Análisis de Final Fantasy IX (PS4)
Una de las sorpresas del Tokyo Game Show 2017 ha sido el lanzamiento de Final Fantasy IX en PlayStation 4. De la misma manera que Final Fantasy VII llegó a esta plataforma, lo hace en una ligera revisión que aplica algunas mejoras gráficas y facilidades –prácticamente trampas- para aquellos usuarios que desean dar una nueva pasada sin las dificultades de la primera partida.
Analizar Final Fantasy IX no es nada fácil, porque se trata de una de las entregas más queridas de la saga, y con casi 20 años a sus espaldas la nostalgia es muy grande. Personajes como Yitán/Zidane, Garnet, Steiner y por supuesto Vivi, derrochan un carisma inigualable. Final Fantasy VII fue un juego épico que introdujo a muchos jugadores occidentales en el género, Final Fantasy VIII impactó con sus gráficos y la historia de amor en medio de una guerra contra las brujas, mientras que Final Fantasy IX llegó en plena despedida de PlayStation -2001 en Europa- para mostrar la madurez de Square Enix con el JRPG.
A diferencia de las últimas entregas, con toques steampunk, postapocalípticos e incluso localizaciones futuristas –Esthar en FF VIII-, Final Fantasy IX retomaba la temática de fantasía medieval con magia, brujos, dragones, barcos voladores, caballeros, castillos y princesas.
Además, volvió a recuperar los diseños deformed, que supo combinar muy bien con unos gráficos pre-renderizados que son puro arte.
Su periodo de lanzamiento no fue el más apropiado para su debut –transición generacional con juegos tridimensionales más vistosos-, pero es, por méritos propios, uno de los grandes juegos de rol de la historia, y muchos jugadores lo consideran como el último Final Fantasy clásico antes de la llegada de juegos más cinematográficos, online o con sistemas de combate experimentales.
Una historia repleta de magia
Vamos a repasar brevemente en qué consiste Final Fantasy IX, aunque os recomendamos el análisis original para conocer más detalles y por comprender el impacto del juego en su contexto.
La aventura comienza con Yitán y su banda de teatro Tántalus a bordo de un enorme barco volador. Aparentemente el grupo va a interpretar una obra de teatro en celebración del decimosexto cumpleaños de la princesa, pero hay un plan secreto: secuestrar a Garnet, la heredera de Alexandria. En su infiltración en el palacio Yitán se cruza con Garnet, y tras una huida por los pasillos del palacio la princesa revelará que desea escapar del lugar por los extraños comportamientos de su madre, la reina Brahne, y visitar el reino de Lindblum. Una curiosa coincidencia que sin embargo no impedirá que el barco huya a duras penas de Alexandria, sufriendo un accidente que alargará el viaje más de la cuenta.
Los jugadores más jóvenes que han descubierto Final Fantasy en su época más moderna quizás se sorprendan del acertado tono de Final Fantasy IX, que a ratos es pura comedia –en especial gracias a la sobresaliente traducción, nada que ver con el desastre de FF VII-. Pero el juego tiene momentos para todo: épica, romances, dramas y misterio. El juego presenta un elenco de personajes principales donde todos pueden lucirse, pues el argumento no pone el foco únicamente en Yitán y Garnet. Steiner, por ejemplo, comienza como un caballero de mente cuadriculada, pero en su trama revela tener sentimientos. Igualmente es destacable el trasfondo de Vivi o Freija, y de muchos otros secundarios. Lo importante en este juego es cómo se cuenta su historia.
El sistema de combate es muy similar al de pasados Final Fantasy. Volvíamos a controlar a cuatro personajes en batalla –frente a los tres de FF VII y VIII-, cada uno con habilidades diferenciadas: Eiko es maga blanca, Vivi un mago negro, Steiner y Freija guerreros, etc. En otros juegos de la saga, como su antecesor, la línea que separaba estas clases era mucho más difusa –e incluso inexistente- y cualquier protagonista podía invocar o curar, mientras que FF IX pedía una mayor estrategia.
Es un juego enorme, de los que requieren una guía para sacar todo su jugo en las sidequest -la búsqueda de Stellazios-, jefes secretos –Ozma probablemente sea el más difícil de toda la saga- y minijuegos, con chocobos de colores localizando tesoros, caza de ranas o el regreso de las cartas –el Triple Triad de FF VIII- ahora llamado Tetra Master.
"Aunque a primera vista pueda parecer por los personajes que su desarrollo sea algo más infantil que los anteriores, el argumento es uno de los más adultos y complicados de toda la serie. Final Fantasy IX cierra la etapa Playstation de la saga con un juegazo, tal vez el mejor de la saga en Playstation, que recoge lo mejor de los títulos de Super Nintendo, lo mejor de los de Playstation y aporta algunas novedades antes del gran salto de Final Fantasy X", publicamos en su primer análisis.
La versión en PS4
La versión para PlayStation 4 se basa en las que se lanzaron recientemente en otras plataformas. A nivel de contenido no hay novedades respecto a PS One, por tanto los poseedores de la versión clásica disponible en PS Store –compatible con PS3, PS Vita y PSP- no encontrarán demasiados motivos para una nueva adquisición. Eso sí, trae algunos cambios en opciones y gráficos.
