Los mejores juegos indies de 2019

Ha sido un buen año para los videojuegos en general, pero el panorama independiente ha brillado renovando géneros y ofreciendo ideas inéditas con una originalidad rompedora.
Los mejores juegos indies de 2019
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La escena independiente del videojuego está más convulsa que nunca en este 2019. Los catálogos de las tiendas digitales están cada vez más congestionados, impidiendo que obras que se merecen un hueco en el escaparate queden tapadas por clones, copias y títulos baratos de originalidad inexistente. Cada vez es más complicado acceder a Steam o a la Nintendo eShop para dar con el siguiente descubrimiento, por mucho que se intenten modificar algoritmos y páginas principales para solucionar la situación. La minimalista Epic Games Store se ha establecido este año como un portal al que le faltan funciones, pero donde se pueden descubrir juegos indies avalados por el equipo de la tienda. Lo mismo ocurre con el recién estrenado Apple Arcade, una suscripción que está devolviendo la creatividad que definió al juego para dispositivos móviles en el inicio de la década; un panorama similar al que vemos en el catálogo de Xbox Game Pass.

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En esta situación, donde se desarrollan y publican más juegos independientes que nunca, habrá algunos de altísima calidad que lamentablemente hayan pasado desapercibidos tanto por crítica como por público. Pero entre los muchos que sí han entrado en nuestro radar hay varios destacan.

Algunos se merecen un hueco en este artículo por haber sido capaces de retorcer con éxito las concepciones de un género, varios porque directamente lo han inventado, y otros directamente porque son tremendamente divertidos.

Wargroove

Los aficionados de Advance Wars llevaban huérfanos desde hace años de una nueva entrega de la serie de Intelligent Systems, ahora centrados por completo en Fire Emblem. Este juego de estrategia por turnos financiado por Kickstarter tiene sus flaquezas, como una curva de dificultad en ocasiones muy dura, pero Chucklefish da con Wargroove justo lo que querían los fans de aquel y más, al añadir un editor de niveles, un completo modo online y modos Arcade y Puzle. Estrategia para muchas semanas.

Katana Zero

Es fácil pensar "otro juego pixel art más de acción lateral" a ver una captura de pantalla del juego. Es normal: el género está sobreexplotado en la escena independiente. Pero al poner un vídeo del juego, o al manejarlo, uno de se da cuenta de que Katana Zero es más que el equivalente a Hotline Miami de la acción bidimensional. Controlando a un samurái en un mundo oscuro iluminado por el neón y la sangre, completamos niveles donde nos matan de un solo disparo en los que hay que pensar el orden y el modo en el que acabar con los enemigos, usando para ello un tiempo bala que ralentiza la acción para que podamos hasta devolver balas con la espada. El diseño de niveles es muy bueno, la experiencia es frenética y la narrativa es magistral no solo por su historia, sino por cómo está contada.

Blasphemous

Recogiendo el folclore, imaginería y mitos de la religión católica española, los sevillanos de The Game Kitchen han construido un metroidvania con más elementos de Castlevania que de Metroid, con bastante inspiración en Dark Souls, y pese a las comparaciones, con mucha personalidad. El diseño de niveles va de lo correcto a lo magistral, los enemigos son variados y su diseño tan blasfemo como el resto del título, el pixel art empleado es magnífico casi siempre y los fragmentos de contexto argumental que encontramos en las descripciones arman un mundo aterrador en el que se lleva creyendo 2000 años.

Sayonara Wild Hearts

Simogo ha creado un nuevo género: el álbum musical jugable. En Sayonara Wild Hearts el electro-pop se mezcla con un apartado visual que juega constantemente con las formas, la percepción y el color; y con un avance automático por unos niveles que no paran de hacer y deshacer mecánicas que solo requieren pulsar el botón (o la pantalla) en el momento justo; todo ello para contar una historia de desamor y superación del rechazo marcada por el ritmo, la espectacularidad y la imaginería astral. Una de las experiencias más gratas de este año.

