Los 13 mejores beat 'em up o 'yo contra el barrio' de la historia

Nos liamos a guantazos virtuales para rememorar algunos de los mejores 'yo contra el barrio' de la historia.
Los 13 mejores beat 'em up o 'yo contra el barrio' de la historia
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A finales de los años 80 y especialmente durante la primera mitad de los 90, los beat 'em ups se convirtieron en uno de los géneros de moda tanto en consolas como en los salones recreativos. Y no es para menos, ya que hablamos de una época repleta de juegazos y de lanzamientos de calidad en la que muchos de ellos se convirtieron en clásicos instantáneos que todavía seguimos recordando y rejugando con mucho cariño.

Por desgracia, tras esta edad dorada, el género quedó en el olvido y mutó en otras direcciones, convirtiendo los "yo contra el barrio" en un bien preciado y escaso que rara vez nos da alguna alegría. Para gozo de los que crecimos repartiendo mamporros virtuales, ha regresado y con mucho acierto Streets of Rage, una de las sagas más míticas y queridas de Sega, con su cuarta entrega, un esperado retorno de una serie que lleva sin dar señales de vida desde Mega Drive.

Por ello, hemos querido celebrar y honrar el noble arte de dirimir conflictos a base de guantazos con este reportaje especial dedicado a nuestros beat 'em ups puros favoritos. Evidentemente, hay tantos juegazos que no nos han cabido todos los que nos gustaría, así que os animamos a que compartáis con nosotros cuáles recordáis con más cariño y a cuáles seguís echándole alguna que otra partida por más años que pasen.

Renegade (Technos Japan, 1986)

Empezamos nuestra lista con un clásico que no hemos incluido por ser de los mejores exponentes del género, sino por su importancia para el mismo, ya que fue uno de sus principales precursores y el que puso muchas de las bases que acabarían dándole forma. Hablamos de Renegade (Nekketsu Koha Kunio-kun en Japón), un título desarrollado por Technos Japan en el que debíamos liarnos a tortas con todos los pandilleros que saliesen en nuestro camino. Como podréis imaginar, todo era muy básico, desde los controles hasta nuestras posibilidades jugables, y las fases consistían únicamente en una arena que debíamos limpiar antes de pasar a la siguiente pantalla (en total, el juego no duraba mucho más de 10 minutos), pero puso sobre la mesa esa particular perspectiva que nos permitía movernos en diversos niveles de profundidad mientras nos enfrentábamos a montones de enemigos, cimentando los pilares de todo lo que vendría después.

Double Dragon (Technos Japan, 1987)

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Si Renegade es el abuelo de los "yo contra el barrio", Double Dragon sería el padre, ya que fue el juego que terminó de definirlos y el que desataría la fiebre por ellos, inspirando a montones de compañías y estudios. A nivel jugable y temático era muy parecido a su predecesor directo, pero amplió su fórmula con fases por las que debíamos avanzar y que contaban con un principio y un final, en vez de limitarse a ser una única arena. Además, los controles y gráficos estaban mucho más pulidos, se introdujo la posibilidad de recoger armas del suelo y, lo más importante, se añadió la posibilidad de jugar en cooperativo en compañía de otro jugador, una característica que pasaría a convertirse en toda una seña de identidad prácticamente imprescindible del género. Además, también se atrevió a añadir un mínimo de plataformeo, cierta interactividad con los escenarios y un buen puñado de trampas que debíamos evitar y aprender a usar en nuestro favor. Todo un clasicazo de las recreativas al que el paso del tiempo no le ha sentado demasiado bien, pero que debía estar en este reportaje sí o también debido a su importancia histórica no solo en el género, sino en la industria del videojuego en general.

Golden Axe (Sega, 1989)

Pasamos de las luchas callejeras a un juego que supo darle una vuelta de tuerca a la ambientación más común del género para llevarnos a un mundo de fantasía épica medieval: Golden Axe. Una auténtica leyenda de Sega en la que podíamos lanzar grandes hechizos a modo de habilidad definitiva, cabalgar sobre dragones, patear gnomos y luchar contra temibles esqueletos, características que junto a su temática, banda sonora y gráficos le dieron una personalidad única y muy marcada. Un juego muy divertido y que nos hizo pasar grandes momentos encarnando a Ax Battler (el guerrero), Tyris Flare (la amazona) y Gilius Thunderhead (el enano). Además, contó con una gran conversión a Mega Drive y ordenadores que nos permitió disfrutar de sus intensos combates desde la tranquilidad de nuestro hogar y sin dejarnos la paga de la semana intentando llegar al final.

