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Los mejores videojuegos indies de 2020

Seleccionamos una veintena de juegos indies que representan lo mejor que el panorama independiente ha publicado durante 2020. Obras destacables por su innovación, originalidad y creatividad.

En este año de pandemia la maquinaria de la industria del videojuego se ha visto detenida por parones inesperados y por la obligación del trabajo en remoto a la que no todos han conseguido adaptarse. La llegada de la nueva generación también ha copado la actualidad dejando poco hueco para que destaquen propuestas alternativas a las grandes superproducciones. Por suerte o por desgracia, el panorama de desarrollo independiente de videojuegos sabe moverse bien en las aguas de la precariedad y en el segundo plano, así que durante 2020 se han lanzado multitud de obras indies que de nuevo han traído innovación, originalidad y creatividad al medio.

A continuación podéis ver algunos de los títulos más destacables del año, juegos indies que por un motivo u otro no debemos pasar por alto al recordar lo que ha significado este año para la industria del videojuego. En esta selección de alrededor de una veintena de obras encontraréis tanto grandes nombres del desarrollo independiente como juegos de estudios más pequeños y desconocidos.

También veremos producciones que acaban de comenzar su andadura en el early access y otras que justo han terminado dicho proceso este año. Una amplia muestra de lo que ha dado de sí el panorama indie en estos extraños 365 días.

Hades

Comenzamos por el que quizás ha sido uno de los juegos más aclamados del año: Hades. Después de demostrar su saber hacer con obras como Bastion, Transistor y Pyre, Supergiant Games lanzó en diciembre de 2018 el acceso anticipado de un roguelike de acción en tercera persona ambientado en el inframundo de la mitología griega. Durante todo este tiempo han estado perfeccionando jugabilidad, narrativa y estéticas de este magistral título que ha encandilado tanto a crítica como a público. El ciclo de aprendizaje del que hace gala este roguelike guía al jugador, que encarna a Zagreo, hijo de Hades, en un constante intento de escapar del inframundo. Cada vez que falla, vuelve ante su padre y las otras deidades del Olimpo con la pesadez de no haber conseguido su objetivo, pero con una nueva lección aprendida sobre su eterna y cíclica misión.

Spelunky 2

Derek Yu ha lanzado este año, por fin, la esperada segunda parte de su roguelike de aventuras y plataformas; Spelunky 2 ha llegado para demostrar que era la secuela que todos esperábamos, una mucho más profunda y con más situaciones desesperantes que la primera entrega, aquel Spelunky que tanto gustó allá por 2008. No sólo añade más cosas que ver y hacer, con nuevas zonas, personajes, trampas y objetos, sino que también se ha mejorado la forma en la que se puede interactuar con el mundo y con los personajes, de hecho los sistemas permiten incluso que los NPC interactúen entre sí. Se ha introducido doma de animales, monturas, física de líquidos, interconexión de niveles… En definitiva, el autor y su equipo han conseguido mejorar una fórmula que a priori parecía inmejorable.

Kentucky Route Zero

Después de una larga travesía que ha durado casi una década (nueve años si contamos desde que apareció en Kickstarter y siete desde el lanzamiento de su primer acto), la historia de Kentucky Route Zero ha llegado a su final con el lanzamiento del quinto acto. Este atmosférico juego en el que controlamos principalmente a Conway, el camionero que busca la secreta ruta Zero para completar su entrega, es una de las obras independientes más importantes de los últimos años: su relato, su forma de narrarlo y sus personajes hacen de él un videojuego único en su especie. Puede parecer difícil entrar en su órbita por todo lo que se ha magnificado el recorrido de estos años, pero toda aquella persona que se adentra en las líneas de su trama acaba por no arrepentirse de haberlo intentado. Además, con motivo del lanzamiento de su acto final se ha editado una versión completa con todos los capítulos y los interludios que se publicaron entre el lanzamiento de unos y otros, añadiendo también una localización al castellano que lo hace todavía más accesible.

