Análisis de Shadowgun (iPhone)
La serie de Epic Games Gears of War ha supuesto un punto de inflexión dentro del género de acción en tercera persona. Su sistema de coberturas, su frenético desarrollo y, por supuesto, sus gráficos depurados hasta el más mínimo detalle hacen de él una joya entre los seguidores del género. A partir de aquí, muchos desarrolladores han intentado plasmar la idea del título de Epic en sus propias creaciones dándole una vuelta de tuerca, siendo algunos juegos buenos y otros, no tanto. ¿Por qué hacemos referencia al galardonado Gears of War si estamos analizando un videojuego para los dispositivos de iOS? Pues, precisamente, porque Shadowgun, el juego que hoy nos ocupa, es una clara inspiración de la serie llevada a la plataforma de Apple.
Shadowgun es, como muchos usuarios dirían, un clon en muchos aspectos de la obra anteriormente mencionada. El desarrollo es exactamente el mismo: un videojuego de acción en tercera persona con una jugabilidad depurada y un sistema de juego que engancha desde el primer momento.
Lo ideal de Shadowgun es que se ha convertido en el juego con mejores gráficos -hasta la fecha- de iPhone e iPad, y este detalle acapara mucho la atención. Pero adentrémonos en este peculiar mundo de balas perdidas.
La historia tiene lugar en un futuro bastante lejano, donde las multinacionales intergalácticas se han apoderado de gran parte de la legislación y contratan a cazarecompensas para hacer el trabajo sucio y así aumentar su poder. Nosotros encarnaremos a uno de estos soldados del espacio, cuya misión no es otra que capturar un científico loco que se ha atrincherado en una fortaleza donde el peligro está más que asegurado. El argumento no es uno de los puntos más fuertes del videojuego, ya que en este género se cuida más la jugabilidad, no obstante, la historia es coherente y cuenta con un doblaje bastante convincente, aunque sea en inglés -con subtítulos, eso sí-. A partir de esta ligera presentación, donde nos estrellaremos en la fortaleza del maquiavélico científico, comenzaremos a repartir balas a diestro y siniestro contra los enemigos que nos vayamos encontrando.
Madfinger Games, desarrolladores de este Shadowgun, han hecho un trabajo extraordinario trasladando el concepto de videojuego de acción en tercera persona a las pantallas táctiles de Apple. Con el pulgar izquierdo controlaremos la dirección de John, nuestro protagonista, mientras que con el derecho tendremos la posibilidad de controlar la cámara, apuntar, disparar y recargar el arma. Al principio puede ser un poco complicado, sobre todo si no hemos jugado a ningún juego del género en una plataforma de pantalla táctil, pero tras las primeras oleadas enemigas el juego cae rendido a nuestras manos, convirtiéndose en una de las experiencias de juego más divertidas vividas de la plataforma iOS.
Cada pantalla cuenta con un buen puñado de enemigos, algún que otro puzle en el que tendremos que utilizar la interfaz del juego para completar -como por ejemplo repetir una secuencia numérica-, así como objetos escondidos que desbloquearán extras en el menú principal de la obra. A medida que vayamos superando niveles la dificultad irá aumentando, y veremos como enemigos de gran tamaño aparecen como reclamo al final de algunas fases. El diseño de éstas es bastante lineal, todo sea dicho, y lamentablemente puede llegar a cansar al jugador tras las primeras horas de juego, ya que todo se resume en cubrirse, disparar y recargar, mayoritariamente.
Este último detalle no implica que la obra sea mala, ni mucho menos, pero no es lo suficientemente variada como para alzarse como una obra maestra, y más teniendo en cuenta la falta clara de modos de juego más allá de la historia principal. Si bien es cierto que cuenta con un apartado gráfico brillante al tratarse de la plataforma de Apple, Shadowgun rebajaría bastante los puntos -como producto final- si se lanzase en las videoconsolas de sobremesa. Como decíamos, la obra muestra unos diseños tridimensionales que, sin duda, darán que hablar entre las demás desarrolladoras. La cantidad de enemigos en pantalla -en las últimas fases, sobre todo- es digna de mención, así como la calidad de las texturas y efectos tales como explosiones. La física también juega un papel a favor, pudiendo ver cómo los enemigos caen coherentemente si les disparamos en las piernas en vez de en la cabeza, por ejemplo.
Otro punto a favor de Shadowgun es su apartado sonoro. La banda sonora de la obra cuenta con un buen puñado de pistas donde las guitarras y la batería son las auténticas protagonistas, causando tensión en el ambiente desde los primeros encuentros con enemigos. Pero donde realmente podemos apreciar el buen hacer de la desarrolladora es en los efectos de sonido, muy superiores a los de la media. Es altamente recomendable jugar a la obra con unos buenos auriculares, pues aumentará la experiencia de juego hasta límites insospechados.
Por último, cabe destacar que Shadowgun cuenta con un modo historia que puede durar entre las cinco y siete horas, en función de nuestra destreza con la obra y la dificultad que le hayamos puesto a la aventura. Existe también una lista de logros que aumentará las horas de juego, pero desgraciadamente carece de modo multijugador, a la espera de que la desarrolladora se pronuncie al respecto. Con todo, la obra se presenta como una de las imprescindibles del mes, y si somos seguidores del género, uno de los mejores juegos que han aparecido en la App Store.