Análisis de Baten Kaitos (GameCube, NDS)

En un mundo donde el mar y la tierra son sólo viejas leyendas del pasado, tiene lugar una aventura épica que mostrará a sus protagonistas quiénes son en realidad.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
9
SONIDO
9.7
NOTA
9.3
DIVERSIÓN
9
JUGABILIDAD
9
Análisis de versiones GameCube. La versión o versiones NDS todavía no salen.

Monolith Software es un grupo estrictamente joven, responsable de los inéditos en Europa Xenosaga para PlayStation 2, formado en 1999 por los creadores del estupendo Xenogears (un juego para PlayStation que tampoco vimos por estas tierras), cuando trabajaban para SquareSoft. Es, por tanto, una desarrolladora joven, pero con más solera de la que parece en realidad, y que es actualmente subsidiaria de Namco. En definitiva, no es un grupo de inexpertos que prueban suerte en GameCube aprovechando que la competencia de juegos de rol es bastante más reducida que en PS2; nada más lejos de la realidad. Quizás por eso han buscado ofrecer un producto atípico que se aleja en más de un aspecto de la tónica general que ha ido empapando a todo el género de los juegos de rol.

PUBLICIDAD

El vientre de la ballena
El título del juego es de origen árabe, y hace referencia a una estrella de la constelación de Cetus (que en latín significa cetáceo), aunque también se la conoce como "el monstruo marino". Esta constelación está compuesta por cuatro estrellas: Menkar, que es su cabeza; Mira, que es el cuello; Deneb Kaitos, que es la cola y Baten Kaitos, que es el cuerpo. Esta última estrella, que es la más débil de todas, es conocida también como Zeta Ceti, y quiere decir en árabe "el vientre de la ballena".

El título, pese a lo que pueda parecer, no es baladí ni responde a un gusto desmedido por los galimatías, pues tanto las ballenas como las estrellas serán elementos capitales en el desarrollo del juego. Pero eso es algo que tendrás que descubrir acompañando a Kalas, Xelha y los demás a lo largo de la larga aventura que propone este juego.

Tú eres un espíritu protector que acompaña al joven Kalas; esto tan atípico es algo normal en Mira, la tierra de los sueños, que es de donde proviene este chico a veces demasiado intrépido que nació con una única ala. La relación que vayas estableciendo con él a lo largo del juego será muy importante, ya que si el grado de confianza entre ambos no es lo suficientemente elevado, las posibilidades de victoria se reducirán considerablemente. Por suerte, este es un aspecto que se va introduciendo poco a poco, de manera muy suave, durante la primera hora de juego, de manera que vayamos entendiendo que nosotros no tomamos el papel del protagonista, sino que simplemente somos un acompañante más... etéreo, sí, pero con relevancia en determinados momentos.

Así pues, tú y Kalas no tardaréis demasiado en encontraros con Xelha, una chica misteriosa, que se convertirá en la segunda gran protagonista del juego. Sobra decir que no serán los únicos personajes, y poco a poco se irá formando un grupo de aventureros digno de tener en cuenta. Además, cada personaje tiene sus propias motivaciones, e incluso el propio Kalas se mueve ante todo por la sed de venganza que le hace perseguir a Giacomo, el asesino de su familia. El vídeo que hace las veces de presentación del juego, una estupenda secuencia de imágenes creadas por ordenador, sirve de presentación de todos los grandes personajes del juego, y nos anuncia algunos momentos que serán importantes... es, en cierta medida, un tráiler del juego.

Sin embargo, una vez metidos en materia, la verdad es que los vídeos no son ni mucho menos un eje narrativo, ya que se puede decir que todo el juego ha sido creado íntegramente con el motor del juego. Incluso la introducción real (es decir, la que nos pone en antecedentes sobre Kalas) está creada con el motor del juego, en color sepia, y con un estilo que nos recuerda bastante a la que muchos consideran la época dorada de los juegos de rol japoneses: la era de las 16 bits. Y es que Monolith Software ha recurrido a los escenarios prerrenderizados en dos dimensiones, y sobre ellos ha colocado a todos los personajes tridimensionales, como se hiciera en varios títulos clásicos de la primera hornada para las 32 bits. Quizás estemos transmitiendo de que el juego es desfasado técnicamente, pero ni mucho menos.

Al haber recurrido a este sistema para presentar el desarrollo del juego, han conseguido crear unos escenarios imposibles de otro modo que destacan por su belleza plástica, siendo algunos sorprendentes, como la ciudad fantasma de Mira. Además, los escenarios están salpicados de efectos de iluminación, planos de animación, detalles... convirtiéndose, así, en un lujo para nuestros ojos. Los personajes están diseñados de manera muy acertada, aunque el movimiento se nota algo lento, sobre todo con respecto a la versión para el sistema de televisión NTSC. El juego no incluye la siempre agradecida y necesaria opción de jugar en nuestros televisores a 60Hz, y debido a la adaptación realizada en la conversión a nuestro territorio el juego ha perdido velocidad.

