A principios de los años 2000, cuando la última consola de SEGA, Dreamcast, convivía con los primeros meses de PlayStation 2, pocos podían imaginar que la historia de los videojuegos escribiría las últimas líneas de SEGA como fabricante de consolas, y menos aún que hasta la propia mascota que batalló durante años con Mario acabaría compartiendo plataforma y teniendo entregas en Nintendo Game Cube. Era una época de cambios, en la que PlayStation 2 repetiría el éxito que PSX obtuvo, haciendo que esta sexta generación de consolas despidiese a la compañía del erizo azul y diese la bienvenida a Microsoft con su primera consola.
Muchas compañías se bajaron de la industria de los videojuegos, y otras antiguas buscaban su plataforma para la que dar rienda suelta a sus producciones. Una de estas compañías fue Treasure, quien desde su fundación en 1992 nos ha dado videojuegos tales como Dynamite Headdy, Light Crusader, Gunstar Heroes o Alien Soldier, todos ellos unos juegos sobresalientes, que no hacían más que demostrar el talento de estos chicos en Mega Drive.
Pero en el E3 del año 2002 apareció una demostración técnica programada Treasure, que acabaron convirtiendo en un juego completo, del que hoy os hablamos. De esta forma, se aseguraron que este personaje encajaría y gustase en la consola con forma de cubo de Nintendo.
Al principio no estaba claro quién era el estudio que estaba detrás del desarrollo de este juego, pero en el año que fue lanzado se reveló oficialmente que era Treasure la que se encontraba manos a la obra. Tras los éxitos cosechados con Super Nintendo y Nintendo 64, las dos compañías querían volver a trabajar juntas . Wario World salió a la venta en Europa un 23 de junio del año 2003, y más tarde en los demás continentes, donde cosechó cierto éxito y llegó a ser la primera y única -por ahora- aventura en la que Wario tuvo su propia aventura con un plataformas en 3D.
La compañía de leyendas
La creadora del juego de hoy tiene mucha historia detrás, no ya por sus grandes videojuegos, sino también por la peculiaridad de su fundación. Con la cuarta entrega de Castlevania para Super Nintendo, muchos de los componentes de Konami no querían hacer una entrega más de la saga de vampiros, puesto que se sentían con cosas que decir, aparte de mejorar gráficos y sistemas sobre un mismo videojuego.
Eran otros tiempos, desde luego, puesto que algunos de estos componentes de Konami decidieron que eran capaces de hacer grandes videojuegos sin imposiciones y en 1992 fundaron Treasure Co ltd. Sus primeros proyectos fueron sobresalientes y para varias plataformas, y todas con ese "aire" que hacían que cada nuevo videojuego de esta compañía fuera esperado por los fans con ganas, ya que los géneros que tocaba Treasure los convertía en verdaderos tesoros. Por eso Wario World fue el videojuego que eligieron para volver a colaborar con Nintendo, ¿cuál fue el resultado?
El juego nos cuenta la historia del avaricioso Wario, el malvado personaje que siempre disfruta mareando y sacando de sus casillas a Mario, y que con sus entregas para Game Boy terminó de convencer a propios y extraños con unos videojuegos realmente sorprendentes, y con un universo paralelo al de Mario y Luigi.
Pero volviendo al título de hoy, podemos decir que la historia es de aquellas en las que apenas con unos detalles sabemos lo que tenemos que hacer. Wario en un avaricioso y orondo personaje que disfruta buscando monedas y tesoros, para amasar una fortuna y dejar claro que lo que le mueve es "la pasta". Pero llega un día en el que una maldición hace que una de las joyas que Wario guarda en su castillo hace desaparecer su fortuna, ya que es una joya que cada cierto tiempo se activa y en este caso lo hace para que Wario salga de su castillo y tenga que buscar una solución.
Nada más ponernos a jugar nos damos cuenta de que los controles que tenemos disponibles responden realmente bien, de manera precisa y segura, puesto que el juego tiene ciertos elementos de beat'em up y muchos puzles. Además contamos con un tutorial que nos hace la toma de contacto mucho más llevadera, y con el que en apenas unos minutos nos movemos ya con soltura por el escenario.
El juego nos muestra una perspectiva lateral al más puro estilo de los plataformas en dos dimensiones, donde despachamos a los enemigos a puñetazos, con el famoso empujón y saltando sobre ellos, junto a multitud de puzles que hacen las fases un quebradero de cabeza en ocasiones. Los jefes de final de fase ponen la nota positiva, ya que tanto las rutinas como las formas de atacar tienen un notable aroma Treasure.
La parte audiovisual tiene algunos claroscuros, ya que técnicamente es el apartado en el que más cojea, con unos entornos algo desangelados y sin aprovechar la potencia de GameCube, algo que no le impidió ser un buen juego, con otros apartados que brillan un poco más como la banda sonora compuesta por Norio Hanzawa y Minako Hamano, los efectos de sonido y las voces, que las dobla el clásico Charles Martinet, que también hace las voces de Mario y Luigi.
El problema de este juego es su corta duración, ya que son ocho las fases a completar, y podemos hacerlo en un par de horas sin muchos problemas, algo que hizo a muchos compararlo con Luigi's Mansion por ser un buen videojuego pero demasiado corto
Wario World fue el primer plataformas en 3D protagonizado por el irreverente personaje, capaz de tomarse una copa acompañándola de ajo y queso, algo que sin duda nos hace plantearnos a muchos la acogida que tendría una secuela, algo que hasta el momento Nintendo no se ha decidido a hacer, aunque volvimos a ver al personaje en un plataformas y una consola de sobremesa con el divertido Wario Land: The Shake Dimension para Wii, esta vez en 2D.
