Entrenar durante meses para mejorar dos décimas. Practicar sin descanso, olvidando el dolor. Subir las escaleras sin apenas fuerzas para volver a saltar. Dominar la pértiga para volar por encima de los seis metros. Todos los atletas que se preparan sin descanso lo hacen para demostrar en citas como estas, de lo que son capaces de hacer. Los que disfrutamos con las olimpiadas desde pequeños, esperamos impacientes cada cuatro años, para disfrutar de un espectáculo único.
Hoy mismo se dará comienzo a los juegos de invierno. Muchos son también los juegos basados en las olimpiadas de invierno en la actualidad, pero en el año 1992 Sega se centró en los juegos de verano de aquel año, año donde nuestra entrañable mascota Cobi portaba la antorcha olímpica hasta Barcelona.
Cualquier amante de las olimpiadas estaba deseoso de disfrutar con cada nuevo juego de este género y por ello, hoy hablaremos de Olympic Gold. Lanzado en el mismo año que las olimpiadas, es el primer videojuego en obtener la licencia oficial del COI, además de estar patrocinado por la famosa marca de bebidas.
Las olimpiadas de Barcelona 92 son recordadas por muchos al haberlas vivido. Todo el mundo pudo vivir un espectáculo de apertura sencillamente antológico, con un dúo que pudo parecer de todo menos lógico, y que resultó en un himno que se pudo ver hasta el último rincón del planeta, a pesar de que tristemente Freddy Mercury nunca lo pudo cantar en la apertura.
Recordadas por muchos otros como unas de las mejores ediciones, Sega se adelantó a aquella flecha envuelta en fuego, que encendió la gran antorcha a cientos de metros. Y por eso quiso llevar a todo el mundo la emoción de siete grandes pruebas a nuestras casas.
A muchos les puede extrañar que el primer juego de olimpiadas en esta sección sea Olympic Gold. Track and Field o Hypersports demostraron que participar en unas olimpiadas podía ser muy divertido, con un mínimo esfuerzo, y tremendamente adictivo. ¿Lo fue Olympic Gold?
Barcelona 92, según Sega
Este videojuego fue lanzado en exclusiva para las consolas de Sega y en su momento estuvo fuertemente apoyado por una gran campaña mediática, en la que la compañía de erizo azul echó el resto. Presente en muchas páginas de la prensa de la época, fue también uno de las exclusividades más llamativas en Mega Drive, seguidas de unas sorprendentes adaptaciones a Master System y Game Gear.
La mejor versión, evidentemente, era la versión para Mega Drive, y visitó gran parte de las cintas VHS de publicidad de Sega, demostrando que apostaron por este primer juego basado en las olimpiadas, con licencia. U.S Gold fue la encargada para crear este videojuego con toda la fuerza de ser un producto "oficial" por aquellos entonces. El videojuego se esforzaba por esto mismo, y resultaba sorprendente que se mostrasen las mismas medallas que muchos de nuestros atletas se pusieron al cuello en aquel año.
El juego consta de un total de siete disciplinas, las cuales se pueden practicar, jugar todas ellas, y hacerlo en compañía. El juego mostraba pocas opciones, como pocas podían parecer las pruebas, pero lo cierto era que otros videojuegos que miraban a este desde el olimpo no tenían muchas más. Antaño no se necesitaba una larga lista de pruebas para disfrutar de un cierto "aire olímpico", pero también es cierto que si estaban hechas con acierto no importaba. ¿Fue así con Olympic Gold?
Las mejores y las peores puntuaciones
Olympic Gold era un juego gráficamente notable. De esta primera hornada de Mega Drive ya se pudo confirmar que la nueva consola de 16 bits mostraba unos gráficos espectaculares, con sprites gigantes y bien animados y que nos hacían volver a recordar la emoción de ganar a un amigo por unas centésimas.
Si gráficamente era notable, la parte sonora dejaba un claroscuro al acompañar menús y dentro del juego, pero con unas melodías con poca gracia, y que en la mayoría de las ocasiones no oiremos, ante los gritos de nuestros amigos. Y aquí llegamos a la parte jugable, donde un juego de estas características se la juega a vida o muerte. De las muchas disciplinas reales fueron seleccionadas siete: cien metros lisos, ciento diez metros vallas, doscientos metros estilo libre, salto de trampolín, salto con pértiga, lanzamiento de martillo y tiro con arco.
Muchas de estas pruebas eran clásicas en videojuegos de la misma época, pero aquí se explicaba antes cómo efectuar la carrera, o prepararse para saltar en el trampolín con sus movimientos.
Con una buena curva de dificultad ajustada por categorías, desde regional hasta mundial, y con la sencillez de aporrear los botones hasta el desmayo en los cien metros lisos, y la complejidad de saber hacia dónde va el aire, mantener la respiración y tensar el arco. Todas estas acciones se ejecutaban de manera sencilla y clara, pero con toda la dificultad de saber hacerlo cada vez mejor, si queríamos optar por alguna medalla.
Las versiones de Master System y Game Gear lucen bastante bien, ya que se hizo un gran trabajo al trasladar todo el trabajo gráfico a un hardware menor, pero no por ello mucho peor. El juego obtuvo éxito, era un juego notable y lucía espectacular, pero quizás para muchos la excelencia estaba en otros títulos u otras sagas.
Si en algo coinciden todas las versiones es al jugarlo contra un amigo al que batir. Los piques épicos al machacar botones como locos y superar todas las vallas mientras nuestro oponente dobla las rodillas, serán momentos a recordar de este videojuego, y todos pudimos tener nuestra prueba preferida. ¿Cuál era la tuya?
