La trilogía de secuelas de Star Wars dejó cicatrices profundas en el fandom: para unos fue el regreso triunfal a la ópera espacial más influyente del cine moderno; para otros, una colección de decisiones improvisadas que fracturaron la saga. Y, sin embargo, incluso con ese poso divisivo, el runrún sobre nuevos proyectos para sus protagonistas no ha dejado de crecer. Algunos existen —al menos sobre el papel— como la película centrada en Rey, actualmente varada en un limbo creativo; otros cayeron antes de despegar, como The Hunt of Ben Solo, ese proyecto fantasma en el que llegó a trabajar Adam Driver.
Entre los intérpretes de aquella etapa, uno de los más reacios a volver a esa galaxia distante siempre fue Oscar Isaac. El actor, que imprimió carisma y turbulencia a Poe Dameron, llegó a bromear con que solo se enfundaría de nuevo el traje de piloto “si necesitaba comprarse una casa”. Una frase que, durante años, se convirtió en el equivalente a un portazo elegante. Ahora hay más.
Oscar Isaac (46) estalla contra su futuro en Star Wars: 'No pienso volver a Disney y ojalá no caigan en el fascismo'
Pero el tiempo y la perspectiva suavizan incluso las declaraciones más tajantes. Y un papel protagonista dentro de una maquinaria cultural como Star Wars no se olvida con facilidad, por mucho que uno quiera mirar hacia otro lado. Isaac lo sabe. Y, de hecho, empieza a dejar entrever que ese Ala-X quizá no esté tan definitivamente aparcado.
En una conversación reciente con GQ, el actor de origen guatemalteco admitió que su comentario sonó “más borde de lo pretendido”. Y, por primera vez en mucho tiempo, dejó la puerta abierta a un posible regreso… siempre que las condiciones acompañen. Eso sí, el giro no vino sin matices: Isaac señaló directamente al gigante que gobierna Lucasfilm. Disney es, ahora mismo, su mayor duda.
La misma entrevista que le permitió rebajar el tono sirvió también como altavoz para expresar una incomodidad creciente con la compañía. No es solo Star Wars: Isaac también protagonizó Caballero Luna dentro del UCM, un proyecto sin continuación clara y que, en retrospectiva, parece haber alimentado cierta fatiga dentro del actor.
"Ahora mismo no estoy muy dispuesto a trabajar con Disney. Pero si encuentran una solución y, bueno, no sucumben al fascismo, sería fantástico", afirmó, dejando una frase que, por fuerza, iba a encender la conversación pública. El contexto importa: la charla tuvo lugar en plena polémica por la abrupta cancelación temporal de Jimmy Kimmel Live tras las declaraciones del presentador sobre Charlie Kirk, que había sido asesinado días antes. El programa acabaría regresando, pero la decisión de Disney se interpretó como un gesto de repliegue ante las presiones de Donald Trump. Isaac no lo dejó pasar.
Por ahora, ni Lucasfilm ni Disney han dado señales de querer recuperar a Poe Dameron. El proyecto que podría encajar mejor sería Star Wars: Starfighter, la película que prepara Shawn Levy. Veremos qué ocurre en esta galaxia tan lejana.















