En esto de los videojuegos las secuelas son inevitables. Cada vez que una propiedad intelectual tiene éxito, la maquinaria de las editoras se ponen en marcha para proponer la creación de nuevas entregas. Lo hemos visto en numerosas ocasiones y a veces deriva en el propio hastío de las sagas. Pocas saga (Final Fantasy, Tomb Raider, GTA) pueden permitirse el lujo de sobrevivir al paso de las décadas y las que lo consiguen, no lo hacen sin sacrificios y episodios que mejor debemos olvidar.
Sabemos que acertar con los gustos de los jugadores (cada vez más exigentes) cuando se viene de un episodio anterior al más altísimo nivel no es fácil. Algunos estudios desarrolladores lo consiguen mientras que otros tienen que agachar la cabeza y reconocer que han metido la pata. Por suerte, el reciente Prey nos ha demostrado que puede producirse justo lo contrario, pero secuelas malas llevamos conociendo desde hace años, así que dedicamos este reportaje a repasar esas segundas, terceras, o cuartas partes que nunca fueron buenas.
Bioshock 2
Si un estudio de desarrollo trabaja de manera excepcional en un producto, no es lógico que te plantees cambiarlo. Es lo que no pensó 2K Games en su momento cuando cedió la producción de Bioshock 2 a 2K Marin y no la puso en manos de Irrational Games, creadores del excelente primer juego. Todo tiene su explicación: Ken Levine tenía otra idea en la cabeza, quería comenzar a desarrollar su siguiente distopía, Bioshock Infinite, y se puso manos a la obra. Sin ser un mal juego, Bioshock 2 nos permitió conocer la otra cara de Rapture, aunque perdió parte de la personalidad que hizo grande a la primera entrega de la saga, principal motivo que lleva a los fans a no tenerle tanto aprecio.
Mass Effect: Andromeda
El caso de Mass Effect: Andromeda lo tenemos muy fresco, tanto que se rumorea que la saga puede estar congelada temporalmente por Electronic Arts ante los resultados inesperados de la cuarta entrega. Desarrollado por BioWare Montreal y con una nota media que oscila entre el 7 y el 8, este reenfoque de la serie sin Shepard ha sufrido las consecuencias de perder a su protagonista y a gran parte del equipo creativo original. Es un título correcto, que a pesar de sus errores puede atraparnos durante una buena cantidad de horas, pero al que le pesa la sombra de la primera trilogía demasiado, por lo que para la mayoría de los seguidores de la serie ha sido una decepción inesperada.
Fable 3
Hace unas semanas dedicamos un reportaje a repasar los mayores faroles de la industria del videojuego, esto es, las veces que las compañías nos han hecho grandes promesas que no han podido cumplir. Peter Molyneux, como era de esperar, ocupaba un espacio privilegiado en aquel muro de las lamentaciones, y viene que ni pintado para esta nueva recopilación por sus promesas eternas. De su saga predilecta, Fable, nos quedamos con el tercer episodio como la entrega que más decepcionó. Pese a ser un juego entretenido, no estaba a la altura de las dos entregas anteriores. Además, la faceta de ser rey, gran promesa de Molyneux, terminó rozando el fiasco por la falta de opciones.
Duke Nukem Forever
Duke Nukem Forever pretendió durante los diez años de su desarrollo convertirse en el rey de los shooters, pero acabó pegándose un tortazo comercial imponente que bien valdría por un pase directo a la primera posición de las peores secuelas jamás creadas. Gearbox Software se llevó la peor parte, pero lo cierto es que se encontraron con un juego que había cambiado de manos varias veces, con una fase de preproducción tremendamente larga y dispar. De los desarrollos largos tan prolongados rara vez sale algo bueno y éste es el mejor ejemplo. Salió a la venta en 2011 y desde entonces la saga no ha conseguido recuperarse de aquel tropezón.
