El Universo Expandido de Star Wars (ahora llamado Legends), nos ha regalado centenas de historias increíbles a lo largo de los años, y una de las más especiales -y también quizá no tan conocidas- es la de Hock Malsuum, un soldado clon al que Darth Vader llegó a considerar como un amigo. La historia de Hock se desarrolla a través de la miniserie de cómics de 2013 titulada 'Darth Vader y el Llanto de las Sombras', escrita por Tim Siedell y publicada originalmente por Dark Horse Comics, y es sin duda un relato conmovedor que ofrece una visión más profunda e íntima sobre la figura del icónico villano de la saga.
¿Quién es Hock Malsuum y cómo se hizo amigo de Darth Vader?
Conocido como CT-5539, el soldado clon Hock fue creado en Kamino, como los demás, con el propósito de servir al ejército de la República durante la era de las Guerras Clon. Inicialmente su viaje personal estuvo salpicado por numerosas campañas, sin embargo, durante una misión fue herido de gravedad y los Jedi lo dieron por muerto. Abandonado a su suerte, Hock comenzó a albergar un profundo odio hacia la Orden de los Jedi...
Mientras la República caía, Hock acabaría topándose con unos granjeros en una ciudad del planeta Malsuum, quienes lo ayudaron a recuperarse de sus heridas. Durante los dos años siguientes, el clon comenzó a oír todo tipo de historias sobre un guerrero oscuro que había surgido con el nuevo Imperio Galáctico. Este no era otro más que Darth Vader. Intrigado y fascinado por él, Hock empezó a creer que Vader tal vez había llegado para poner orden en la galaxia y reemplazar a los "débiles" Jedi.
No pasaría mucho tiempo hasta que finalmente Hock abandonase Malsuum con el nuevo propósito de unirse al ejército de Vader, y más en concreto a la Legión 501, la comandada por el Sith. Poco a poco Hock logró hacerse un nombre entre las filas del villano; se convirtió en un soldado talentoso capaz de esgrimir hazañas audaces en el campo de batalla y demostrar dotes de liderazgo, algo que llamó la atención de Vader.
Ascendido a comandante por el propio Vader, Hock terminó participando en la "Ofensiva Envuelta", una importante operación en el planeta Ostor que tenía el objetivo de eliminar una célula separatista. Allí, no obstante, las cosas se torcieron y salieron muy mal. Otro comandante, el general Rohn, hizo que sus hombres cayesen en una trampa y prácticamente todos acabaron muertos, excepto Hock.
Vader estaba furioso, pero Hock no se amedrentó y le hizo ver sus errores. Le señaló que él debía haber liderado la campaña, y que debía haber realizado un reconocimiento previo para evitar las emboscadas enemigas. Vader reconoció sus fallos y ambos llegaron a un acuerdo: culparían al fallecido general Rohn del fracaso de la misión ante el emperador Palpatine y así ninguno recibiría un castigo. Tras eso, la amistad entre Vader y Hock comenzó a afianzarse, hasta tal punto que el Sith sintió que Hock tal vez podía ser el único soldado en quien confiar, alguien a quien llamar amigo...
Así concluye la turbulenta historia de Hock Malsuum
Vader y Hock regresaron a Ostor una vez más después del desastroso primer incidente. Esta vez, Hock lideró a sus tropas desde el aire, aunque su caza fue derribado. Tras despertar en una enfermería, descubrió a varios líderes separatistas que le explicaron que tan solo luchaban por ganar su libertad. Hock se las ingenió entonces para desactivar un escudo de la ciudad enemiga, algo que sirvió al Imperio para lanzar un asalto devastador.
Vader y sus tropas invadieron la base rápidamente. Y el Sith no dudó ni un segundo en arrasar con todo a su paso. No solo asesinó brutalmente a los soldados, también acabó con las vidas de las mujeres y niños desarmados que vivían en la ciudad. En el centro de mando, Vader mató a los líderes separatistas, quienes ni siquiera ofrecieron resistencia.
En la enfermería, Hock intentó convencer a la gente de que se rindiera para así, quizás, lograr que Vader los perdonase y detuviese su matanza. En cambio, los heridos desafiaron al Imperio y hallaron la muerte por ello. La paciencia de Hock había llegado a su límite. Le rogó a Vader que parase, y este le hizo caso, pero solo temporalmente... Ya que como sabemos, Vader anhelaba dominar la galaxia bajo las órdenes de Palpatine.
Hock comprendió la crueldad que radicaba en el interior de Vader. Se dio cuenta de que no pararía nunca. El respecto y la admiración que sentía hacia él se habían esfumado. Temeroso por lo que pudiese ocurrirle, abandonó la Legión 501 y huyó rezando para que Vader jamás pudiese encontrarlo. Al final, reanudó su vida como granjero, llegó a casarse con una mujer llamada Telia y se convirtió en padre, pero la sombra de Vader y el miedo a que lo encontrase nunca se fue del todo. Por suerte, Vader nunca llegó a rastrearlo.
