Hablar de Streets of Rage son palabras mayores. Es como un buen vino, de una añada excepcional, que se empieza a valorar no instantáneamente, si no con el trascurrir del tiempo, cuando se comparan posteriores y anteriores cosechas y expertos se dan la mano coincidiendo en que aquella, fue excepcional.
Varios fueron los factores que hicieron que en las oficinas de Sega se levantaran de sus asientos con premura en busca de fraguar el juego que muchos conocimos y conocemos. Sega antaño se preocupaba por los usuarios de sus consolas al ofrecer juegos exclusivos, dándoles forma con cuidado y mimo, para responder así a la necesidad de llenar huecos que se abrían cuando compañías rivales lanzaban grandes juegos, como Final Fight que ya en 1990 pululaba por Super Nintendo en tierras japonesas y la fiebre por los beat 'em up callejeros estaba subiendo como la espuma.
Si fuera porque sus rivales estaban moviendo ficha, o porque sencillamente, ante la avalancha de juegos similares que se empezaba a divisar en el horizonte como si de las plagas de Egipto se tratase, Sega decidió que tenía algo que decir. Incluso NES y su genial e increíble Teenage Mutant Hero Turtles II: The Arcade Game corriendo en un hardware netamente inferior, pudo hacer que a los usuarios de los 16 bits de Sega sintieran un vacío y una necesidad que con la saga Golden Axe no se viera del todo saciada.
Como rosa en el desierto
Así fue encontrarse con Streets of Rage en Mega Drive. Aunque desde luego no estaba huérfano de este tipo de juegos, como hemos dicho, si lo estaba de un juego con la frescura, soltura y agilidad -Golden Axe tenía "una marcha" menos- que los juegos de la época lucían, y aderezado con la temática de moda: ciudad decadente y en crisis en la que seremos la justicia y la ley.
Además de esto, contó con el compositor Yuzo Koshiro, uno de los mayores talentos de la época, capaz de sacar increíbles composiciones de hardwares con un chip sonoro como el de Master System:
Yuzo Koshiro era capaz de hacer que una Master System sonara maravillosamente bien, que Mega Drive no sonara como Mega Drive, puesto que con Streets of Rage no solo se luciría, sino que será una de las profundas huellas que dejará en el mundo de los videojuegos, pero desde luego, Yuzo Koshiro influyó no solo en los videojuegos, y por supuesto que hablaremos de él en una columna dedicada a sus "best of" y muchas curiosidades que rodearon tanto al artista como a su obra.
Llega la ley a la ciudad sin ley
Lo que antes eres una vida feliz, apacible, en una ciudad llena de productividad, ha caído en manos de una organización secreta. El líder de esta, se mantiene en el anonimato, pero su poder se extiende vertiginosamente y absorbe hasta el actual gobierno de la ciudad. Incluso tienen a la policía comprada a sueldo, ¡nadie está a salvo en sus calles!
Pero tres policías querían reestablecer el orden, y así se lo dijeron a sus superiores. Nada de esto sirvió, la policía prefería mirar hacia otro lado con los bolsillos llenos de dinero sucio. Adam Hunter, Axel Stone y Blaze Fielding deciden renunciar a su carrera como policías y se preparan para bajar a la calle... ¡limpiaremos las calles de rabia y volverán a ser un lugar por donde volver a caminar!
Así nace Streets of Rage, el juego "macarra" de Mega Drive, lo hace bajo los estudios internos de Sega, lo que demuestra el interés por esta trilogía. El primer juego fue lanzado en 1991, con posteriores versiones de 8-bit en Master System y Game Gear con la carencia de dos jugadores simultáneos, pero conservando el espíritu de su hermana mayor.
Con limitaciones gráficas lógicas se logró también un juego notable, pero sin duda que la versión Mega Drive fue la que inició el boom de la saga, -aunque también hubiera conversiones de la segunda parte para las tres plataformas-.
El primer Streets of Rage rezumaba calidad por los cuatro costados, y no debía ser para menos, puesto que las consolas rivales ya tenían sus grandes juegos de lucha callejera con temática en ciudad apocalíptica.
Lo cierto es que en esta primera parte había un buen trabajo gráfico y sonoro -Yuzo Koshiro al mando- pero los gráficos y animaciones se antojaban escasos ante el despliegue gráfico de otros juegos. Pero no importaba, Sega tenía ya entre manos el genial Streets of Rage 2, el que para muchos fue el mejor de la saga:
Su segunda parte destrozó el mito de que segundas partes nunca fueron buenas. La mejora gráfica era increíble, Yuzo Koshiro hizo en esta segunda entrega la que posiblemente ha sido una de sus mejores obras y sin duda, una de las más recordadas. Comparad el primer vídeo, con la aparición en escena de Axel, con la misma aparición en las calles de Streets of Rage 2:
La genial jugabilidad de la primera parte también se había potenciado, y usando más ágilmente todos los movimientos, incluso la genial ayuda de nuestro compañero. Finalmente su tercera parte nos introducía en una ciudad todavía más decadente y llena de peligros. Incluyendo más megas en el cartucho nos hacían intuir la mejora gráfica y variedad, algo que fue así, pero como decimos, sin encontrar el punto exacto que para muchos logró su segunda parte, a pesar de ello, la tercera parte de esta trilogía fue un gran juego.
Sega promocionó su saga haciéndola parte de las razones de porqué comprar Mega Drive con sus geniales y trasgresores anuncios:
Streets of Rage caló hondo en muchísima gente que lo disfrutó entonces, y son juegos que aún mantienen fresca la jugabilidad y adicción, pero, sobre los fans y sus homenajes hablemos ahora. Con el popular engine BOR, podemos ver el trabajo hasta ahora de la obsesión por los fans de continuar la saga, con este ficticio "Streets of Rage 4":
Pero por encima de continuar la saga con mejores gráficos, los chicos de Bomber Studio han hecho uno de los trabajos más impresionantes, tanto a nivel gráfico -ripeando sprites- como sonoro -con más de 70 remixes musicales- demostrando que este grupo activo, en el que han lanzado su última versión, no quisieron contentarse con jugar a la trilogía una y otra vez, y han creado un fantástico mundo donde no saldremos jamás de las calles llenas de rabia:
103 pantallas, 19 personajes remasterizados de las tres sagas y otros nuevos, 64 enemigos también basados en las tres primeras sagas -incluso desternillantes apariciones de enemigos de la versión Game Gear-, 83 remixes totales de multitud de autores, y diferentes editores para montar el universo Streets of rage que queramos, todo esto después de nada más y nada menos que ocho años de trabajo, con altibajos, renuncias y retomadas de código e ilusión.
Streets of Rage fue una saga que si bien no fue para algunos la más brillante de todas, sí que conjuntó a la perfección la temática de moda, unos geniales gráficos y una banda sonora épica a manos de Yuzo Koshiro -y que animamos a descubrir a los que no la conozcan-.
Recordamos esta gran saga que en retrospectiva quedó como una de las mejores añadas, una de las más recordadas por quien probaron de su vino, y también recordando que hoy día se puede volver a probar -como en la consola virtual de Wii- o con el recién lanzado "tempranillo" de Bomber Studio. Sea como fuere hoy ¡volvemos a salir a la calle llena de rabia para hacer justicia!