Turok Evolution
Turok representa el ejemplo de una saga con bastante solera venida a menos por el paso del tiempo. Tras su caminar exitoso por los circuitos de Nintendo 64, la licencia de Acclaim puso rumbo a la siguiente generación de consolas y PC, y lo hizo de la mano de Turok Evolution, que hacía las veces de precuela. Todo pintaba bien hasta que el shooter llegó a las tiendas demostrando que tener una legión de seguidores puede ser malo si metes la pata. Aquel juego de acción fue descafeinado, presentó una inteligencia artificial desfasada y un hilo argumental poco trabajado. Fue un paso atrás en una serie que todavía, quince años después, sigue soñando con su bonito pasado.
Resident Evil 6
Hasta las sagas más emblemáticas del videojuego tienen secuelas para olvidar. Capcom con Resident Evil podría configurar un palmarés de títulos poco recomendados dentro de su universo, especialmente en lo que respecta a spin-off (Survivor, Dead Aim), pero tampoco hay que ir muy lejos de la trama principal para encontrar un título fácil de olvidar. Hablamos de Resident Evil 6, el que hasta la fecha ostenta el galardón de título más caro de producir en toda la licencia (recordemos: empleó a varios centenares de personas, según Capcom). La aventura por el mundo de Leon, Chris, Ada Wong y compañía está considerada como una de las entregas más impersonales de toda la serie.
Devil May Cry 2
También en el catálogo de juegos de Capcom contamos con otra secuela que jamás debió salir de sus oficinas. Es Devil May Cry 2. Se presentó como una grata oportunidad de seguir con la serie de acción en PlayStation 2, pero acabó siendo un videojuego descafeinado y que no estaba a la altura de la primera parte. ¿A qué se debió este cambio inesperado? Motivos seguro que existen muchos y a buen seguro que están guardados en privado en la alcoba de Capcom, pero que Hideki Kamiya, artífice de la saga, dejara la dirección y Shinji Mikami, inspirador, la producción seguro que tuvo mucho que ver.
Star Wars: El Poder de la Fuerza 2
Star Wars: El Poder de la Fuerza 2 representa un buen ejemplo de título que se estrena en el mercado porque su primera parte ha funcionando de forma óptima en términos de ventas, pero que pierde la visión que hizo a los jugadores quedar conquistados por el juego original. LucasArts estrenó un proyecto pobre en cuanto a contenidos en comparación con su predecesor, incapaz de cautivar a los usuarios con su historia y con un apartado jugable demasiado continuista. Resulta singular que la versión para Wii, inferior en lo técnico, consiguiera mejores valoraciones que sus supuestas hermanas mayores.
Dragon Age II
Mass Effect: Andromeda no es el primer tropiezo de BioWare en lo que respecta a nuevos episodios de sus licencia predilectas. Dragon Age II sirvió para abrir este melón en el estudio adquirido por Electronic Arts, que tras una primera parte brillante que actuó como digna sucesora de Baldur's Gate, presentó una secuela que sacrificó demasiados elementos para conseguir atraer a más público. Dragon Age II redujo su complejidad, mermó la capacidad de decisión moral del jugador y enfocó su sistema de combate a derrotaros más directos. Aquella experiencia sirvió al estudio para escuchar a la comunidad.
Sonic: The Hedgehog
Sega no se libra de formar parte de esta biblioteca de secuelas que mejor debían quedarse en casa. Hasta el año 2006 tenemos que viajar para cruzarnos con Sonic: The Hedgehog, una de las entregas más toscas, olvidadas y nefastas de la saga del erizo. El juego tenía un sistema de control tosco, estaba falto de personalidad y enfocaba su cámara a lugares inesperados. Con una nota media de suspenso y un desarrollo bastante desestructurado, Sega nos obsequió con un episodio digno del peor de los olvidos porque debes querer mucho al emblemático erizo azulado para que este capítulo te parezca buen juego.
