El mercado de los refrescos en Estados Unidos ha dado un giro inesperado: Dr Pepper ha logrado desbancar a Pepsi y se ha posicionado como la segunda bebida gaseosa más vendida del país, solo por detrás de Coca-Cola. Con una trayectoria de 140 años, la histórica marca ha alcanzado este hito tras un crecimiento sostenido y un exitoso reposicionamiento en el mercado.
Dr Pepper supera a Pepsi y se convierte en el segundo refresco más vendido en EE.UU.
El secreto de su éxito radica en su receta única, compuesta por 23 ingredientes que aportan matices de cereza, vainilla y especias, conquistando a un público cada vez más interesado en sabores complejos y diferenciados. Esta tendencia ha impulsado su popularidad, convirtiéndolo en una alternativa atractiva frente a los refrescos más tradicionales.
Dr Pepper no solo ha sabido mantenerse relevante, sino que ha apostado por la innovación con ediciones especiales como Creamy Coconut y Dr Pepper Cherry Vanilla, muy populares entre los consumidores más jóvenes. Además, su presencia en redes sociales ha sido clave para consolidar su éxito. Un ejemplo es la receta casera del “Dirty Dr Pepper”, una mezcla con zumo de limón y crema de coco en polvo, que se hizo viral y llevó a la marca a lanzar una versión oficial inspirada en esta combinación.
Una estrategia comercial que ha dejado atrás a Pepsi
Otro de los factores determinantes en su ascenso ha sido su modelo de distribución. A diferencia de Coca-Cola y Pepsi, que compiten directamente por los puntos de venta, Dr Pepper ha optado por una estrategia más flexible, estableciendo alianzas con ambas compañías. Gracias a estos acuerdos, su presencia en restaurantes y cadenas de comida rápida ha crecido notablemente, asegurándole un lugar privilegiado en el mercado estadounidense.
Mientras Dr Pepper escala posiciones, Pepsi enfrenta dificultades para innovar y ha perdido terreno en su país de origen. Curiosamente, la situación cambia en Europa, donde tanto Coca-Cola como Pepsi siguen dominando el sector. No obstante, hay excepciones: en países como Eslovaquia, la marca local Kofola ha conseguido superar a Pepsi en ventas, demostrando que el panorama de las bebidas carbonatadas sigue evolucionando y que el gusto por alternativas distintas está en auge.