Streets of Rage 4

Después de 26 años sin un juego de la saga, varias compañías se pusieron de acuerdo para firmar Streets of Rage 4, impresionante y sorprendente retorno del beat’em up en todo su esplendor. Los principales desarrolladores de esta entrega, Guard Crush Games, venían de haber cautivado a los fans del género con Streets of Fury, una carta de amor al formato yo contra el barrio. Precisamente con el motor gráfico con el que crearon aquel divertido título, aunque con modificaciones, trajeron de vuelta esta querida franquicia de Sega, compañía que cedió a Dotemu y Lizardcube la licencia para hacer realidad el retorno. Gracias a esta colaboración que se materializó en un equipo de apenas cinco personas nació esta cuarta entrega que aúna la esencia de los juegos clásicos dándole un toque fresco con un estilo visual adaptado a la industria contemporánea, sin olvidar los orígenes, eso sí: hay posibilidad de desbloquear tanto los personajes en 16-bits originales como los temas que sonaban en los primeros juegos. Una oda al beat’em up clásico y un camino a seguir en futuras entregas del género.

Manifold Garden

Manifold Garden es un hermoso videojuego de puzles en el que nos enfrentamos a escenarios infinitos con intrincados rompecabezas que no sólo desafían la lógica, sino también la gravedad y la física. Miramos estas estructuras con una vista en primera persona e intentamos desentrañar sus secretos explorando sus patrones de repetición y perspectivas imposibles. Todo parece sacado de una ilustración de M. C. Escher, donde las escaleras suben y bajan al mismo tiempo, donde las puertas te hacen aparecer en el sitio más insospechado. Esta interesante obra de repetición geométrica y puzles infinitos, con una factura única que ofrece momentos impactantes, ha llegado a finales de 2020 de la mano de William Chyr Studio, un estudio de una sola persona que firma con este juego su ópera prima en las ficciones interactivas, pero que cuenta en su portfolio con un amplio bagaje en instalaciones artísticas y otros medios audiovisuales.

Huntdown

Los amantes de los juegos de acción en scroll lateral están de enhorabuena este año: Huntdown ha salido en PS4, Xbox One, Nintendo Switch y Epic Games Store trayendo consigo una espectacular parodia de la ciencia ficción de los años ochenta. Nos movemos a través de varios niveles en una ciudad retrofuturista armados con bombásticas armas de fuego que nos ayudan a acabar con las filas enemigas, sean quienes sean. Podemos enfrentarnos a ellas tanto en solitario como en cooperativo, aunque en ambas modalidades el resultado será el mismo: una frenética y exagerada lluvia de balas y explosiones. Todo esto representado en una estética que imita el pixel art de 16-bits de los años ochenta, pero con un rendimiento moderno que permite jugar hasta a 60 fps. Toda una borrachera de nostalgia autoparódica y exceso de acción retro.

If Found…

Si hay algo que saben hacer bien los autores independientes, por aquello de no estar supeditados a los cauces del mercado, es ahondar en historias personales. El estudio irlandés Dramfeel, con apenas cinco personas trabajando en él, lanzó este año una aventura gráfica en la que revivimos los recuerdos de una persona que ha de volver a casa. La mecánica principal de If Found... nos invita a borrar las memorias de Kasio, personaje protagonista, a medida que avanzamos en las páginas de su diario y descubrimos los secretos de su pasado. Toda la trama se cuenta así, mediante flashbacks que nos permiten revivir ciertas situaciones de la vida de Kasio para después borrarlas; la destrucción del diario nos invita a conocer el trasfondo de este personaje, viajando a través tanto de sus momentos buenos como de los malos. Todo con un estilo visual que imita las técnicas de dibujo tradicionales y con una banda sonora cautivadora que le da un punto nostálgico a la obra.

Spiritfarer

Tras la jubilación de Caronte, la misión de guiar a las almas a su paso hacia el más allá recae en Stella y su gato Daffodil, protagonistas de Spiritfarer. En este título tendremos que asumir el papel de la sustituta del ser mitológico, convirtiéndonos en la figura que acompaña a los seres vivos hacia la muerte. Pero antes de que eso ocurra, Stella quiere asegurarse que los últimos momentos en el plano físico sean lo más agradable posible, así que en lugar de viajar en una vieja barcaza convierte un antiguo barco en una especie de ciudad flotante autogestionada donde dará a todos sus invitados una cálida despedida. Todas aquellas personas (o animales antropomórficos, en este caso) que embarquen en el navío tendrán su propia habitación decorada al gusto, comerán su plato favorito, recibirán abrazos constantes y viajarán por un hermoso archipiélago. Y de todo eso no encargaremos nosotros, en la piel de Stella, gracias a sus mecánicas que combinan plataformeo, gestión social y de granjas, crafteo y muchos detalles más que nos ayudarán a hacer más fáciles los últimos momentos de la vida de nuestros invitados.