Bomberman Act Zero
A veces sí que es cierto eso que dice la canción de que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor, sentencia cien por cien aplicable a Bomberman Act Zero, el primer episodio de la saga del bombardero retro destinado a la anterior generación de consolas, en concreto a Xbox 360. Hudson y Konami pensaron que sería buena idea cambiar la apariencia del personaje por algo más moderno, maduro y adulto, y transformaron a Bomberman en una suerte de Iron Man descafeinado que a duras penas supera el 3 de nota media en Metacritic.
Driv3r
Competir contra Grand Theft Auto es prácticamente imposible. Ni una sola saga ha conseguido hablar de tú a tú con la licencia de Rockstar Games y lo que lo han intentado, han tenido que abrirse su propio camino (caso Saint's Row con el cambio de temática). Driver es una de esas licencias "víctimas" del poderío de la desarrolladora del mundo abierto por excelencia, y cuenta en su tercer episodio (Driv3r) con un ejemplo de entrega poco recordada por no merecerlo. Fue un juego incapaz de alcanzar la calidad de los anteriores y que sufrió las duras y siempre odiosas comparaciones con GTA San Andreas.
Super Mario Bros. 2
La historia de Nintendo también cuenta con secuelas que no han estado a la altura de sus predecesores, y en el ADN de la compañía japonesa encontramos una cadena que se ha repetido en varias ocasiones hace décadas. Es la que hace que, sin razón aparente, la secuela de un juego de éxito termine siendo un juego totalmente diferente. Así vimos nacer Super Mario Bros., el que posiblemente sea el juego de plataformas del fontanero más extraño de todos los tiempos. Pero aquello tiene su historia. Super Mario Bros. 2 fue una versión de Yume Kōjō: Doki Doki Panic, título diseñado al margen del universo del fontanero que fue transformado en su secuela para el mercado norteamericano, incorporando elementos de la licencia nintendera. El caso es que ha pasado a la historia como la secuela de un juego legendario, aunque siendo puristas podríamos considerar a Super Mario Bros. 3 como su verdadero sucesor, una plataformas que también está en el Olimpo de los videojuegos.
Zelda 2: The Adventure of Link
En ese movimiento extraño de convertir la secuela de un juego de éxito de los ochenta en lo que no es nació Zelda 2: The Adventure of Link, título para NES que cambió la perspectiva y la forma de jugador de la propuesta original.
Su perspectiva lateral logró que los jugadores vieran el perfil de Link de otra forma. Para algunos, se trata de un juego que se salió de su cascarón previsible para innovar. Para otros, es una de las entregas más criticables de la saga. Ahora está disponible a través de la eShop para sistemas actuales como Nintendo 3DS.
Banjo-Kazooie: Baches y cachivaches
Cuando Microsoft anunció la adquisición de RARE, se cerró una etapa memorable de la compañía productora de grandes obras de Nintendo dejando atrás licencias como Donkey Kong, en manos de la firma japonesa, y cambiando de propietario otras como Perfect Dark, Killer Instinct y Banjo-Kazooie. Esta última tuvo una nueva oportunidad de renacer con Baches y Cachivaches, entrega que no solo sorprendió por su nombre, sino por sus mecánicas de exploración y construcción de vehículos. De nuevo, la sombra alargada de los juegos originales afectó a su recepción, y aunque fue una aventura bastante original y atrevida, todos esperábamos algo muy diferente.
Perfect Dark: Zero
En el universo de las licencias de RARE también contamos con otra entrega renacida de la nada y que registró un éxito inferior a sus antecesores tanto en ventas como en crítica. Se trata de Perfect Dark: Zero, juego que se vendió como el retorno de la célebre agente Joanna Dark, pero que terminó confirmándose como un juego de acción algo descafeinado que no alcanzó la excelencia del episodio original de Nintendo 64. Sus valoraciones medias giraron en torno al notable bajo, que no es una calificación desdeñable, pero que se mantuvo por debajo de las previsiones de los jugadores.
