Análisis Game & Watch: Super Mario Bros., ¿merece la pena?

Analizamos uno de los productos más especiales y cuidados que Nintendo ha lanzado al mercado para celebrar el 35º aniversario de uno de los juegos más importantes de la historia.
Análisis Game & Watch: Super Mario Bros., ¿merece la pena?
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Antes de que Game Boy arrasara con todo en el mercado de las consolas portátiles, Nintendo nos deleitó durante más de una década con su línea de Game & Watch, unas pequeñas máquinas de una o dos pantallas LCD monocromas que traían consigo su propio juego. En total, se llegaron a desarrollar casi 60 Game & Watch distintas y a día de hoy son todo un producto de coleccionista y una pieza importantísima de la historia de este hobby que tanto nos apasiona.

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Pero si hablamos de historia de los videojuegos, pocas cosas pueden rivalizar con la importancia de Super Mario Bros., el legendario juego de NES que este mismo año ha cumplido la friolera de 35 años desde que se pusiese por primera vez a la venta. Por eso y en lo que parece ser una especie de celebración doble del 35º aniversario de la inolvidable aventura del fontanero más famoso del mundo y del 40º de la línea Game & Watch, nos llega Game & Watch: Super Mario Bros., una pequeña pieza de hardware que nos ha enamorado.

Un diseño exquisito

De este modo, nos encontramos con una nueva consola portátil de corte retro que trae consigo tres juegos distintos instalados.

En cuanto nos llegó nuestra copia, lo primero que nos llamó la atención fue su presentación, enormemente cuidada y elegante, con una caja dorada y una sobrecubierta protectora de plástico repleta de elementos de Super Mario Bros. que nos permitirá tener bien conservado el envoltorio principal para que no sufra desperfectos.

Se trata un producto cuidado desde la mismísima presentación de su caja.
Se trata un producto cuidado desde la mismísima presentación de su caja.

Dentro lo que nos espera es un cable USB-C para cargar la batería (aunque no se incluye el adaptador de corriente) y una pequeña máquina con unas dimensiones de 11 cm x 6,7 cm x 1,2 mm que apenas pesa 68 gramos. Su diseño es muy simple, pero funciona de lujo, con una pantalla de 2,36 pulgadas en el centro, una cruceta a la izquierda, dos botones de juego a la derecha y tres más adicionales para alternar modos y toquetear sus diferentes opciones. Un detalle que irá por gustos, pero que nos ha encantado, es la elección de colores, apostando por un rojo y dorado totalmente inspirado en el mando de FAMICOM (la NES japonesa) que le sienta como un guante y que encaja a la perfección con un producto como este cuya intencionalidad es precisamente homenajear a uno de los mejores juegos de tan mítica consola de 8 bits.

La única pega que podemos encontrar en su diseño es la falta de una entrada para auriculares. Eso sí, el altavoz mono que tiene suena genial.
La única pega que podemos encontrar en su diseño es la falta de una entrada para auriculares. Eso sí, el altavoz mono que tiene suena genial.

También nos parecen muy destacables los materiales que se han usado, con una cruceta de plástico duro muy buena y resistente, unos botones de goma muy agradables al tacto y que responden de maravilla y una carcasa que se siente robusta y resistente. Todo esto acaba dando como resultado un dispositivo precioso que entra por los ojos y convence desde el mismísimo momento en el que lo sacamos de la caja, por lo que su primera batalla la tiene ganada antes siquiera de empezar a usarla.

Mucho más cómoda de lo que parece y la importancia de una buena pantalla

Pero ¿qué tal se siente en las manos? Pues inesperada y sorprendentemente bien. Uno de nuestros mayores temores es que tras habernos acostumbrado a máquinas más grandes, no terminara de adaptarse bien a nosotros, pero nada más lejos de la realidad, ya que resulta tan cómoda y pesa tan poquísimo que nos hemos pasado varias horas seguidas jugando y trasteando con ella sin que hayamos sentido ningún tipo de cansancio o agarrotamiento. De igual modo, tanto la cruceta como los botones funcionan de lujo y transmiten un buen feedback cuando los pulsamos.

La batería con el brillo al máximo dura unas 8 horas aproximadamente.
La batería con el brillo al máximo dura unas 8 horas aproximadamente.

Pero, sin duda, la joya de la corona la tenemos en su pantalla LCD a color retroiluminada. Es muy pequeña, sí, pero es lo suficientemente grande como para que podamos ver perfectamente todo lo que ocurre en ella y la calidad con la que muestra la imagen es simplemente espectacular, con unos colores muy vivos y sin que los reflejos nos supongan problema alguno cuando jugamos en espacios con buena iluminación. Sin duda, lo que más nos ha sorprendido de todo el producto.