Final Fight (Capcom, 1989)

Si hay una compañía que nos ha dado infinidad de joyas de este género, esa es Capcom, tal y como quedó demostrado desde su primer intento serio con Final Fight, un clásico entre los clásicos en el que debíamos recorrer una ciudad a guantazo limpio encarnando a personajes tan icónicos como Cody, Guy o Haggar mientras nos pegábamos con infinidad de pandilleros y criminales. El título seguía los normas clásicas del género, pero contaba con un diseño de niveles fantástico, una jugabilidad pulidísima y con más posibilidades de lo habitual, combates muy satisfactorios en los que cada golpe dolía de verdad y un apartado audiovisual apabullante para la época que incluso aguanta el tipo a día de hoy, con unos personajes enormes, detalladísimos y unos escenarios que no se quedaban atrás. Entre algunas de sus curiosidades destaca el hecho de que se ambienta en el mismo universo que Street Fighter. No en vano, su desarrollo comenzó como el de una secuela de la primera entrega de esta saga de lucha.

Teenage Mutant Ninja Turtles: Turtles in Time (Konami, 1991)

Konami fue otra compañía que nos dio muchas alegrías a los amantes de los beat 'em ups gracias a títulos basados en licencias occidentales, como Los Simpsons, Astérix o las Torturgas Ninja. De hecho, esta última fue la marca que más explotaron, alcanzando su máximo esplendor con Teenage Mutant Ninja Turtles: Turtles in Time, una fantástica recreativa que, sin ser demasiado original en su propuesta, nos ofrecía una divertidísima y espectacular aventura que podía ser jugada en cooperativo por hasta cuatro jugadores. Cada uno de los cuatro quelonios protagonistas estaban perfectamente diferenciados y su desarrollo es de los más variados que podemos encontrar en un juego del género, con fases muy variadas, montones de enemigos distintos, buenos jefes y mecánicas como la posibilidad de lanzar a los enemigos contra la pantalla, algo que se llegaba incluso a utilizar en una batalla. Sumadle un apartado audiovisual de primer nivel y una fantástica conversión a Super Nintendo que añadió nuevas fases (eso sí, se tuvo que reducir el multijugador de cuatro a dos jugadores), y tendréis todo un imprescindible que sigue divirtiendo hoy tanto como hace casi 30 años.

Streets of Rage 2 (Sega, 1992)

No vamos a negar que nos ha costado decidirnos entre Streets of Rage 2 y su primera parte, ya que son dos títulos fantásticos para Mega Drive que destacan por méritos propios y cuentan con unas bandas sonoras que deberían ser consideradas como patrimonio de la humanidad. Sin embargo, al final nos hemos decantado por la secuela, ya que mejoró en casi todo a su predecesor, añadiendo más personajes y diferenciándolos mejor y mostrando un apartado gráfico increíble con sprites grandes, bien animados y con mucho detalle. La jugabilidad también ganó un punto estratégico con la inclusión de un sistema de golpes fuertes que nos quitaban vida, el título era ligeramente más largo y las fases estaban mejor diseñadas, además de ser más variadas. Una auténtica joya que es la principal culpable de que estemos esperando con tantas ganas su cuarta parte.

Cadillacs and Dinosaurs (Capcom, 1993)

Konami no fue la única compañía japonesa que se atrevió a adaptar licencias occidentales a los videojuegos en forma de "yo contra el barrio", ya que Capcom también hizo lo propio, tal y como bien demuestra Cadillacs and Dinosaurs, una trepidante aventura basada en Xenozoic Tales, un cómic no muy conocido creado por Mark Schultz durante los años 80. La premisa es la misma que la de otros exponentes del género de la época: avanzar por una serie de niveles de scroll lateral repartiendo mamporros. Eso sí, todo lo que hacía lo hacía de manera sobresaliente: jugablemente era muy satisfactorio, audiovisualmente era una gozada y contaba con algunos elementos que le daban mucha personalidad, como la constante presencia de armas de fuego que podíamos recoger y usar, los combates contra los dinosaurios (un cambio de aires muy agradecido respecto a los ejércitos de pandilleros habituales del género) o las fases a bordo de vehículos. Una obra maestra que disfrutó de gran fama en los salones recreativos de la primera mitad de los 90, pero que, por algún motivo, nunca ha contado con una edición doméstica.