Welcome to Elk

Al llegar a Elk nos encontramos con una cálida bienvenida que, además de dar nombre al juego, contrasta con el frío de este nórdico pueblito isleño. Desembarcamos como Frigg, una joven que acude a esta isla agobiada por los asuntos de la ciudad y se encuentra que en Elk tendrá todavía más acción de la que esperaba. Welcome to Elk es una historia de historias y un juego de juegos: cada habitante tiene algo que contar, un relato del pasado o un vivencia que le marcó en cierto momento, y se representan con pequeñas alteraciones de la jugabilidad que alguien podría llamar ‘minijuego’. A medida que vayamos escuchando -y viviendo- todas las historias que se nos cuentan aquí, iremos entablando lazos de unión tanto con el pueblo como con sus habitantes. Una peculiar obra de narrativa dura pero cálida que nos habla sobre la importancia de la memoria y del tejido social.

Umurangi Generation

Lo que comienza siendo como un juego de fotografía en primera persona acaba convirtiéndose en un profundo discurso sociopolítico desde una crítica mirada juvenil. El grueso de la jugabilidad de Umurangi Generation se lo lleva la toma de fotos: sacamos nuestra cámara, encuadramos el plano, medimos los niveles deseados y apretamos el botón. Dependiendo de lo que hayamos capturado se nos otorgarán una serie de puntos y con ellos podremos -o no- pasar al siguiente nivel. En cada fase se plantean una serie de objetivos principales y otros adicionales, algunos van sobre sacarles fotos a nuestros amigos, a quienes podemos pedirles que posen, y otros proponen que fotografíes cosas o paisajes desde ciertos puntos concretos. Pero todo, o casi todo, queda a nuestra elección. A medida que vayamos consiguiendo puntos y avanzando en la historia descubriremos un hilo argumental que, como decíamos antes, sorprende al jugador por su interesante perspectiva.

Sludge Life

Sludge Life es un juego que se puede conseguir gratis hasta mayo en la Epic Games Store, un título que nos pone en la piel de un grafitero en una ciudad precaria. Podemos explorar libremente el escenario de grises y marrones, plasmando nuestra firma en las paredes del vecindario. Es un juego sin objetivos, pero con muchísimas cosas que hacer, habilidades que conseguir, personajes con los que hablar y varios finales a desbloquear. Es un paseo por una ciudad abierta y precaria, una que esconde extrañas escenas en cada rincón. Además de pasear por ella y dejar nuestra marca en forma de grafiti, también podremos fotografiarla y hacernos con pedacitos de ella en forma de instantánea; esta mecánica de cámara de fotos pone en valor, además, la peculiar propuesta gráfica del juego. Su banda sonora, por otro lado, no se queda atrás en aportar su granito de arena a la atmósfera de la obra.

Signs of the Sojourner

Mientras que la mayoría de juegos utilizan las cartas como una forma de representar el combate, Signs of the Sojourner reinterpreta el género para darle un giro de tuerca narrativo: en lugar de pelear con nuestros mazos, los utilizamos para conversar con el resto de personajes. De esa manera podremos ir forjando nuevas relaciones, tanto positivas como negativas, durante nuestros viajes comerciales para abastecer la tienda que nos dejó nuestra madre en herencia. Tendremos un mazo personalizado con el que daremos forma a nuestro personaje y las cartas que vayan saliendo durante las conversaciones materializarán las relaciones hacia un sentido u otro: a veces afianzaremos nuestra conexión con alguien, otras nos enrocaremos en nuestro punto de vista debilitando la relación. Todo para reflejar una emotiva historia sobre nosotros mismos, nuestra genealogía y el territorio en el que somos. Sin duda una de las joyas indies de este año.

