Esta semana ha salido Oddworld: Abe’s Oddysee New N’ Tasty!, consulta nuestro análisis para saber más de este remake. Este artículo es sobre la versión original de PS One.
En los noventa, y con PlayStation ofreciendo una nueva visión de los videojuegos, la era de las tres dimensiones lo invadía todo, mientras tanto, compañías cómo Oddworld Inhabitants Inc pensaron que su gran experiencia con los efectos especiales y con gran bagaje en la animación por ordenador, servirían para que estos dos genios se sacasen de la manga un videojuego que evoca generaciones pasadas.
Lorne Lanning y Sherry McKenna fueron los dos veteranos de la industria que decidieron en 1994 fundar Oddworld Inhabitants y tres años después lanzar su primer juego: Oddworld: Abe's Oddysee en PlayStation. El juego, desmarcándose de los polígonos y los motores 3D, decidió plantear un plataformas que como muchas veces ya se ha mencionado, bebe de títulos como Prince of Persia, Another World o Flashback.
Lorne nos contaba cómo creó el mundo en el que nuestro héroe empezaría una quintología que a pesar del resultado de ventas desigual, en ninguno de sus juegos se marchó ese buen hacer que con el juego de hoy iniciaron. Para recrear este mundo, Lorne se basó en la naturaleza de otros universos ficticios como fueron los libros de Tolkien, las películas de George Lucas y referencias de Jim Henson y hasta Walt Disney.
Un mundo increíble, en dos dimensiones
Este hombre, dedicado por completo al diseño gráfico por ordenador y el arte, logró conformar un universo tan rico, bello y evocador, que ya desde el primer juego nos damos cuenta de que estamos ante algo mucho más grande de lo que habíamos visto hasta el momento.
En el año 1997, y con las tres dimensiones como santo y seña para poder pasar al olimpo de los videojuegos, se lanzó Oddworld Abe's Oddysee, un plataformas en dos dimensiones, que por su buen hacer, su demostrado mimo por todos los detalles y su tremenda historia, nos hicieron olvidarnos por un momento que nuestra máquina gris tenía algo más allá que polígonos y texturas.
La historia en la que buceamos a lo largo del juego se nos muestra en una introducción Full Motion Video (por aquella época un hito), alcanzando una calidad sólo comparables a los mejores FMVs de la consola, una de las modas de los primeros tiempos de las consolas de 32bits.
Abe es un esclavo en una planta en la que su raza trabaja sin saber que la próxima carne en pasar a ser trabajada será la de su propia raza, los mudokons. La trituradora de carne está comandada por la raza de los glukkons, pero Molluck es el tirano que decide que ante la falta de ventas, un nuevo producto dará el empuje necesario ¡aunque sea acabando con la mano de obra disponible.
Quizás otras razas superiores tengas las armas, o tengan el poder, pero los mudokons cuentan con su capacidad mental para dominar otras razas, usarlas a su antojo, y resolver las decenas de ingeniosos rompecabezas que estos dos genios inventaron para todos nosotros.
Gráficamente el juego nos muestra una perspectiva en dos dimensiones por el cual se nos muestra en cada pantalla una acción a resolver, un guardián al que controlar, o unos indefensos mudokons a ser rescatados de un final fatal que ellos mismos desconocen. El juego jugaba también con una ausencia de marcadores, contadores o demás indicadores en pantalla, que como en otros juegos en los que se basa, hacían la experiencia sorprendente inmersiva.
Totalmente en dos dimensiones pero con una clase maestra del uso de los gráficos prerenderizados, hicieron que la sensación de volumen se potenciara frente a lo visto en otros juegos como Donkey Kong Country. Aquí PlayStation jugó con su mayor resolución para demostrar que, a pesar de que supusiera un trabajo titánico, un apartado gráfico en el que hay mimo y dedicación por lo que se hace, es capaz de convertirse en atemporal.
La música y los efectos sonoros también jugaron un papel importante, ya que a los geniales efectos de sonido de aquel genial mundo, se le unió un gran doblaje al castellano que no hizo más que redondear un juego por el que el apartado gráfico y sonoro sobresalían.
Pero nada de esto serviría de mucho si no fuera divertido, y la mayoría de los que pudimos disfrutar de él quedamos enganchados desde su primera partida, ya que los controles y la jugabilidad, ya vista en otros títulos, se le unía una gran historia, con tintes épicos, en los que nosotros seremos los elegidos para proteger de la extinción a nuestra simpática raza.
Nosotros somos el nuevo sabor
A pesar de que se pudiera completar el juego sin rescatar a todos nuestros congéneres, la idea es que a pesar de terminar la aventura, fuera rejugable, y vaya si lo consiguieron, ya que a pesar de haber terminado, la misión de rescatar a nuestros amigos sigue siendo un reto notable.
Este primer título demostró que aquel maravilloso juego tenía mucho más que contarnos, y esta asombrosa primera parte demostró que una gran historia, realizada con mimo e interés, se puede convertir en la pentalogía que recogió cerca de un centenar de premios.
El remake actual demuestra que el juego que fue lanzado hace casi veinte años sigue siendo tan bueno que apenas cambiando y actualizando gráficos y conceptos, puede pasar perfectamente por un videojuego ¡de hoy mismo!