Zack Snyder, director que levanta pasión y odio a partes iguales, amasó una buena base de fans y seguidores acérrimos tras su paso por el universo DC en Warner Bros. con Henry Cavill, Ben Affleck y Gal Gadot como estrellas principales de su Liga de la Justicia, postulándose como uno de los cineastas más importantes del blockbuster superheroico contemporáneo. El impacto de sus filmes de superhéroes fue tal que hasta día de hoy se siguen publicando productos relacionados con sus historias de Superman, Batman, Wonder Woman, Flash y, por supuesto, Aquaman, quien cierra el círculo del conocido Snyderverse para dar paso a la nueva etapa de James Gunn y Peter Safran. Después de su polémica marcha de Warner, y tras publicar su versión de La Liga de la Justicia, el cineasta especializado en adaptaciones de cómic asentó su laboratorio creativo en Netflix para dar pie a dos nuevos universos cinematográficos: Ejército de los Muertos y Rebel Moon.
Habiendo salido airoso de su filme de no-muertos con Dave Bautista como estrella principal, Snyder estrena la primera parte de Rebel Moon, 'La niña del fuego', con un objetivo en mente: desafiar a Star Wars y crear una nueva saga referente dentro de la ciencia ficción. Es bien sabido que este producto, que estrenará su secuela en 2024, se creó originalmente como una obra que iba a formar parte de La guerra de las galaxias, pero su tono, trama y planteamiento no terminó de encajar con los estándares de Disney y Lucasfilm y Snyder optó por convertirse en la "competencia" de George Lucas. Rebel Moon prometía ser una especie de Star Wars para adultos con cantinas repletas de criminales chungos y sexo, escenas de acción cargadas de sangre y violencia y con una historia más oscura, dura y cruel. Sin embargo, la primera parte de Rebel Moon ha terminado siendo un mare magnum de criaturas, personajes y secuencias de acción en cámara lenta que podrían ser un grave problema para Netflix a la larga.
Rebel Moon no logra despegarse lo suficiente de Star Wars y termina siendo una obra poco original con una trama precipitada y poco pulida
A grandes rasgos, 'La niña del fuego' sigue a pies juntillas los esquemas narrativos vistos en Star Wars, presentando una historia sencilla en la que una pequeña rebelión busca aliados para plantar cara a un imperio opresor e invasor que se encarga de destruir y dominar todos los mundos con los que se topa. El libreto de Snyder, escrito por Shay Hatten, Kurt Johnstad y él mismo, cae en el error de imitar demasiado lo visto en la saga de George Lucas mostrando un conglomerado de elementos reciclados muy manidos. El filme del responsable de '300' dialoga constantemente con la 'Rogue One' de Gareth Edwards quedándose siempre varios peldaños por debajo del talentoso director de The Creator, siendo Snyder, en esta ocasión, incapaz de dotar de espíritu y alma aventurera su "gran epopeya de ciencia ficción" que, a pesar de querer ser una Star Wars para mayores de edad, sigue contando lo mismo de siempre, solo que con su claro y marcado estilo directivo frenando y prácticamente pausando las escenas de acción sin perder detalle de ningún abdominal o bíceps que aparece en pantalla.
El repertorio de personajes de Snyder, encabezados por una Sofia Boutella fantástica, no logran convencer y su desarrollo es extremadamente pobre a pesar de contar con un elenco de estrellas potente (Charlie Hunnam, Djimon Hounsou o Michiel Huisman, de entre otros), de igual forma que la puesta en escena de los diferentes mundos que visitamos a lo largo del metraje. Se palpa de forma constante que Rebel Moon quiere correr antes de aprender a gatear, y eso nunca son buenas noticias.
'La niña del fuego' es una concatenación de presentaciones precipitada que se compagina con un puñado de escenas de acción, un tanto vacías y carentes de intensidad, con la intención de introducir al espectador en una vastísima ciencia ficción obsesionada por los entornos áridos y desérticos que peca de querer ofrecer frames de corte comiquero de forma continúa. Eso sí, Rebel Moon es un filme hecho a medida para aquellos que aman la cinematografía del cineasta, porque precisa de todos los elementos habituales de su filmografía: entornos de baja iluminación y pasados por filtro, tiroteos de corte de videojuego y desenlaces espectaculares y explosivos.
La primera parte de Rebel Moon deja mucho que desear y se queda a medio gas en la mayor parte de sus aspectos. Zack Snyder ha demostrado tener gran mano para las adaptaciones, pero la cosa se tuerce un poco cuando toca echar mano de la imaginería propia (o no tan propia en este caso, porque se pueden identificar fácilmente qué planetas y personajes de Rebel Moon se inspiran en Star Wars) y crear un universo tan grandioso de ciencia ficción no es tan fácil como parece. Esto es solo la primera parte del relato, por lo que queda por ver cómo avanzarán los acontecimientos en la siguiente entrega que, por supuesto, se estrenará en Netflix. De momento, no obstante, Rebel Moon se queda como un quiero y no puedo con demasiadas imprecisiones narrativas que lastran el conjunto.
Hemos visto 'Rebel Moon Parte 1: La niña del fuego' en adelanto gracias a la cortesía de PR Garage y Netflix.
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