Carrion

Habitualmente, en los juegos de terror, nos toca controlar al personaje que se enfrenta al ser monstruoso que quiere acabar con su vida. Nuestras acciones suelen basarse en huir, escondernos, intentar atacar cuando veamos un hueco y seguir huyendo. Pero, ¿qué pasaría si ese monstruo fuésemos nosotros? En Carrion se explora esa idea permitiéndonos controlar a una masa deforme de entrañas y con tentáculos. Nuestro objetivo es escapar del laboratorio subterráneo secreto en el que nos han mantenido presos, aprovechando para aniquilar por el camino a todos aquellos que han colaborado en convertirnos en un experimento científico. A medida que vayamos avanzando por las instalaciones iremos creciendo y consiguiendo más poder para poder acceder a sitios nuevos y crear todavía más caos, aunque también tendremos que tener cuidado a la hora de evitar los ataques de los soldados que intentarán contenernos de nuevo. Todo esto representado en un pixel art detallista con muy buen trabajo tanto de efectos especiales como de iluminación.

Superhot: Mind Control Delete

Después de sorprender a propios extraños con Superhot, los creadores de este shooter en primera persona donde el tiempo sólo se mueve si tu lo haces han lanzado este año una nueva entrega. Se trata de Superhot: Mind Control Delete, una revisión de la fórmula original que trae consigo nuevos niveles y estilos que proporcionan más información sobre el peculiar mundo en el que se desarrolla la franquicia. Las bases sentadas por la primera entrega se mantienen aquí: el tiempo se queda prácticamente parado si no nos movemos del sitio, lo que nos permite establecer una estrategia para acabar con los muchos enemigos que aparecen desde todos los flancos. Tenemos a nuestra disposición armas blancas, de fuego y todo tipo de objetos que podemos lanzar a la cabeza de los maniquíes de cristal rojo que vienen a por nosotros. Al final todo queda en un baile, una lenta danza que se repite acelerada cuando conseguimos nuestro objetivo. Pero, ¿cuál es en realidad nuestro objetivo? La paranoica trama de la saga se expande aquí con nuevo contenido de más duración, nuevos personajes y nuevos significados.

Cloud Gardens

Cloud Gardens propone una serie de escenarios postapocalípticos, dioramas en ruinas que podremos decorar al gusto lanzándole semillas de plantas. Una idea que puede parecer simple, pero que funciona extremadamente bien oscilando entre la gestión de jardines, la decoración y el puzle: actualmente está en acceso anticipado y cuenta con dos modos de juego, uno que plantea varios niveles que tendremos que llenar de vegetación para superar y pasar al siguiente, y otro sandbox en el que podremos utilizar todo lo que hemos ido desbloqueando en el anterior para construir nuestros propios jardines apocalípticos. Evidentemente el apartado gráfico juega aquí un papel importante, y lo solventa de maravilla con un pixel art en tres dimensiones. Cuenta además con un modo foto para que los jugadores puedan interactuar de otra manera con sus creaciones y compartirlas con la comunidad. Una interesante y atractiva propuesta que no deja de recibir contenido en su early access.

Necrobarista

La muerte, o más bien el paso a la vida eterna, ha sido uno de los temas más recurrentes del año en el panorama de desarrollo independiente. Puede ser casualidad o no, pero tanto en esta lista como en muchas más obras que no aparecen en ella se ha incidido en este tema desde diferentes perspectivas; en el caso de Necrobarista, el paso del mundo físico al más allá se reinterpreta como una cafetería en el que las personas fallecida pasan su último día en la Tierra. Si tuviéramos que encajar este juego en un género no dudaríamos en decir que es una visual novel: diálogos, cinemáticas, interacción más o menos limitada. Necrobarista quiere contarnos una historia concreta que hable de cómo se sienten los humanos cuando la muerte acecha, ya sea desde el punto de vista del fallecido o de las personas que tienen que acompañarle en su camino sin retorno. Y lo consigue haciendo gala de un guión exquisitamente bien trabajado y un estilo artístico que bebe del anime pero persigue sus propias estéticas. Una historia donde al final queda el poso de los personajes y las horas que has pasado junto a ellos antes de dejar el mundo de los vivos.