Disco Elysium

Despiertas en la habitación destrozada de un hotel. No recuerdas quién eres, ni dónde estás; no sabes nada del mundo que te rodea. Pero no porque seas un héroe amnésico que llega para salvar el mundo, sino porque eres un detective borracho y drogadicto que aún huele a whisky y que se ha meado encima. El estudio ZA / UM retuerce, pervierte y mejora lo que entendemos como juego de rol, ofreciéndonos un mundo tan real como deprimente, mecánicas de diálogo que nos permiten rolear de verdad y el guion mejor escrito que nos hemos encontrado nunca en un videojuego.

Baba is You

Los juegos de puzles se basan en un conjunto de reglas que se van complejizando con el tiempo, en ocasiones interactuando entre ellas, para ofrecer al jugador una serie de rompecabezas que resolver. La originalidad de Baba is You reside en que la solución de sus puzles se basa en alterar las reglas. En los escenarios encontramos bloques móviles que representan sujetos, verbos y adjetivos. Moviendo esos bloques nos vamos abriendo paso por el nivel hasta alcanzar la bandera que marca habitualmente la victoria. Por supuesto, la fórmula se va haciendo cada vez más complicada a la vez que la satisfacción de completar un nivel se acrecienta.

Slay the Spire

Slay the Spire mezcla el roguelike con los JCC. Avanzamos por un mapa con caminos divergentes en el que cada encuentro se resuelve con nuestro mazo, en el que añadimos, eliminamos y mejoramos cartas tras los enfrentamientos más importantes. Pero llegar al final de la mazmorra generada proceduralmente nos obligará a aprendernos los patrones de ataques de los enemigos y jefes finales, a crear estrategias para contrarrestarlos y a repetir una y otra vez el camino. Y cuando por fin vemos los títulos de crédito, todavía tenemos otros dos personajes con mazos y estrategias totalmente distintos para repetir.

Outer Wilds

Desde que en 2015 ganara el Independent Game Festival, Mobius Digital ha estado puliendo y profundizando en el diseño de Outer Wilds, un título tremendamente original que nos pone a explorar con nuestra nave un sistema solar antes de que un cataclismo lo destruya todo cada 21 minutos. Así, poco a poco vamos descubriendo los distintos planetas, las historias detrás de ellos y de sus habitantes, y vamos encajando las piezas necesarias para intentar parar el cataclismo.

Pikuniku

Pikuniku es uno de esos títulos que se juegan constantemente con una sonrisa en la boca. El protagonista, un monstruo que acaba de salir de una caverna, se mueve de manera graciosa y aterroriza a los habitantes de un mundo que se acaban encariñando con él conforme les ayudamos a luchar, resolviendo puzles y plataformas por el camino, contra una empresa que los engaña para robarle sus recursos naturales. Un juego simpático, divertido y cálido.

Grindstone

Capybara Games, los creadores de Superbrothers: Sword & Sorcery y Below, saltaron a la fama en 2008 con el juego de iPhone Critter Crunch. Más de una década después vuelven a un mercado móvil repleto de estrategias de monetización y cajas de botín en el que la originalidad se deja de lado. No para Capybara. Grindstone se estrenó en el Apple Arcade sin hacer mucho ruido, pero ofreciendo uno de los mejores juegos de puzles disponibles en móviles, con un diseño visual animado, un loop de gameplay muy bien pensado y más de un centenar de niveles en los que acabar con bichos y criaturas raras.

Untitled Goose Game

El juego del ganso. Probablemente el título independiente más mediático de este 2019, pero no sin motivo. Untitled Goose Game se basa en el humor slapstick, ese que impregnaba el cine de principios del siglo XX con golpes, caídas y persecuciones graciosas. En la piel de un malvado ganso, vamos resolviendo situaciones en distintos escenarios de un tranquilo pueblo que se basan, simplemente, en generar el caos: tirarle el rastrillo al jardinero al lago para que se moje al recogerlo, retirarle el taburete a un señor que se iba a sentar, quitarle las alpargatas a un hombre que lee tranquilamente su periódico… La música, el movimiento del ganso y de los personajes, la estética minimalista y el hecho de que haya un botón para graznar generan un breve, pero graciosísimo juego.