Pero debemos insistir, cosas de las tendencias actuales, en esto: si eres uno de esos sinsustancia que mide la calidad de un videojuego (sobre todo si es una aventura o juego de rol) por la extensión de sus vídeos animados por ordenador (los llamados FMV o escenas CGI), simplemente olvida Baten Kaitos y compra el DVD de Los Increíbles. En ocasiones sorprende cómo este tipo de cosas, que no deberían ser sino accesorias, se convierten en eje fundamental. Y lo cierto es que Monolith Software, todo sea dicho, se ha prodigado (paradójicamente) con la sobreproducción de vídeos hasta el paroxismo en las dos entregas de Xenosaga... de manera que Baten Kaitos es un ontrapunto bastante notable a esa tendencia.

La esencia magna
El juego gira en torno a unas cartas llamadas Magnus. Estas cartas capturan la esencia de las cosas, y sirven para todo. Pueden ser armas, escudos, alimento e incluso agua o fuego, por poner tan sólo algunos ejemplos. Y es que en este título no llevaremos objetos de ningún tipo, salvo Magnus. De este modo, los combates contra las criaturas salvajes y enemigos se realizan con un sistema de cartas, algo que no suele traspasar las fronteras niponas. Esta variante de los juegos de rol con combates por turno está bastante extendida en Japón, pero a Europa (e incluso Estados Unidos) los títulos que se basan en este sistema de juego son una grandísima excepción, lo que les ha ido creando cierta fama de sosos, lentos y difíciles.

Sin entrar a discutir si esta reputación es merecida, debemos señalar que los combates de Baten Kaitos son de un dinamismo sorprendente. En el turno de ataque debemos seleccionar cartas de nuestra mano (tendremos más variedad cuanto más hayamos evolucionado a nuestros personajes) que sean de ataque, o bien optar por recuperar energía usando algún objeto o alimento, por ejemplo. Podremos seleccionar varias cartas, y causaremos daño extra si hacemos parejas o tríos o bien escaleras (ascendentes o descendentes) con la valencia de las cartas. Puede parecer algo complicado, pero la sensación de estar perdido y no saber muy bien qué hacer se supera tras dos o tres combates, ya que por suerte los primeros enemigos son muy asequibles. En el turno de defensa tendremos que ser muy rápidos y seleccionar las cartas apropiadas antes de ser atacados para reducir el daño; al igual que en el ataque, las parejas o tríos y escaleras ayudan a inclinar la balanza a nuestro favor.

A esto debemos añadir otro componente estratégico esencial: los elementos. Algunas cartas Magnus están asociadas a los elementos, y estos funcionan por opuestos, de manera que el fuego neutraliza (en defensa) o causa mayor daño (en ataque) al agua; la luz a la oscuridad; y el viento al tiempo (llamado cronos en el juego)... y, por descontado, sucede lo mismo al contrario en cada uno de los casos. Poco a poco iremos dominando estas variables y percibiremos cómo la tabla que tras cada turno nos muestra el daño, el nivel de defensa, y toda la información imaginable ralentiza un poco el ritmo de los combates, pero basta pulsar el botón A para que no esté ni un segundo en pantalla; en definitiva, nada importante.

Con estas variantes más o menos bien asimiladas, nuestras posibilidades de victoria se incrementarán exponencialmente, ya que la productividad de nuestras cartas será superior a la normal y quizá nos ahorremos exponernos ante el enemigo sin posibilidad de responder al apurar nuestras posibilidades y no tener que barajar el mazo de cartas al agotarlas todas. Claro está, los combates también se van haciendo más complejos, y habrá que ser capaz de estar atento y prever las cartas que necesitaremos. Estas cartas se integran totalmente en el desarrollo de la historia, pero de manera pausada, ya que el juego nos sitúa después de que Kalas haya tenido un pequeño incidente y no recuerde ciertas cosas.

De hecho, las Magnus son tan importantes que tan sólo con cinco cartas especiales se consiguió derrotar y confinar, hace mucho tiempo, al dios del caos Malpercio. Pero parece que ahora se acercan tiempos oscuros y con ellos incluso los cinco continentes, que representan a su vez a cinco cetáceos mitológicos, corren peligro de desaparecer, pues ya en la ancestral batalla contra el dios maligno tanto la tierra firme como el océano fueron destruidos, y los habitantes del mundo debieron vivir en los cielos, en los continentes flotantes.