Creaks

Amanita Design, creadores de excelentes obras como Samorost 3, Botanicula o Chuchel, han vuelto este año con una nueva aventura gráfica en la que visitamos un extraño mundo alternativo que aparece detrás de una grieta en nuestra habitación. Hablamos de Creaks, un nuevo juego de estilo oscuro, casi grotesco, que nos abre una nueva ventana a la mente creativa de estos autores checos: aquí volveremos a enfrentarnos a puzles integrados plenamente en los escenarios, volveremos a conocer a peculiares personajes y volveremos a disfrutar de un apartado visual pintado con técnicas de dibujo tradicionales. Todo combinado con un apartado sonoro espeluznante en el que destaca la banda sonora de Hidden Orchestra.

Phasmophobia

Parece que la pandemia de COVID-19 que nos ha mantenido encerrados en casa durante buena parte de 2020 ha propiciado la germinación de juegos-evento que se han llevado el protagonismo de la comunidad durante estos meses de confinamiento. Entre Animal Crossing: New Horizons, Fall Guys: Ultimate Knockout y Among Us nos han mantenido entretenidos con propuestas frescas, y en los últimos meses del año ha aparecido un nuevo contrincante que también ha generado ruido en plataformas de streaming: hablamos de Phasmophobia, un juego de terror cooperativo en el que tú y tres amigos más os convertís en investigadores paranormales para meteros en una casa abandonada donde se dice que habitan fantasmas. Los jugadores pueden escoger entre quedarse en el camión vigilando las cámaras de seguridad o adentrarse en la mansión pertrechados con el equipo necesario para capturar pruebas de la existencia de estos espíritus… y para protegerte de ellos.

Risk of Rain 2

A mediados de este año, y tras un tiempo en acceso anticipado, se lanzó la versión definitiva de Risk of Rain 2, una segunda parte de aquel desafiante roguelike de acción en dos dimensiones. Esta nueva entrega reformula la idea original convirtiendo al juego en una suerte de hack’n’slash en tres dimensiones, sumándole más frenetismo al combate si cabe. Todo lo que hacía bien el primer juego de la franquicia se repite aquí todavía con más pericia, dándole más profundidad (no sólo visual) a la fórmula que tan reconocida se hizo: nos enfrentamos a hordas de enemigos en partidas únicas donde los objetos se reparten aleatoriamente entre más de 110 posibles. Hay, además, una tripulación desbloqueable de 10 supervivientes a quienes podremos controlar para aprovechar su estilo de combate único y sus habilidades especiales. Todo para abrirnos paso hasta el desafiante jefe final mientras que tanto nuestro personaje como los enemigos se van haciendo más fuerte a medida que pasa el tiempo.

Noita

Noita es uno de esos juegos que ha abandonado su early access demostrando que su fresca propuesta no queda en un simple gimmick. Este roguelike de acción en dos dimensiones nos permite controlar a un hechicero capaz de lanzar diferentes tipos de hechizos con las varitas que va encontrando por la mazmorra que ha de explorar. Pero eso no es lo principal: lo más llamativo de este juego indie es que todos los píxeles están simulados. ¿Qué significa eso? Que cada uno de ellos emula las características físicas de la materia que representa; por ejemplo, los píxeles de agua se comportan como el líquido elemento, los de fuego se expanden buscando nuevas superficies que quemar, los de gas se disipan hacia arriba… Así con todos los elementos que hay en el juego. Y todo esto no se queda ahí, sino que se estructura para proponer una aventura en la que nosotros tendremos que aprovechar dichas características para abrirnos paso a través de una misteriosa cueva. Cada partida será completamente diferente y las situaciones que tendremos que resolver serán prácticamente únicas.

Mención de honor: Factorio

En la selección de mejores indies de 2020 no podíamos dejar pasar a Factorio, un juego que finalizó en agosto su acceso anticipado después de ocho años en desarrollo. Quizás es una obra poco accesible para el público general, pues su intrincada propuesta nos lleva a construir fábricas automatizadas en un escenario 2D infinito, pero la comunidad no puede estar más contenta con la profundidad de sus sistemas y el soporte que sus creadores han ido dándole a lo largo de estos años. Ahora ya está disponible su versión definitiva, aunque eso no significa que no vaya a seguir recibiendo contenido. Todavía se le puede sacar mucho partido a esas mecánicas de extracción de materiales, construcción, expansión, gestión e incluso combate que dejan libre albedrío a los jugadores que se logren encajar dentro de su propuesta. Es uno de los juegos mejor valorados del año y eso se merece un hueco en esta selección.

Redactor