The Punisher (Capcom, 1993)

Poco después de Cadillacs & Dinosaurs, Capcom volvió a dejarnos con la boca abierta con The Punisher, otro beat 'em up basado en este famoso antihéroe de Marvel. A pesar de su nombre, el bueno de Frank Castle no estaba solo y contaba con la ayuda de Nick Furia, quien también era jugable, aunque las diferencias entre uno y otro eran prácticamente inexistentes. La fórmula y su desarrollo es el habitual del género: fases con scroll lateral, enemigos por doquier y muchos tortazos. El sistema de combate nos permitía realizar hasta llaves, su desarrollo era muy variado y en algunas secuencias nuestros protagonistas sacaban las armas para que pudiésemos liarnos a tiros con todos los villanos que se interpusiesen entre nosotros y Kingpin, nuestro objetivo final. Sumadle infinidad de guiños a los cómics, acción constante y un apartado audiovisual deslumbrante (este fue el último proyecto en el que Yoko Shimomura, la compositora de Street Fighter II, colaboró con Capcom), y tendréis un juego redondo. Por desgracia, solo se hizo una mejorable conversión para Mega Drive y la de recreativas nunca se ha relanzado para plataformas domésticas.

Alien vs Predator (Capcom 1994)

Alien vs. Predator fue de los últimos juegazos que nos dejó el género en su edad dorada antes de que su popularidad terminara de caer en picado y el interés del público de los salones recreativos virara hacia los juegos de lucha. Esta maravilla de Capcom incluía cuatro personajes jugables (dos Predators y dos humanos) y multijugador cooperativo para hasta tres jugadores, llevándonos por una serie de trepidantes niveles infestados de xenomorfos de los que debíamos dar buena cuenta. La cantidad de enemigos en pantalla podía resultar incluso abrumadora, pero nuestros personajes contaban con multitud de golpes, combos e incluso ataques a distancia, por no mencionar la cantidad de cosas que podían recoger por los escenarios para utilizar como armas improvisadas con las que defenderse. Sin duda, uno de los juegos más espectaculares y frenéticos de todo el género. Por desgracia, la única forma de adquirirlo legalmente es comprando el Capcom Home Arcade, ya que nunca se ha lanzado para consolas tradicionales.

Guardian Heroes (Treasure, 1996)

Pocas compañías saben hacer juegos de acción como Treasure y cuando el estudio se atrevió a realizar su propio "yo contra el barrio" no decepcionó lo más mínimo. El resultado fue Guardian Heroes para Sega Saturn, una aventura de ambientación medieval que supo llevar el género a un nuevo nivel con una buena selección de personajes perfectamente diferenciados, elaborados combos y movimientos que podían enlazarse como si de un juego de lucha se tratase y una historia con múltiples ramificaciones y rutas que podían llevarnos a diversos finales, algo que hacía que fuese increíblemente rejugable. Hasta se permitieron el lujo de incluir un modo competitivo con el que darnos de tortas con nuestros amigos. Por supuesto, a nivel audiovisual y artístico también era una pasada, así que pocos motivos os podemos dar para que no os hagáis con él a poco que os gusten este tipo de juegos, especialmente cuando su versión digital para Xbox 360 es compatible con Xbox One.