Observation

¿Cómo sería ver 2001: Una odisea en el espacio desde el punto de vista de HAL 9000? Algo similar es lo que plantea Observation, una aventura narrativa futurista que nos pone en el papel de una inteligencia artificial en una nave espacial. Las mecánicas y puzles que se nos plantean aportan variedad a una historia contada excelentemente, apoyada en todo momento por un diseño de interfaz que nos envuelve y que aporta una atmósfera exquisita con un apartado visual apabullante.

Cadence of Hyrule

Los creadores del roguelike Crypt of the Necrodancer colaboran con Nintendo para dar vida a un juego que sigue la misma premisa que el anterior, pero en el mundo de The Legend of Zelda. Cadence of Hyrule es un título en el que avanzamos por su mundo y mazmorras derrotando a enemigos variados y un buen puñado de jefes finales, pero en el que todos nuestros movimientos deben ir acompasados al ritmo de una banda sonora genial. Un imprescindible para los fans de Zelda y para los seguidores de los juegos de ritmo.

Blazing Chrome

Todo en Blazing Chrome recuerda a la época de los run and gun de los años 80 y 90: desde el diseño de sus protagonistas cibernéticos a los sprites de los enemigos, pasando por unos jefes finales gigantescos y los rayos de color que disparan las armas. Los niveles son variados, la acción es frenética, se puede jugar en cooperativo, la música nos hace sentir como si estuviéramos en un salón recreativo, y la dificultad es adecuada para todo tipo de jugadores. No innova, pero es toda una sorpresa de este 2019.

Lonely Mountains: Downhill

Los juegos protagonizados por las bicicletas de montaña no son demasiados habituales en los tiempos que corren, y este Lonely Mountains: Downhill aporta su granito de arena en un género que tuvo bastantes exponentes en los 32 bits. Downhill nos propone descender bellas montañas low poly, desde una perspectiva que busca ofrecer vistas preciosas, y con un control muy refinado, algo necesario para cumplir los distintos retos que nos proponen los 16 trazados disponibles. Un título que puede ser tanto relajante como desafiante, pero que siempre es bonito.

Amid Evil

Los creadores del aclamado Dusk nos ofrecen con Amid Evil una vuelta a los shooters de temática fantástica de los 90, incluso en su estética. Armados con utensilios que pueden disparar a distancia, como un tridente, o golpear cuerpo a cuerpo, como una maza, el objetivo no es otro que derrotar a monstruos y jefes finales en unos niveles que se vuelven por momentos completamente frenéticos cuando la pantalla se llena de enemigos.

Supraland

Desarrollado por una sola persona, Supraland nos ofrece una aventura de puzles literalmente es un sandbox, una caja de arena en la que controlamos a un personaje en miniatura en un mundo abierto bien diseñado en el que no pararemos de conseguir herramientas y habilidades para resolver los rompecabezas que nos propone. Su apartado audiovisual cálido y ameno nos motiva a explorar para encontrar más puzles y objetos con los que resolverlos. Lamentablemente, su combate es tosco y repetitivo, pero no ensucia demasiado una de las experiencias más agradables de este año.

Devotion

Un survival horror en primera persona en el que exploramos una inquietante casa a través de distintas líneas temporales. A pesar de ser un título centrado en la búsqueda de objetos y sin enemigos, Devotion gestiona de manera muy acertada su ritmo y la tensión para asustarnos en el momento justo. La historia, ambientada en el hogar de una familia taiwanesa en los años 80, nos mantendrá interesados durante toda una aventura que tiene elementos de títulos tan dispares como P.T. y The Evil Within.

Fran G. Matas
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