Y por fin llegó uno de los días que más esperábamos y, en cierta medida, temíamos. Sonic, uno de los mayores iconos y leyendas del mundo de los videojuegos, salta a la gran pantalla para protagonizar su primera película de acción real, un proyecto que lo tenía todo en contra pero que ha sabido sobreponerse a las dificultades para convertirse en la que podríamos considerar desde ya como una de las mejores adaptaciones de un producto de ocio digital al cine. Esto no es que sea mucho decir, pero creednos, se trata de una cinta divertidísima, muy entretenida y mucho más respetuosa con el erizo de lo que jamás podríamos haber llegado a imaginar.
El largo viaje de Sonic a la gran pantalla
Anunciada originalmente en 2014 por Sony Pictures, el film ha pasado por un proceso de producción muy convulso, incluyendo un cambio de equipo en 2016 y de productora en 2017, año en el que los derechos pasaron a Paramount Pictures, quienes se han encargado de finalizar y llevar a buen puerto la primera gran aventura cinematográfica de Sonic.
Eso sí, los problemas no acabaron ahí y tras la polémica con el diseño original de la mascota de Sega que se vio en su primer tráiler, su director, Jeff Fowler, anunció que habían escuchado el descontento de los fans y que retrasarían su estreno unos meses para rediseñarlo y hacer justicia a este mítico personaje.
En este punto todo parecía apuntar a un desastre mayúsculo y al enésimo fracaso de las adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla. A fin de cuentas, ¿podíamos fiarnos de quienes dieron luz verde al diseño del erizo que vimos en el primer tráiler? Y si a esto le sumamos algunos retazos filtrados del guion y a ciertas declaraciones de sus productores que sonaban a todo menos a una película de Sonic, resulta fácil entender el pesimismo que rodeaba a la cinta.
Pero entonces algo cambió: el 12 de noviembre Paramount Pictures estrenó su segundo tráiler, donde nos mostraron el rediseño del personaje y un montaje mucho más esperanzador sobre lo que nos encontraríamos en el cine. Sí, además de encantarnos el nuevo aspecto del héroe azul, hubo algo que nos llamó muchísimo la atención: la película parecía muy divertida. En menos de tres minutos la productora había conseguido revertir por completo la opinión pública y, aunque el miedo a la decepción seguía estando ahí, nos dejaron con muchas más ganas que nunca de ver cómo acabaría todo esto.
Dicho y hecho, el pasado 14 de febrero la cinta se estrenó en todo el mundo y en apenas un fin de semana se ha convertido en un éxito en taquilla, logrando el número 1 en numerosos países y superando los récords establecidos por cualquier otro film basado en videojuegos. Si bien la opinión de la crítica estuvo un tanto dividida, la de los fans está siendo unánimemente positiva, lo que podría llevar a cuestionarnos quién tiene razón y si realmente merece la pena, así que hemos decidido sumarnos al debate y contaros qué nos ha parecido y por qué creemos que no deberíais perdérosla. Y, por supuesto, todo ello sin spoilers.
Sonic La Película: diversión familiar de calidad
Antes de que nadie se piense lo que no es: estamos hablando de una película protagonizada por un erizo azul gigante hecho con CGI que corre a toda velocidad por el mundo y tiene poderes. Si acudís a la sala de cine buscando una gran historia, un elaborado guion repleto de giros inesperados y que os haga reflexionar sobre vuestra existencia y la situación social y política actual del mundo, os habréis equivocado muchísimo.
Sonic no deja de ser un personaje familiar y muy orientado a los más pequeños de la casa, lo que no quiere decir que no sea igualmente disfrutable por el público adulto y todos lo que nos hemos criado jugando a sus juegos desde sus primeras aventuras en Mega Drive, Master System y Game Gear. Y este es justamente el enfoque que se le ha dado a la cinta: una película para toda la familia en la que tanto los niños como los mayores puedan pasar un rato divertido, entretenido y sin mayores pretensiones que disfrutar durante hora y media viendo a un genio del mal obsesionado con los robots intentando aplastar a un erizo azul. Es un film muy honesto que da justo lo que promete y que no engaña a nadie, pero que hace las cosas mucho mejor de lo que es habitual en este tipo de producciones.
Su sinopsis es bien sencilla: Sonic (Ben Schwartz) se ve obligado a escapar de su mundo al nuestro cuando es un niño para huir de unos villanos que han descubierto sus poderes. Así pues, nuestro héroe acaba criándose en la Tierra donde sobrevive sin que nadie sepa de su existencia. Por motivos que no vamos a detallar, acaba ocurriendo algo que le fuerza a emprender un viaje hasta San Francisco con la ayuda de Tom Wachowski (James Marsden), el sheriff de un pequeño pueblo estadounidense llamado Green Hills. Evidentemente, esto sería muy sencillo si no fuese porque el gobierno manda al excéntrico Dr. Robotnik (Jim Carrey) a darle caza.
A partir de aquí, el guion os lo podríamos resumir en apenas un par de frases, pero lo que realmente hace que Sonic La Película funcione tan bien no es su historia, sino sus personajes y el propio viaje en sí mismo. A efectos prácticos, es una cinta sobre dos desconocidos y los lazos de amistad que se acaban forjando entre ellos, mostrándonos a dos héroes con los que resulta fácil empatizar y cuya evolución acaba convenciendo. Lo mejor de todo es que hay muchísima química entre Sonic y Tom, dando pie a situaciones muy divertidas y con un humor muy inocente y agradable que, a pesar de lo infantil y tontorrón que puede llegar a ser a veces, es capaz de sacarte una sonrisa cuando menos te lo ves venir y con una frecuencia sorprendente.