Medal of Honor: Warfighter
Ahora que estamos en pleno apogeo de los videojuegos ambientados en las guerras mundiales con el anuncio de Call of Duty: WWII y la consolidación de Battlefield 1, viene que ni pintado recordar la saga Medal of Honor, pero no precisamente por los logros conseguidos por esas primeras entregas cimentadas en las ideas de Steven Spielberg, sino por su episodio peor valorado, Medal of Honor: Warfighter. Danger Close Games se encargó de su producción siguiendo los pasos de una anterior entrega inmediata que sí cuajó, pero cometió errores conceptuales que nos invitaron a hacer borrón de aquella experiencia. La "cuenta nueva" no parece que en Electronic Arts estén dispuestos a aplicarla en estos momentos.
Gears of War: Judgement
Tenemos cinco juegos de Gears of War en el mercado y la media de calidad es alta, pero como suele suceder en todas las familias, la saga de Epic Games también tiene sus ovejas negras. La nota la da Gears of War: Judgement, último episodio estrenado en Xbox 360 que fue desarrollado por People Can Fly bajo la supervisión de Epic Games. A pesar de mantener sus mecánicas de acción en tercera persona, el cambio al toque más arcade dejó descolocados a los seguidores de la serie.
Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad
Hasta Lara Croft tiene episodios oscuros en su prolongada carrera como heroína de los videojuegos. El más turbio por muchos motivos es Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad, primer episodio de la saga destinado a PlayStation 2 y PC que trató de innovar tras el éxito de sus múltiples capítulos durante la era de PSX. Aquella versión oscura y ‘emo’ de la arqueóloga no hizo migas con sus seguidores que no terminaron alabando el trabajo de Core Designs (de media tiene un suficiente raspado en los análisis). Después vino el remake de Tomb Raider, Legends y el reinicio, todos aciertos.
Mirrors Edge Catalyst
Mirror's Edge es una de esas licencias fetiche que cuenta con seguidores en todo el mundo. El problema es que no son los suficientes como para justificar un flujo constante de juegos. Tampoco es lo que necesita esta licencia de exploración y parkour en primera persona cuyo máximo emblema es su personalidad. Tardamos años en recibir una secuela (Mirror's Edge: Catalyst) que para la desgracia de los seguidores de Faith y de sus benefactores en Electronic Arts y DICE, no cumplió con las expectativas. Es difícil que volvamos a ver a la runner protagonizando un videojuego en el futuro.
Tony Hawk 5: Pro Skater 5
Dentro del panorama del skate virtual Tony Hawk sigue sin tener quien le haga sombra a pesar de que uno de sus últimos juegos no dejó con un sabor de boca bastante agrio. Tony Hawk 5: Pro Skater 5 tiene una media de tres sobre diez en sus análisis, cifra que lo dice todo. El juego de Robomodo salió al mercado plagado de fallos técnicos, bugs, inestabilidades y un acabado visual que no representaba el avance del hardware de los últimos años. Todo el juego sufría un desfase temporal de varios años.
Castlevania: Lords of Shadow 2
Mercurysteam hizo un notable trabajo con Castlevania: Lords of Shadow, su visión particular made in Spain de la saga de Drácula creada por Konami. La primera parte de la licencia tuvo buenos ingredientes (arte, banda sonora, narrativa, etc.) que no terminaron de converger en la secuela. A pesar de ser más espectacular, más prometedora y más ‘hollywoodiense’, el equipo de Enric Álvarez cometió ciertos pecados jugables (la rata siempre será recordada) poco perdonables por la audiencia que rebajaron el nivel en comparación con el primer episodio de la saga.
Sonic the Hedgehog 4
Cuando Sega anunció Sonic The Hedgehog 4, divido por episodios y en formato descargable, todos pensamos que nada podía salir mal. Iba a ser un juego clásico del erizo, algo que no venía nada mal después del fiasco de Sonic 2006, pero acabó dejándonos bastante fríos por razones como su estructura y una dificultad que no distaba mucho de los cánones que habían hecho grande al personaje. A pesar de ser un juego correcto, el desgaste de la comunidad esperando cada nueva iteración terminó pasándole factura.