La industria genética está avanzando a pasos agigantados. Hace unos días se confirmó la creación de lobos huargos del pasado, emulando a Jurassic Park con la recreación de especies extinguidas al estilo del filme de Steven Spielberg, que ahora regresará con Jurassic World Rebirth y una apuesta por el terror en la saga de dinosaurios y mutantes.
Pero gracias a Spielberg y la idea de Michael Crichton, parece que, más allá del cine y la ficción, ahora también deberíamos agradecerle que los bolsos de "piel de T. Rex" estén más cerca de ser una realidad palpable. Y no, no es una locura.
Adiós a la piel de cocodrilo y de serpiente: ahora hay bolsos de piel de Tiranosaurio rex y 'Jurassic Park' es cada vez más real
Mientras los paleontólogos lidian con las consecuencias de esta dinomanía —recordando que, de los 130 esqueletos conocidos de Tiranosaurio rex, apenas 61 están en instituciones públicas y el resto se pierde entre colecciones privadas o mercados poco legales—, la pasión por los dinosaurios ha derivado en un invento que parece sacado de una distopía de lujo: piel sintética de T. rex para confeccionar bolsos, abrigos y zapatos exclusivos.

Detrás de esta idea a medio camino entre la ciencia ficción y la alta costura está VML, una empresa biotecnológica que asegura haber logrado una proeza técnica: recrear el colágeno del T. rex partiendo de material genético fósil, diseñando así una piel cultivada en laboratorio que, en estructura y propiedades, se comporta como el cuero animal, pero sin necesidad de explotar ganado ni recurrir al plástico.
VML explica que su "piel de T. rex" no es una simple imitación: es un material vivo cultivado con células, que promete una durabilidad natural, capacidad de autorreparación y una textura premium equiparable a las mejores pieles tradicionales. Además, insisten en su valor como alternativa vegana y sostenible, un paso adelante en la exploración de biomateriales inspirados en la biología antigua.

Aunque todavía no hay fecha oficial para su llegada al mercado, ni certeza de que grandes firmas de moda adopten esta tecnología, el simple hecho de plantearlo lanza un mensaje potente: la industria del cuero, una de las grandes responsables de la deforestación del Amazonas y la pérdida de biodiversidad, podría encontrar en el pasado remoto —y en el ADN de los dinosaurios— una insólita solución a su crisis ecológica. Si hay que resucitar un T.rex para salvar el planeta, que así sea.