El dinero en la industria musical ya no se genera únicamente con discos y conciertos. En 2025, los artistas más ricos del planeta no son necesariamente los que lideran las listas de éxitos, sino aquellos que han sabido diversificar su legado artístico y convertirlo en un imperio económico.
Inversiones en moda, cosmética, tecnología o bebidas alcohólicas son ahora el verdadero motor financiero detrás de los grandes nombres de la música internacional.
Jay-Z es el número uno
Encabezando el ranking está Jay-Z, con un patrimonio estimado de 2.080 millones de dólares. El rapero, de 55 años, ha expandido su fortuna gracias a una estrategia empresarial impecable. No solo es cofundador de la marca de champán Armand de Brignac y el cognac D’Ussé, sino que también ha tenido participación en Tidal, Roc Nation y otras compañías de entretenimiento y tecnología. Su nombre está asociado tanto a la innovación cultural como a los negocios de alto nivel.
Compartiendo el primer puesto, con la misma cifra de patrimonio, está Rihanna. A sus 37 años, la artista barbadense ha sabido reconvertirse en un fenómeno empresarial gracias a Fenty Beauty, su marca de cosmética inclusiva, y Savage X Fenty, su línea de lencería. Aunque su actividad musical ha disminuido en los últimos años, sus ingresos no han hecho más que crecer, demostrando que su visión comercial es tan potente como su presencia en los escenarios.
El tercer lugar lo ocupa Paul McCartney, el legendario ex Beatle, con una fortuna que alcanza los 1.930 millones de dólares. A sus 82 años, McCartney continúa siendo un símbolo viviente del poder de los derechos de autor y de la vigencia de un catálogo musical que ha trascendido generaciones. Su carrera en solitario, así como su grupo Wings y sus continuas reediciones, han mantenido activa una fuente constante de ingresos.
Taylor Swift queda en cuarto lugar a pesar de su 'The Eras Tour'
Taylor Swift se posiciona en el cuarto lugar con 1.630 millones. Su ascenso meteórico en esta lista se debe en gran parte a The Eras Tour, que ha batido récords de taquilla, y a su astuta decisión de regrabar sus primeros discos para recuperar el control sobre su obra. Swift ha demostrado ser una estratega sin igual dentro del negocio musical, capaz de movilizar millones con cada movimiento artístico o empresarial.
En el quinto puesto se encuentra Bruce Springsteen, con un patrimonio de 1.600 millones de dólares. Su salto financiero más notable fue la venta de su catálogo musical a Sony por unos 500 millones de dólares en 2021, operación que consolidó su posición como uno de los músicos más rentables de la historia. A sus 75 años, The Boss sigue girando y llenando estadios, pero sus ingresos ya no dependen solo de los directos.
Madonna, pionera del pop y figura clave en la industria, ocupa el sexto lugar con 1.260 millones. Su impacto va mucho más allá de la música: ha incursionado en el cine, la moda y ha mantenido una gira mundial reciente con recaudaciones impresionantes, reafirmando su condición de ícono global.
El séptimo puesto lo ocupa Herb Alpert, trompetista y cofundador del sello A&M Records. Con 89 años, su fortuna de 1.250 millones se debe en gran parte a la venta del sello a PolyGram en los años 90, que le reportó cientos de millones. Aunque su nombre no sea tan mediático como otros de esta lista, su influencia en la industria musical es incuestionable.
En octavo lugar aparece Selena Gómez, con 1.119 millones de dólares. Su éxito financiero ha venido más del mundo empresarial que del estrictamente musical. Rare Beauty, su marca de maquillaje, ha tenido un crecimiento explosivo, al que se suman sus negocios en producción televisiva, moda y acuerdos publicitarios con grandes marcas globales.
Beyoncé y Bono quedan los últimos
Cierra el top Beyoncé, con un patrimonio de 1.113 millones. La cantante y productora ha sabido mantener su marca personal como sinónimo de calidad y sofisticación. Su gira Renaissance World Tour y sus acuerdos con Adidas, Tiffany & Co. y su línea Ivy Park han potenciado su fortuna incluso por encima de la media de las superestrellas contemporáneas.
En la décima posición, Bono, líder de U2, suma 1.040 millones.
Más allá de la música, su entrada temprana en el capital de Facebook —a través del fondo Elevation Partners— fue uno de los movimientos empresariales más lucrativos de un músico en las últimas dos décadas. Su activismo y su visión para las inversiones lo convierten en una figura influyente tanto dentro como fuera de los escenarios.