Este Final Fantasy IX está lejos de ser una remasterización completa, pero actualiza modelados de personajes y sus texturas. Con la subida de resolución –otra de las diferencias respecto al original emulado en anteriores PlayStation-, las escenas 3D de combate ganan mucho: más estabilidad, suavizado de pixels y se elimina la distorsión de los polígonos –un defecto habitual en la consola de 32 bits-. Sólo por esto, o la reducción de tiempos de carga, mejora la experiencia respecto a PSX o las versiones de PS Store.
Algo que no ha mejorado demasiado son los fondos generados por ordenador. Aquí poco se puede hacer o criticar, la única solución óptima para remasterizar los gráficos sería volver a recrear las imágenes con un tamaño mayor, algo imposible cuando se han perdido los datos de su desarrollo. Se ha aplicado algún filtro para que el pixelado no sea tan evidente, pero este material –o el de las secuencias de vídeo- sólo acepta un pequeño maquillaje. Las diferencias entre los nítidos personajes poligonales y el escenario canta mucho en ciertos paisajes, pero creemos que nadie se llevará a engaño: es una reedición mejorada, no un remake.
Como ya vimos en otros lanzamientos de Final Fantasy, hay una serie de ventajas para facilitar la partida. Son algo más que un modo fácil, pues directamente rompen su dificultad, así que recomendamos su uso únicamente a jugadores que conocen de memoria la aventura y desean dar una nueva vuelta sin necesidad de invertir 50 o 60 horas de su tiempo. Los novatos deberían evitar en todo momento estas opciones.
Tenemos un ajuste que proporciona el mejor estado a nuestros personajes en batalla, con la barra de ATB al completo –eliminación de turnos-, todos los puntos de salud, magia, y activa estado de trance. No habrá combate que se resista en este estado, pero incluso podemos activar un daño de 9999 con cada ataque, terminando incluso con muchos jefes con un único golpe. De hecho, si lo que tenemos es prisa, también se puede acelerar el juego –exploración, secuencias, combates- y quitar los combates aleatorios. Si decidimos activar todas las opciones simultáneamente directamente no hay reto, sólo consistiría en seguir la historia y resolver los puzles.
Por si fuera poco, hay tres opciones más en el menú del juego. En este caso se activan de manera permanente y bloquean la obtención de trofeos –otra de las novedades de la versión-, por lo que imaginamos que no serán tan útiles para los usuarios. Permiten aprender y dominar todas las habilidades, subir el nivel de los personajes a 99 y conseguir el máximo de dinero. Obviamente esta no es la manera de disfrutar el juego.
A estas opciones se añade el autoguardado. En cada zona que pasamos se guarda nuestro estado en un archivo diferente al del guardado normal –el de los moguritos-. En la práctica supone que puedes abandonar el juego en cualquier momento, es muy cómodo cuando tienes prisa: ahora puedes dejar la exploración de una mazmorra sin necesidad de llegar al siguiente guardado. Claro, también se puede utilizar para continuar la partida cerca de un punto donde hemos muerto, suavizando la dificultad.
Pero no todo son buenas noticias en cuanto a la adaptación. La interfaz se basa en la versión de móviles, algo que se deja notar en los comandos de las batallas –un recuadro innecesariamente grande-. El menú original era menos intrusivo y más adecuado en televisión. Además, el control con palanca analógica está limitado a ocho direcciones –al igual que Steam-, lo que hace la exploración no sea tan cómoda en espacios estrechos. Finalmente, un bug -y no es la primera vez que aparece en una adaptación de Final Fantasy- provoca que la pista musical se reinicie después de los combates; Final Fantasy X/X-2 HD corrigió este problema con un parche, y esperamos que aquí llegue cuanto antes.
Conclusiones
Si nunca has probado Final Fantasy IX, este relanzamiento es una excelente oportunidad para entrar en su mundo y descubrir uno de los JRPG más memorables, no únicamente dentro de Final Fantasy. No hace falta nada dar más razones para animar a su compra. Sí, el impacto gráfico ya no es lo mismo que hace casi dos décadas, pero su historia, personajes, fantásticas localizaciones, la estupenda banda sonora de Nobuo Uematsu y el sistema de combate clásico, hacen que todavía mantenga el estatus de imprescindible del género.
Como adaptación -que también es lo que tenemos en cuenta en este análisis-, el resultado principalmente positivo. Las mejoras gráficas, aunque pequeñas –hay que aceptar que no hay mucho más margen de retoque en un juego de esta antigüedad-, ya son suficientes para disfrutar todavía más de la ambientación en una pantalla actual. Ahora podrás ver con nitidez los rostros de los personajes y todo el detalle que se perdía en una vieja televisión CRT. Sin embargo el bug del sonido o el control -que no es realmente analógico- impiden que, al menos en su lanzamiento, sea todo lo redondo que podría ser. Pequeñeces que no ensombrecen la calidad de Final Fantasy IX.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media