Los tipos básicos de Magnus son de combate, de campo (a diferencia de las anteriores, se gastan), de equipamiento (exclusivos para cada personaje, y sólo se puede llevar una al mismo tiempo), y las multiusos, que son cartas en blanco sobre las que capturamos la esencia magna de las cosas; al usarlas, quedan en blanco de nuevo. Como ya hemos indicado, en combate es esencial la valencia de las Magnus, un número que va del 1 al 9 y que sirve para conseguir bonificaciones y potenciar nuestro ataque o nuestra defensa. Además, avanzado el juego, podremos conseguir cartas con varias valencias, por lo que la combinatoria aumentará. Tenemos también las Magnus que cambian cuando están en el mazo o la reserva, como pueden ser las plantas, o el alimento (en ocasiones, a peor) e incluso el hielo se puede derretir y convertirse en agua mientras lo tenemos en una Magnus.

Más sorprendente puede ser el ejemplo de la leche, que puede convertirse en queso si pasa el tiempo necesario. Lo que abre todo un mundo de posibilidades es el probar combinaciones entre cartas, para modificarlas y obtener nuevos objetos o mejorarlos (por ejemplo, combinando un pez y fuego). Es también importante insistir en que las cartas que cambian pueden ver modificada su utilidad: unos plátanos verdes son un arma; maduros recuperan puntos de vida; el bambú tierno es alimento, pero maduro es un arma. Y estos son sólo unos pequeños ejemplos: hay muchas posibilidades para investigar en cada mazo. Hay que señalar que la cantidad de Magnus multiusos que obtengamos será bastante limitada, así que habrá que pensar bastante bien qué esencia de qué cosa capturamos, ya que su uso es esencial para avanzar en el juego y resolver multitud de misiones y puzzles.

Paparazzi, qué remedio
En el mundo de Baten Kaitos no obtenemos monedas ni nada al derrotar a los enemigos, salvo, quizá, algunas Magnus con objetos. Pero el vil metal hay que ganárselo haciendo fotografías a las criaturas con las que nos vamos encontrando. Para ello deberemos usar la Magnus de la cámara fotográfica, y tener en cuenta el nivel de iluminación (podremos usar ataques oscuros para reducirla o de luz para aumentarla). Sin embargo, obtener estas cartas fotográficas no implica beneficio directo, ya que hay que esperar a que se revelen correctamente (tardan un tiempo determinado, y alcanzan su valor máximo sólo al haber adquirido todo el color) y venderlas.

Algo similar ocurre a la hora de subir de nivel, ya que aunque ganamos puntos de experiencia al derrotar enemigos, los personajes no suben de nivel automáticamente. Hay que recolectar puntos de experiencia, y posteriormente ir al Templo (accesible desde los puntos para salvar la partida de color azul; los rojos sólo permiten salvar, a secas) y rezar. A partir de ahí nos sale la opción de subir de nivel o subir de clase, aunque para eso hará falta tener una Magnus especial.

Estas peculiaridades, que lo alejan del desarrollo de los personajes prototípico, obligan a plantear una estrategia algo diferente. Quizás al principio cueste hacerse a estos rasgos, pero una vez nos hemos metido en materia, todo se desarrolla de manera natural. Además, a lo largo de la extensa aventura (acabar el juego y realizar todas las aventuras secundarias puede llevar más de 60 horas; la historia principal ha sido estimada, por su parte, en unas 40) tenemos tiempo de sobra para ir cogiéndole el tranquillo a todas estas cositas que le dotan de su estilo de juego particular y tan fresco.

Hay que decir que al ir mejorando a nuestros personajes, no sólo aumentan sus puntos vitales, resistencia, fuerza y demás, sino también el número de cartas que puede tener en una mano, la capacidad del mazo, y las cartas que puede usar en cada turno, por lo que es muy importante acordarse de ir subiendo a los personajes de manera equitativa y regularmente, ya que el juego hace que nosotros seamos los únicos responsables de esa materia.

Como era deseable, en una historia tan larga los giros de guión y el desarrollo de personajes, aunque fiel a una serie de tópicos establecidos (o enquistados, según) aporta variedad y va conformando todo un planteamiento que se desgrana magistralmente a lo largo de las horas de juego. Puede parecer, cuando vamos conociendo al grupo protagonista, que son personajes planos, algo insulsos, pero poco a poco iremos viendo que no es así, descubriendo matices y sus motivaciones, creando un vínculo entre el jugador y ellos de manera que nos atrape la historia hasta llevarnos a los créditos del juego.

