En la época en la que todo juego de lucha se miraba en un espejo llamado Street Fighter II, un juego destacó entre uno de los mejores catálogos de lucha en 2D la historia. Pero, ¿por qué destacó Samurai Shodown?
A principios de la década -y con el salto que supuso Street Fighter II en el género- todos los juegos intentaban emular la fórmula que utilizó Capcom con maestría para llevarse un trozo de gloria. Pero SNK sorprendió ofreciendo importantes novedades y una personalidad única.
Lanzado dos años después del juego de Capcom, utilizaba el consabido sistema de cuatro botones frente a los seis de la mencionada compañía rival, lo que en principio podía dar más profundidad a Street Fighter II.
Pero cómo muchos jugadores del amplio catálogo de Neo Geo defienden, la menor cantidad de botones no significaba que hubiera una menor cantidad de opciones.
Sin querer entrar en ese debate alimentado por décadas, podemos decir que Samurai Shodown se olvidó de cuántos botones había, y SNK consiguió un título con una profundidad que dejó con la boca abierta a la mayoría de los que echamos una moneda en aquel entonces.
Samurái sin amo
La historia de este juego, al contrario que la mayoría de los mejores exponentes del género, era trabajada y pensada con mimo. Los personajes vivieron a finales del siglo XVIII, y vienen de diferentes continentes: Europa, Estados Unidos y Asia se reparten el plantel de luchadores. Samurai Spirits (cómo se conoció en el país nipón) vio la luz en el año 1993, y supuso una sorpresa gracias a su planteamiento: los personajes utilizan armas que pueden perder en cualquier momento, y también hacen uso de animales entrenados para atacar.
El animoso árbitro que determina para qué oponente va el golpe -ippon- le hace ganar en realismo al no incluir solamente un escenario dinámico, sino que aquí estaba vivo.
La incansable SNK, que surtía al mueble arcade y la consola doméstica NEO GEO, era destacada por revolucionar muchos de sus juegos usando ideas, en ocasiones, casi tan grandes como sus sprites, esculpidos para impresionar y asustar a los tamaños usados en los 16 bits contemporáneos de los noventa.
Gráficamente era un nuevo espectáculo encapsulado en 118 megas en los que se intuía el gran trabajo gráfico creado por el único sistema capaz de moverlo todo sin pestañear. Los escenarios eran casi obras de arte en movimiento, y los personajes estaban animados con un sobresaliente zoom que hacía de la acción algo espectacular.
La música, como era de esperar, raya a un gran nivel, con una mezcla electrónica y clásica nipona, redondeando el espectáculo visual y siendo un elemento más que nos hizo ponernos en la piel de estos samuráis.
La trama nos cuenta cómo en aquella época, Japón es un sabido país feudal dividido en territorios que a modo de "países" eran controlados por señores feudales o por daimyōs, estos grandes hombres, dueños de todo.
Todos estos estaban gobernados por la imagen de Shogun, un militar con aires de grandeza. El protagonista es el samurái Haohmaru, ronin de aspecto poco cuidado que errante busca por el país retos capaces de captar su atención.
Llénate de furia
Los personajes son tan variados como únicos: Haomaru, Nakoruru, Hanzo Hattori, Gen-an Shiranui, Galford, Wan-fu, Earthquake, Charlotte Crinstine Colde, Senryo Kyoshiro, Jubei Yagvu, Ukyo Tachibanda, Tam Tam y el gran reto final, Amakusa.
Los combates eran dinámicos, rápidos y sangrientos hasta el final. La agilidad con la que se mueven algunos personajes sorprende tanto como ver a Eartquake moverse a pesar de salirse de la pantalla debido a su tamaño.
Los sprites estaban diseñados con mimo, con un colorido espectacular y con unos movimientos sólo al alcance de la mejor consola en 2D durante muchos y largos años. Fue un juego diferente, y significó un respiro ante la saturación de tçitulos de lucha en el que, desgraciadamente, muchos imitaban sin rubor.
Samurai Shodown destacó en cada uno de sus apartados, pero llevándolo a un nuevo nivel, usando armas y usando factores externos que hicieron que sus fans se cuenten por legiones desde aquel primer juego, uno de una larga lista, y una gran saga, sólo oscurecida por algunos títulos que no hicieron justicia.
¿Jugaste a él? Si lo recuerdas, comparte cómo fue encontrarse con este juego en el escenario en el que dominaba Capcom y en el que SNK ya estaba escribiendo con letras de oro su nombre en esta, pequeña, pero tan grande historia del mundo de los videojuegos.