Los juegos

Centrándonos ya en lo que son los juegos que trae consigo, tenemos Super Mario Bros., Super Mario Bros. 2 (el original japonés, The Lost Levels) y Ball. Los dos primeros son tal y como los recordamos y gracias a las virtudes del diseño de la máquina jugar aquí a estos dos clasicazos es todo un gustazo. Podríamos extendernos hablando de ellos, pero es imposible decir algo nuevo a estas alturas sobre lo que ofrecen, especialmente si tenemos en cuenta que se han lanzado en todas las plataformas imaginables de Nintendo. El primero es un clásico inmortal que todo el mundo debería probar una vez en su vida para entender por qué los videojuegos son lo que son hoy en día, y el segundo es un más de lo mismo pero con una dificultad endiablada que pondrá vuestra paciencia a prueba.

Cambiar de un juego a otro no podría ser más fácil y cómodo.
Cambiar de un juego a otro no podría ser más fácil y cómodo.

Un detalle a tener en cuenta es que aquí no existen las opciones típicas a las que nos han acostumbrado los recopilatorios retro, por lo que no esperéis ayudas en forma de guardados manuales o rebobinados ni la posibilidad de configurar el filtro de la imagen, ya que no encontraréis nada de eso. A cambio, se han incluido pequeños trucos que no estaban en los originales, como la posibilidad de empezar por un mundo que ya hayamos jugado previamente o disfrutar de vidas infinitas. Además, todo lo que desbloqueemos, como el Modo Difícil del primer Super Mario Bros., se guardará de forma permanente y no lo perderemos al apagar la consola.

Por último tenemos a Ball, una recreación de una de las Game & Watch más míticas que existen, con la única diferencia de que esta vez tenemos que hacer malabares con un personaje con la cara de Mario (o Luigi, si sabemos cómo desbloquear este secreto). Evidentemente, se trata de un juego limitadísimo y simple hasta decir basta, pero que curiosamente sigue teniendo su gracia, por lo que es perfecto para partidas rápidas y cortas.

Quizá aquí es donde más corta se nos ha quedado la máquina, ya que tan solo tres juegos se nos antojan insuficientes, especialmente cuando se podría haber aprovechado la ocasión para incluir Super Mario Bros. 3 u otros muchos juegos de Game & Watch adaptados a nuestro fontanero favorito, lo que habría sido el homenaje definitivo y habría terminado de convertir a este dispositivo en algo imprescindible, pero, lamentablemente, no ha sido así. Evidentemente, tampoco esperéis poder ampliar la selección de juegos de ninguna manera legal.

Ball es probablemente el clásico más representativo de lo que fueron las Game & Watch en su día.
Ball es probablemente el clásico más representativo de lo que fueron las Game & Watch en su día.

Eso sí, un detalle que nos ha gustado mucho es la facilidad y la velocidad a la que podemos cambiar de juego. Es más, como si de una especie de Quick Resume se tratase, al retomar un título empezaremos justo en el momento en el que lo dejásemos la última vez, lo que nos parece todo un acierto y nos permite despreocuparnos de perder nuestra partida por querer jugar a otra cosa.

El reloj

¿Encontraréis todos los secretos que esconde el reloj?
¿Encontraréis todos los secretos que esconde el reloj?

Por supuesto, esto no sería una Game & Watch si no trajese consigo una función de reloj, así que también podremos usarlo para comprobar la hora. Si bien no es que sea a día de hoy la función más apasionante del mundo, se han incluido multitud de pequeños secretos en esta pantalla que nos tocará descubrir por nuestra cuenta. Algunos requieren que pulsemos botones, otros que aguardemos a una hora concreta, etcétera, permitiéndonos así ver diversas animaciones especiales en diferentes fondos. Es un pequeño detalle que no pasa de lo meramente anecdótico, pero que nunca está de más.

Conclusiones

Game & Watch: Super Mario Bros. es todo un caramelo para los coleccionistas y los fans del personaje al que cuesta mucho resistirse. Es cómoda, se ve de lujo, tiene un diseño que es puro amor al legado de Nintendo y poder jugar de esta manera y en cualquier parte a estos clasicazos nos ha parecido una experiencia fantástica. Quizá por el precio que tiene (unos 60 euros) podrían haberse estirado un poco más e incluir más juegos para que fuese un producto absolutamente redondo, pero, al menos para nosotros, es de lo mejor que ha sacado la compañía este año para celebrar una fecha tan señalada como el 35º aniversario del personaje más importante de la historia de los videojuegos.

Hemos realizado este artículo tras haber recibido una copia de Game & Watch: Super Mario Bros. facilitada por Nintendo.

Carlos Leiva
Redactor
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