Análisis de Toy Commander (Dreamcast)
Introducción:
A algunos les parecerá bueno y a otros malo, pero de lo que no hay duda es que Toy Commander es uno de los juegos más originales que han salido para consola últimamente. El planteamiento es sencillo: En una casa, tú eres un niño llamado Guthy, que tendrás que ir de habitación en habitación resolviendo varias misiones controlando a tus juguetes. Estas misiones son de varios tipos, pero fundamentalmente bélicas. Lo peculiar que tiene este juego, que ya habréis adivinado por el título, es que todos los personajes del juego, el mundo y las misiones están protagonizadas por juguetes. Juguetes que os recordarán muchos a los que hay en la vida real.
Las misiones serán principalmente bélicas, aunque habrá algunas especiales como una carrera de aviones o bólidos, por ejemplo. Hay una gran cantidad de misiones para pasarse y luego hay que batir el tiempo record para conseguir acabarse el juego de forma completa, lo cual hace al juego bastante largo.
Las 64 misiones difieren bastante entre sí, por lo tanto no os va a resultar monótono, aunque en alguna que otra os podéis quedar enganchados.
Entre nuestro repertorio de vehículos (que pueden ser varios en una misma misión) están dos aviones, un camión, un jeep, un helicóptero y hasta 35 vehículos que se sumarán por el camino, el armamento del que dispondréis serán ametralladoras, misiles y bombas principalmente. Las ametralladoras son petardos de pólvora, los misiles lápices (puedes potenciarlos a bolis) y las bombas gomas de borrar. Entre los enemigos estarán los tanques de juguete, submarinos de juguete, torretas lanzadoras de lápices explosivos, hombrecillos de juguete, peluches gigantes escupidores de fuego...
El juego ofrece un modo multijugador con posibilidad de hasta 4 jugadores simultaneos, así que si tenéis ganas de diversión en compañía ya sabéis...
Gráficos:
Los gráficos del juego son correctos, sin ser una maravilla de la técnica ni ser malos, simplemente cumplen. Los objetos están bien realizados, bien animados, sin más. No es un aspecto que destaque, pero tampoco decepciona., además, tiene gran fluidez y en modo multijugador no se pierde detalle, ni velocidad.
Sonido:
La ambientación sonora del juego está bien hecha, va acorde con los gráficos, y combinada con ésta la atmosfera del juego es perfecta, como si estuviésemos en un mundo de juguetes. Un aspecto, aunque no brillante, conseguido.
Jugabilidad:
Éste es, junto a la diversión, el mejor aspecto del juego. El juego es muy jugable, te harás con el control de éste a la primera y una vez que lo domines gradualmente irás pasando las misiones con mayor o menor dificultad. Los juguetes responden a la perfección al mando, y la dificultad del juego es media.
Diversión:
La diversión es grande y durarera. Te divertirás durante horas en las 64 misiones, y luego intentando superar los tiempos record de la máquina para conseguir secretos. Es muy adictivo y no cansa fácilmente. Y además, es muy original.
Conclusión:
Realmente éste es un juego raro, pero merece la pena comprarlo por su gran durabilidad y diversión, además del modo multijugador. A no ser que te gusten los juegos típicos y odies todo tipo de innovación, este juego te gustará.