese hombre somos nosotros, los protagonistas de la historia en cuestión.
Es de agradecer que los desarrolladores del juego hayan seguido derroteros bastante diferentes a los que podemos ver en la película, ya que, de esta manera, el argumento de la misma no nos será, en absoluto, desvelado (quitando el hecho de que Tony Stark sea Iron Man, hecho que creemos que es de dominio público). Aún así, en ocasiones el juego no tiene nada que ver con la película y, la verdad, adolece de demasiada repetición en sus preceptos. La verdad es que, ya que se ha optado por hacer una versión libre del argumento del filme, podrían haber dotado al juego de mayor número de modalidades o de diferentes opciones en la aventura.
Iron Man no deja de ser un "mata-mata" de los de toda la vida, en el que deberemos de enfrentarnos a niveles tanto caminando por el terreno como sobrevolando los niveles aéreos. Es una lástima que ambas modalidades queden restringidas a partes determinadas del nivel, sin poder elegir en una misma zona si queremos ir volando o si queremos, por el contrario, caminar por tierra. Nos enfrentaremos, fundamentalmente, a tanques, helicópteros y demás vehículos de guerra, además de fortalezas antiaéreas o torretas armadas hasta los dientes, en las escenas en el aire. Por otra parte, cuando caminemos por el suelo, nuestro enemigos serán soldados del ejército enemigo, torretas de defensa y poco más. Eso sí, en un número ingente, siendo, en ocasiones, quizás excesivamente superiores en número.
Si bien es cierto que Iron Man se autodenomina como "un ejército de un solo hombre", la dificultad del juego resulta excesiva a las pocas horas de haber comenzado el juego. A pesar de que el juego en sí no es excesivamente largo, su dificultad nos dará más de un quebradero de cabeza en algunos de los niveles más avanzados, debido al número de enemigos que nos atacarán simultáneamente, con una potencia de fuego, en ocasiones, exagerada, como es el caso de los cañones de iones. El juego irá intercalando escenas narrativas con el desarrollo de las misiones en sí, esto es, la acción del juego. Una vez hayamos superado una misión, podremos volver a realizarla las veces que queramos, pudiendo superar nuestras puntuaciones y acabar con todos los enemigos de cada nivel, en caso de que en ocasiones anteriores no hubiéramos podido hacerlo.
Controlaremos a nuestro personaje, tanto por tierra como por aire, mediante la cruceta de control, en lo que respecta al movimiento del mismo sobre el terreno de juego. La acción del juego la veremos en la pantalla superior de la consola, mientras que la pantalla táctil nos servirá para controlar las habilidades de Iron Man. Dispararemos nuestros rayos repulsares apretando con el lápiz táctil en la zona de la pantalla inferior correspondiente a la dirección en la que queramos dirigir nuestro rayo. Además, contaremos con dos pulsadores a un lado y otro de la pantalla inferior, correspondientes a los misiles y al mono-rayo que sale del pecho de la armadura de nuestro personaje, uno de los ataques más poderosos del juego.
Los misiles los lanzaremos pulsando sobre el correspondiente icono en pantalla y, mediante la función de auto-apuntado de los mismos, éstos se dirigirán solos al objetivo seleccionado (que, por otro lado, si nos mantenemos en movimiento, irá cambiando con nuestros desplazamientos, lo que puede hacer un poco complicado el acertar sobre un objetivo determinado en medio de una batalla, mientras al mismo tiempo esquivamos el fuego enemigo). El mono-rayo lo lanzaremos una vez hayamos recargado la correspondiente barra de energía, y una vez lo disparemos, no podremos desplazar a nuestro personaje sobre el terreno (aunque sí rotarlo sobre sí mismo).
Por último, contaremos con una habilidad especial que nos permitirá lanzar una descarga electromagnética de gran alcance, que dejará inservibles todos los vehículos enemigos durante unos segundos. Una vez acabemos cada misión del juego, podremos adquirir mejoras para nuestra armadura, pudiendo reducir los tiempos de carga de las habilidades más poderosas de nuestra armadura, aumentar nuestra velocidad de vuelo o la potencia de nuestros rayos repulsares, etc.
Apartado técnico.
En lo que respecta al grafismo del juego, sinceramente, deja bastante que desear. Tanto los personajes como los vehículos del juego se parecen demasiado entre sí, aparte de ser de un tamaño demasiado pequeño como para poder ser gratos a la vista. Por otro lado, las gamas de colores del título no parecen salir de los tonos grises y marrones (está bien, la mayor parte del juego se desarrolla en el desierto, pero… ¿no podría haberse tratado el color con mayor cuidado?) y los escenarios son más bien sosos, debido a que carecen de elementos definitorios interesantes, están prácticamente vacíos (a excepción de la miríada de enemigos que nos aparecerán en pantalla) y, debido a esto, nos causarán en más de una ocasión la sensación de estar perdidos en medio de la nada. Menos mal que en la pantalla inferior contaremos con un pequeño radar, en el que podremos ver adónde dirigirnos en caso de vernos desorientados.
Por otro lado, la música del juego no está mal, aunque los temas orquestales del mismo no se oyen con la calidad que desearíamos en los pequeños altavoces de nuestra consola. Los efectos de sonido son más bien regulares, a excepción de las voces de algunos personajes del juego, que podremos oír con una calidad notable en algunos momentos de la acción del juego.
Es una lástima que no se haya tenido en cuenta para nada la posibilidad de incluir un modo multijugador en el título. El hecho de que Iron Man haya utilizado varias armaduras desde el momento en que Tony Stark fuera secuestrado (y que serán reproducidas, más o menos, durante la acción del juego), podría haber dado pie a algún tipo de juego cooperativo o, como mínimo, a un enfrentamiento en algunos de los escenarios del juego. Pero, por lo visto, en ese sentido los desarrolladores sí han querido seguir el argumento del film al pie de la letra: en principio, Iron Man sólo hay uno, y aunque existan algunos guiños a Máquina de Guerra en el film, este personaje no ha hecho su aparición en escena… de momento.
Conclusiones.
Iron Man es un juego de acción bastante mediocre para la portátil de Nintendo. Es una lástima, porque prometía, debido al aprovechamiento que hace de la pantalla táctil en el control del personaje, y al carismático personaje que lo protagoniza. Aún así, flojea mucho en el aspecto gráfico y no es lo suficientemente divertido para enganchar al jugador por demasiado tiempo. Repetitivo y difícil: así es, lamentablemente, el Iron Man de Nintendo DS.