El Juan Sebastián de Elcano (A-71), uno de los buques escuela más emblemáticos de la Armada Española, ha decidido celebrar sus 90 años de historia con un reto sin precedentes: cruzar por primera vez el Cabo de Hornos, una de las rutas marítimas más peligrosas del mundo. Este desafío, que pondrá a prueba la destreza de la tripulación, se llevará a cabo en el invierno austral, cuando las condiciones climáticas son más adversas. “No es un desafío menor”, explica el capitán de navío Ignacio Paz, actual comandante del barco, quien reconoce los riesgos de enfrentarse a los vientos y corrientes que han convertido este lugar en el escenario de incontables naufragios.
Entre los dos océanos más grandes del planeta
Ubicado en la zona más austral de América del Sur, el Cabo de Hornos es un punto de encuentro entre los dos océanos más vastos del planeta: el Pacífico y el Atlántico. Navegar en estas aguas supone enfrentarse a condiciones extremas, con vientos huracanados y olas colosales que han desafiado a marinos desde el siglo XVI. Las latitudes en las que se ubica este cabo son temidas por los navegantes: los “cuarenta rugientes”, los “cincuenta furiosos” y los “sesenta aulladores”, nombres que reciben los vendavales que azotan sin piedad las embarcaciones que osan cruzar este tramo del Pasaje de Drake.
El Pasaje de Drake, también conocido como Mar de Hoces, es uno de los corredores marítimos más traicioneros del mundo. Descubierto en 1525 por Francisco de Hoces, este paso separa América del Sur de la Península Antártica y ha sido testigo de incontables tragedias en la historia naval. Según la tradición marinera, aquellos que logran atravesarlo tienen derecho a lucir un aro de oro en la oreja izquierda y a orinar contra el viento, símbolos del valor y la resistencia que requiere desafiar sus aguas.
Una alternativa que no es plausible
A lo largo de la historia, muchos exploradores han intentado cruzar el Cabo de Hornos en busca de rutas comerciales más rápidas. Uno de los más célebres fue Willem Schouten, quien en 1616 dobló el cabo en un intento de encontrar una nueva ruta hacia las Indias Orientales. Su éxito se basó en un descubrimiento previo: en 1578, el corsario inglés Francis Drake había sido arrastrado por una tormenta en esta zona y descubrió que Tierra del Fuego no era un continente, sino una isla, lo que abría una nueva posibilidad para la navegación.
Esta hazaña del Juan Sebastián de Elcano no solo supone un reto técnico, sino que también es un homenaje a la historia marítima y a los navegantes que han surcado estas aguas a lo largo de los siglos. El emblemático barco escuela, que ha sido el escenario de la formación de generaciones de marinos españoles, afronta ahora una de las pruebas más exigentes de su historia. La travesía marcará un hito en la trayectoria de la nave, reforzando su legado y escribiendo un nuevo capítulo en la historia naval de España.

A medida que el Juan Sebastián de Elcano se acerca al Cabo de Hornos, la mirada de la comunidad náutica internacional se posa sobre este desafío. Enfrentarse a uno de los enclaves más peligrosos del planeta no solo pondrá a prueba la resistencia del buque y su tripulación, sino que también reafirmará el espíritu de exploración y valentía que ha definido a los navegantes a lo largo de la historia.