De hecho, nos ha sorprendido lo bien que se ha plasmado la personalidad de Sonic, quien se come la pantalla cada vez que está en escena: no para quieto, no calla ni debajo del agua y siempre mantiene esa actitud a caballo entre la chulería, el optimismo y la sed de aventuras por la que siempre se ha caracterizado y con la que nos robó el corazón a muchos hace casi 30 años. Era difícil darle tantos minutos de metraje (rara es la escena en la que no aparece) sin que se llegase a sentir cansino u odioso, pero los guionistas y la excelente interpretación de Schwartz han sabido resolver genial la papeleta para dejarnos con todo el carisma del erizo intacto. De hecho, durante la película no tuvimos la sensación de estar viendo a una nueva versión de este héroe, sino que el sentimiento fue más cercano al de reencontrarnos con un viejo amigo.
Mención aparte merece el propio Jim Carrey, quien nos acaba regalando un Robotnik más que digno y deudor de las primeras cintas del actor, recordándonos a algunos de sus papeles más míticos, como Ace Ventura. Lo que visteis en los tráilers es justo lo que vais a encontrar: un personaje extremadamente excéntrico con un Carrey desatado y que se nota que se lo está pasando en grande interpretando al gran villano de la función. A veces exagera tanto que hay alguna que otra escena en la que desentona un poco con el estilo del resto de la película, pero en líneas generales nos gusta mucho cómo se ha llevado y el enfoque que se le ha dado a este inolvidable científico.
Continuando con los aciertos del film debemos destacar el buen ritmo que mantiene durante todo su metraje: siempre están sucediendo cosas y la aventura no para de avanzar, impidiendo que nos aburramos o que se nos hagan demasiado largas algunas partes, lo que va en consonancia con unas secuencias de acción muy espectaculares y con buenos efectos especiales que captan a la perfección la velocidad del personaje. Quizá la recta final resulte un poco apresurada (valga la ironía) y nos hubiese gustado un clímax más desarrollado e intenso, pero no podemos decir que no nos lo hayamos pasado realmente bien con sus persecuciones y "combates".
Cuidando al fan
A pesar de tratarse de una película familiar, sus productores no se han olvidado de incluir decenas de easter eggs y guiños para los fans de toda la vida. De hecho, nos ha sorprendido muchísimo no solo la enorme cantidad de ellos que hay, sino lo bien integrados que están. En vez de aparecer de forma forzada y evidente, el equipo ha sabido colocarlos sutilmente a lo largo de toda la película para que nunca se sientan fuera de lugar. Además, estos son de todo tipo y encontraremos referencias a memes, ideas descartadas, bocetos de los primeros juegos, sonidos y canciones (mucho oído a las primeras notas que escucharéis al aparecer los logos de Paramount y Sega), etcétera. Es un auténtico festín que justifica por sí solo que le demos algún que otro revisionado para encontrarlos todos, algo que alcanza su máxima expresión con sus maravillosos títulos de créditos, con los que más de uno y de dos echaréis la lagrimilla de nostalgia con total seguridad.
¿Habrá secuela?
Sobre si habrá una secuela o no todavía es algo pronto para decirlo, ya que Paramount no ha confirmado nada todavía, aunque tal y como sugieren sus escenas postcréditos y algunos puntos que quedan sin resolverse en la trama, todo apunta a que sí. No podemos dar más detalles sobre esto sin caer en spoilers, pero os animamos a que no os mováis de vuestro asiento hasta que termine la primera tanda de créditos, ya que estamos seguros de que os vais a emocionar muchísimo con la escena que hay tras ellos, especialmente a poco que seáis fans de este universo. A nosotros, desde luego, nos tienen ya deseando el anuncio de una segunda parte. De todos modos, no os preocupéis, la historia que tiene lugar en el film queda cerrada y las pistas que nos dan para el futuro hacen referencia a una aventura nueva y diferente.
Un buen entretenimiento
No nos engañemos: Sonic La Película no se va a llevar ningún Oscar ni es un peliculón que nos vaya a cambiar la vida, pero ni lo pretende ni necesita serlo. No todo tiene que ser El Padrino, Parásitos o películas de culto que eleven el séptimo arte a nuevas alturas. A veces, simplemente nos apetece ver a un erizo azul corriendo a toda velocidad por la pantalla y sacando de quicio a un científico loco obsesionado con acabar con él mientras nos narran una historia inocente, despreocupada y entrañable sobre la amistad y la importancia de tener buenos amigos, y todo ello acompañado por un humor muy sano, buena música, mejores interpretaciones y espectaculares secuencias de acción.
Y ese es un tipo de cine tan válido como los demás, a pesar de que no siempre se consigue hacer del todo bien. Por suerte, esta vez Paramount ha dado en el clavo y lo que tenemos es un entretenimiento de calidad y que, ante todo, consigue divertirnos. Nada más, ni nada menos. Probablemente, lo mejor que podemos decir sobre la película es que los niños, el auténtico público al que va dirigida, salieron de la sala corriendo por los pasillos y gritando entusiasmados que son como Sonic, mientras que los demás, los adultos que una vez soñamos con correr por las bellas praderas de Green Hill recogiendo anillos y realizando loopings, salimos con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.