Análisis GetsuFumaDen: Undying Moon, un roguelike 2D de Konami (Switch, PC)
Konami está recuperando, aunque sea lentamente, el desarrollo de juegos. Al margen de sus polémicas iniciativas –NFT- y las colecciones de clásicos, como las colecciones de Castlevania, tenemos la apuesta arriesgada de eFootball 2022 –que no empezó con buen pie precisamente- y el exitoso Yu-Gi-Oh! Master Duel. Hay otro título que se ha puesto a la venta estos días en Nintendo Switch y PC, GetsuFumaDen: Undying Moon, una secuela de la aventura de plataformas y acción Getsu Fūma Den que debutó en 1987 para NES. La nueva entrega respeta algunos aspectos jugables de aquel título pero añade un toque roguelike que tanto gusta en la actualidad.
Acción ukiyo-e
Es curioso que Konami se haya decidido, de entre todas sus licencias, rescatar un juego que se lanzó exclusivamente en Japón. No era un mal título y de hecho el desarrollo podía recordar a Castlevania 2 o Teenage Mutant Ninja Turtles de NES, pero en Occidente es poco menos que desconocido. En cualquier caso GetsuFumaDen: Undying Moon se puede disfrutar completamente como un juego independiente y su punto de partido no podría ser más sencillo que el de un guerrero –y más adelante un personaje femenino desbloqueable- que debe enfrentarse a hordas de yokai cuando los monstruos regresan de su exilio a los 1000 años. Es una lástima que el juego no profundice mucho más, pero realmente tampoco tiene muchas pretensiones para contar una historia.
En los aspectos jugables tenemos un juego de acción 2D bastante clásico –mismamente, como Castlevania- que moderniza la fórmula con un desarrollo roguelike: cada vez que morimos, volvemos al mundo central para emprender de nuevo nuestro viaje. Comenzamos con una katana, pero los mapas –ligeramente enrevesados- incluyen un montón de botín para cambiar nuestro estilo de juego a gusto; la espada es nuestra arma estándar y se basta para la mayoría de situaciones, pero hay opciones con mayor alcance y otras que compensan sus ventajas con ataques más lentos. Cuando la situación se complique repetirás con intención de conseguir mejoras permanentes en el protagonista o las diferentes armas principales y secundarias, un grindeo que nos hace más fuertes poco a poco.
Es una mecánica sencilla a la que se suman pequeños combos, armas secundarias y objetos explosivos con los que hacer frente a unos demonios con estrategias bien definidas –arqueros, enemigos que potencian a otros, etc.-; a destacar el movimiento evasivo rodando por el suelo, que ya casi es un imprescindible en cualquier juego de acción. No obstante, GetsuFumaDen: Undying Moon no es un título frenético sino más bien pausado, en el que importa más ver el comportamiento de los enemigos y esperar a nuestra oportunidad. De hecho el control es un poco lento, con animaciones de ejecución que en ocasiones se sienten demasiado largas cuando se repiten en exceso. Habríamos preferido una respuesta más inmediata a nuestras acciones para favorecer el aspecto de hack’n slash, tal y como hace Vanillaware en sus juegos -Muramasa: The Demon Blade, por ejemplo-.
La mecánica de roguelike también añade un poco de aleatoriedad al diseño de los niveles, de manera que cada partida será ligeramente distinta a la anterior. Positivo y necesario en un juego donde la muerte es parte del bucle jugable, pero como suele pasar en estos casos, la ausencia de un diseñador detrás del mapa hace que los niveles no sean demasiado memorables. Por supuesto, como viene siendo habitual en los roguelike la dificultad está intencionadamente un peldaño por encima de la media: se pide repetir –manteniendo algo del progreso- para avanzar en nuestro siguiente intento, cuando habremos aprendido más sobre los patrones de ataque de los enemigos o los trucos que utiliza el jefe que nos machacó.
Lo cierto es que este gameplay clásico engancha en el combate –en especial con algunos jefes- y gracias al apartado audiovisual GetsuFumaDen: Undying Moon se convierte en un juego que entra fácil. El problema es que profundizar nos hace ver más algunos defectos que desequilibran jugabilidad y dificultad. Disparos desde fuera de la pantalla, ocasionales saltos hacia abajo desconociendo si nos espera terreno seguro o una trampa, enemigos situados en lugares que nos causarán más incomodidad de la prevista, plataformeo poco satisfactorio… La generación por procedimientos –que además no tiene suficiente variedad de "piezas"- a veces trae estos problemas, y aunque no son constantes, te pueden arruinar una partida. La interfaz se hace más confusa de lo que debería y tendremos que luchar con ella a menudo.
Una ilustración en movimiento, con algún pero
Sin duda el apartado visual –y el sonoro, aunque no se aleja mucho de las melodías orientales que hemos oído en infinidad de ocasiones- es uno de los grandes atractivos de GetsuFumaDen: Undying Moon. Los gráficos imitan los grabados ukiyo-e y realmente lo consigue gracias a los efectos de humo o fuego tan característicos de este arte, el tipo de paisajes, vegetación, mar embravecido… Un regalo para los ojos con guiños a obras clásicas –más allá de la imprescindible y popular La gran ola de Kanagawa- que compensa las limitaciones técnicas del juego, visibles si pones la atención en los detalles.
En Nintendo Switch hemos notado una diferencia visible entre jugar en el Dock y en modo portátil: antialising inexistente o descenso en resolución, combinado con unos gráficos en ocasiones caóticos por toda la pantalla –por la cantidad de efectos superpuestos, 30 fps, cámara alejada de la acción…- da una sensación más pobre de lo que debería cuando no jugamos en televisión; y hemos visto suficientes juegos de Nintendo Switch como para saber que el hardware puede hacer mucho más. Por supuesto es un pequeño inconveniente que siempre será preferible a algún tipo de ralentización que afecte negativamente a la jugabilidad, pero sin duda hay margen para optimizar.
Conclusiones
GetsuFumaDen: Undying Moon destaca por ese tono tan japonés que derrocha, pero lamentablemente detrás no hay un juego a la altura de las expectativas. Aunque no sufre grandes problemas, sí está plagado de pequeños fallos en gameplay que lo alejan de la competencia más directa, el más evidente Dead Cells. ¿Falta de práctica en Konami tras unos años en barbecho? ¿Un equipo sin mucha experiencia detrás? ¿Un presupuesto demasiado escaso? Si lo consideramos una experiencia indie, GetsuFumaDen: Undying Moon entretiene sin muchas aspiraciones, pero no es el regreso triunfal que esperábamos de la creadora de algunas de las mejores sagas de la industria.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Peidro Comunicacion