Dungeons & Dragons: Shadow over Mystara (Capcom, 1996)

Llegamos al último juego de Capcom de esta lista, compañía que ha sido sin duda la gran protagonista de este reportaje, y eso que no hemos incluido otros muchos juegos con los que nos deleitó. Esta vez se trata de Dungeons & Dragons: Shadow over Mystara, la secuela de Dungeons & Dragons: Tower of Doom. Al igual que su primera parte, destacó por ser un beat 'em up repleto de elementos propios de los juegos de rol como poder ganar experiencia, aprender nuevos hechizos e incluso obtener nuevo equipamiento con el que hacernos más fuerte. Por supuesto, el personaje que escogiésemos (de entre seis posibles) definiría nuestra clase y estilo de combate, así como nuestras posibilidades de progreso. De igual forma, tampoco faltaron las rutas alternativas ni una gran variedad de finales que invitaban a rejugarlo múltiples veces. Una delicia que no por nada está considerada por muchos como una obra de culto y que podemos adquirir fácilmente gracias al pack Dungeons & Dragons: Chronicles of Mystara que se lanzó para PS3, Xbox 360, Wii U y PC en 2013.

Castle Crashers (The Behemoth, 2008)

Toca avanzar 12 años para llegar a nuestro siguiente favorito: Castle Crashers, un juegazo de tomo y lomo desarrollado por el estudio independiente The Behemoth. Lanzado originalmente como un exclusivo de Xbox Live Arcade, el título no tardó en llegar a todo tipo de plataformas. Su desarrollo es el habitual de los "yo contra el barrio", pero también incorporó algunos elementos roleros muy en la línea de lo visto en Shadow over Mystara, aunque algo más desarrollados, lo que sumado a un sistema de combate fluido, preciso y muy adictivo, un diseño de niveles espectacular, variadísimo y con montones de alocados jefes, y un apartado artístico con muchísima personalidad, le permitieron erigirse como todo un clásico moderno del género que ningún fan debería perderse.

Fight'N Rage (sebagamesdev, 2017)

Y llegamos al final de nuestra lista con un juego que probablemente a muchos de vosotros no os suene de nada, pero que nos hemos visto obligados a reivindicar, ya que no solo se trata de uno de los mejores exponentes recientes del género, sino de toda su historia: Fight'N Rage. Desarrollado en solitario por Sebastián García, el título nos propone un beat 'em up clásico, sin subidas de nivel ni nada que adultere la experiencia para que sea únicamente nuestra habilidad la que hable por nosotros.

Desde el primer nivel hasta el último dispondremos de las mismas herramientas y nuestro objetivo será dominarlas para llegar hasta los títulos de crédito, una tarea que no es nada sencilla, ya que cuenta con un nivel de dificultad bastante alto, pero siempre justo y que nunca bordea lo imposible. Entre sus muchas virtudes destaca un sistema de combate profundísimo y con unas posibilidades de combos como pocas veces se ha visto en un producto de este estilo (hasta hay un sistema de paradas al más puro estilo Street Fighter 3), un apartado gráfico y sonoro cuidadísimo, unas animaciones estupendas, infinidad de rutas, enemigos, jefes, finales y contenidos desbloqueables, múltiples niveles de de dificultad, cooperativo para tres jugadores, etcétera. En definitiva: todo un imprescindible.

Menciones especiales

Como dijimos al comienzo de este reportaje, hay demasiados juegazos de este estilo que bien merecían su lugar en la lista, por lo que no queremos despedirnos sin hacer mención a clasicazos como Captain Commando, Astérix, The Simpsons: Arcade Game, Armored Warriors, Battle Circuit, Knights of the Round, Warriors of Fate, Captain America and the Avengers, River City Ransom, el dificilísimo Battletoads o el sorprendente Die Hard Arcade.

Los 13 mejores beat 'em up o 'yo contra el barrio' de la historia

Tampoco podemos olvidarnos de mencionar otros lanzamientos más actuales y modernos como el entretenido Scott Pilgrim vs. The World: The Game (aunque, por desgracia, ya no se puede adquirir en ningún sitio) o el reciente River City Girls. También existen ejemplos como Viewtiful Joe, God Hand o Dragon's Crown, cuyas peculiaridades los alejan de ser "yo contra el barrio" puros, pero con los que comparten muchas similitudes y puntos en común. Hasta la serie Yakuza la podríamos considerar como una especie de evolución del género, aunque con una presentación y aspiraciones bien distintas. Y para vosotros, ¿cuáles son vuestros beat 'em ups favoritos?

Carlos Leiva
Redactor
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