Además, la variedad de escenarios es inmensa, destacando, como ya habíamos dicho, la magnífica dirección artística que impregna a todo el juego, con lugar llenos de vida y pequeños detalles que los convierten en tan verídicos como hermosos. La música, cómo no, brilla a un gran nivel, con melodías que acompañan en todo momento a la acción y a la narración; al fin y al cabo, no podía esperarse otra cosa de Motoi Sakuraba, que ha compuesto para Camelot, tri-Ace, tri-Crescendo (es decir, Monolith Software) y el Tales Studio de Namco, además de para películas, series de televisión y demás.

Algunos juegos para los que ha compuesto música son Valkyrie Profile, toda la saga Star Ocean, la serie Tales of, los Golden Sun, los Mario Golf y Mario Tennis, varios Shining Force y un larguísimo etcétera. Simplemente, magistral Las voces, en inglés, por su lado no son precisamente un prodigio, ni en interpretación ni en calidad de audio, pero hacen sus apariciones en los momentos más destacados del juego y cumplen con su cometido siendo, eso sí, el punto más negativo de todo el conjunto audiovisual. Cabe señalar, eso sí, que la traducción es excelente, por lo que el conjunto es más que sobresaliente.

Conclusiones
Baten Kaitos es un juego largo, tremendamente entretenido y quizás una de las mejores experiencias jugables que el género ha dado en los últimos tiempos que, en esta ocasión, es exclusiva para la consola doméstica de Nintendo. Ha llevado bastante tiempo su llegada a Europa, y no contamos con la opción de 60Hz, pero poder disfrutar de una aventura épica como ésta en nuestro idioma (más siendo un juego de rol basado en cartas) no es algo tan habitual como desearíamos.

Pero no nos confundamos: Baten Kaitos no destaca porque haya pocas opciones de calidad en nuestro mercado, sino porque simplemente es un gran producto que dará horas y horas de diversión a todos los que se decidan a probarlo. Su sistema de combates no debe echar atrás a nadie: es sencillo y dinámico, muy ágil, pero al mismo tiempo resulta profundo y lleno de posibilidades que explorar gracias a las más de 1000 Magnus que se pueden encontrar. El sistema de juego es muy sólido y divertido, y artísticamente derrocha calidad por todos lados, lo que se complementa con una historia apasionante y unos personajes llenos de carisma.

Últimos análisis

STALKER 2 - Análisis
STALKER 2 - Análisis
Análisis
2024-11-20 15:00:00
GSC Game World lanza por fin una de las secuelas más esperadas que llega después de un desarrollo tortuoso para volver a enfrentarnos a los peligros y lo tétrico de La Zona.
Warcraft I: Remastered - Análisis
Warcraft I: Remastered - Análisis
Análisis
2024-11-19 16:24:00
Blizzard remasteriza las dos entregas originales de Warcraft y actualiza Warcraft 3 Reforged con importantes novedades.
Is this Game Trying to Kill Me? - Análisis
Is this Game Trying to Kill Me? - Análisis
Análisis
2024-11-19 09:03:28
Una entretenida aventura en la que todo intenta matarnos y que nos invita a resolver puzles en un juego dentro del juego.
AWAKEN - Astral Blade - Análisis
AWAKEN - Astral Blade - Análisis
Análisis
2024-11-18 09:17:00
China Hero Project nos trae un nuevo entretenido, aunque algo sencillo, indie con acción 2D, plataformas y un ligero toque 'metroidvania'.
Starship Troopers: Extermination - Análisis
Starship Troopers: Extermination - Análisis
Análisis
2024-11-16 11:53:00
La Federación y los bichos luchan de nuevo en un juego de acción en primera persona que, pese a sus buenas ideas, no termina de brillar ni funcionar en casi ningún apartado.
Empire of the Ants - Análisis
Empire of the Ants - Análisis
Análisis
2024-11-15 08:54:00
Tower Five nos permite encarnar a una hormiga para vivir una original y bonita aventura que hace de su variedad de misiones su principal fortaleza.
Género/s: JRPG / Rol
PEGI +12
Plataformas:
GameCube NDS

Ficha técnica de la versión GameCube

ANÁLISIS
9.3
  • Fecha de lanzamiento: 1/4/2005
  • Desarrollo: Namco
  • Producción: Namco
  • Distribución: Nintendo
  • Precio: 59.95 €
  • Jugadores: 1
  • Formato: 2 GOD
  • Textos: Español
  • Voces: Inglés
COMUNIDAD
8.84

Baten Kaitos para GameCube

251 votos

Ficha técnica de la versión NDS

  • Fecha de lanzamiento: Año 2008
  • Desarrollo: Namco
  • Producción: Namco
COMUNIDAD
8.61

Baten Kaitos para Nintendo DS

23 votos
Se añadirá al ranking en la próxima actualización diaria.
Flecha subir