Volvemos a hablar de un juego de los noventa atípico. En aquella época, donde las máquinas recreativas estaban a otro nivel, tan distante del hardware casero, que merecía echar unas monedas sólo por disfrutar de otro nivel de juego. De la misma manera que en la actualidad, muchos acudan a las salas de cine para disfrutar de una película espectacular, sabiendo que es la mejor manera de disfrutar de su hobby.
Por eso, en aquellos años en los que las mayores potencias gráficas no dormían en nuestras casas, ADK, una compañía nipona muy pegada a toda la vida de SNK, desarrolló un videojuego en el que correríamos una aventura desde una perspectiva cenital, aprovechando para desmarcarse de los juegos que existían, uniendo estos dos mundos de la misma manera que antaño hicieron juegos cómo Ikari Warriors.
¿Dos mundos imposibles?
Alpha Denshi, o ADK Corporation, ideó este shoot 'em up juntando a tres ninjas: Rayar, Joe y Ryu, donde el malvado Spider crea una máquina del tiempo que nuestros amigos deben destruir e impedir consecuencias catastróficas para la humanidad (recordemos el daño que hizo un simple almanaque),
Después de situarnos con la historia, nos encontramos con un videojuego vistoso, de sprites generosos, bien animados y coloridos. Notables sabiendo del hardware que vienen, y a pesar de llenarse la pantalla de enemigos y disparos, el juego los movía con soltura.
Esta máquina del tiempo es la que hace que nuestros protagonistas visiten diferentes zonas y épocas históricas, ya que perseguimos a Spider y sus esbirros a través del Japón medieval, la edad de piedra, incluso en pleno Egipto en su época de bonanza.
Esto hizo que los parajes fueran cuidadosamente adaptados a la época en la que aparecíamos, y los enemigos también fueran acordes a la época, lo que hacía que se lograse una buena ambientación en la que no hacía más que divertirnos cada nueva partida.
Los controles estaban en la línea de los juegos para Neo Geo, tres botones y simplicidad en ellos, lo que no significaba que fuera fácil jugar. Un disparo, un genial movimiento defensivo y el botón que lanza una magia a costa de un poco de vida, eran los controles que nos acompañaban en esta intensa aventura.
Al desplazarnos hacia una dirección, sólo podremos disparar hacia ella, lo que significa que si avanzamos verticalmente, nuestro personaje no podrá disparar hacia los lados, por donde aparecen hordas de enemigos, por lo que el movimiento defensivo cobra importancia al desplazar nuestro personaje hacia los lados.
Los diferentes power ups e ítems, nos permiten aumentar la potencia de fuego, por lo que es de vital importancia recogerlos, ya que estamos hablando de un juego nada fácil, que en ocasiones inunda la pantalla de enemigos casi en su totalidad.
Los enemigos de final de fase ponen la guinda a los puntos más álgidos del final de cada fase, ya que nos enfrentamos a diferentes jefes dependiendo de la zona y la época en la que nos encontremos, sin duda un punto a su favor, ya que la variedad es notable.
La música acompaña con gran acierto, aunque no es juego en el que se escuchen grandísimas melodías, sí que acompañan perfectamente a la trepidante acción de la que hace gala el juego.
El juego salió en formato Neo Geo en el año 1992, justo dos años después de su versión para los arcades, lo hizo en formato CD. Aunque la crítica no le trató especialmente bien, y la puso notas medias algo tibias, el juego sí que funcionó, ya que se convirtió en uno de los mejores juegos disponibles para la librería de Neo Geo.
Hoy día se puede decir que ha envejecido bastante bien, ya que a pesar de las más de dos décadas, sigue siendo un juego vistoso, tremendamente divertido y muy recomendable hoy día, ¿nos volvemos a echar una partida?