Se ha dicho en mil y una ocasiones, pero la vida va a un ritmo demasiado acelerado actualmente y es extremadamente complicado subirse a todas las tendencias, modas y estar al día con cada una de las series y películas que llegan al streaming y cines. El consumo y velocidad a la que nos movemos y pensamos se ha duplicado con respecto a la última década y mantenerse atado a la actualidad es más un desafío que un disfrute.
La Generación Z, que ha nacido en esa rueda de agobio y asfixia, empieza a mostrar evidentes signos de agotamiento y desde Infobae lo demuestran: los jóvenes se sienten sobrepasados por la ingente cantidad de productos con los que se bombardea las redes sociales y ya no quieren consumir, sino hablar de cómo este infierno digital con prisas les ahoga.
La Generación Z no puede más y está el borde del colapso: las modas rápidas y el FOMO agotan a los jóvenes: 'Es agotador'
En base a un estudio realizado por The New York Times sobre cómo las modas rápidas están impactando en la vida de los jóvenes, se ha determinado que la Generación Z siente cada vez más rechazo por esta tendencia de consumo fast food y precipitado que no permite degustar siquiera una prenda de ropa o un perfume más de un par de semanas, porque los principales influencers, apadrinados por importantes marcas y publicidad, comparten constantemente contenido sobre nuevos productos que llegan al mercado.

James Oakley, un estudiante universitario de 19 años en Oregón, asegura que la saturación ha llegado a tal nivel que es imposible estar al día con cada cosa que se publica en internet e invade los móviles de miles de jóvenes diariamente: "La prevalencia y mera cantidad de microtendencias nos ha hecho imposible entenderlas o participar en ellas". Y es problema no es solo el esfuerzo mental que requiere estar conectado a la actualidad, también es un controversia para los bolsillos de la Generación Z, que no da abasto. "Es un desperdicio de recursos y de dinero", añade Lina, estudiante de bachillerato en Indiana.
Recientemente, os explicábamos también en Vandal que la Generación Z es de las que más depresión sufre, y parte de ello es culpa del ritmo diario de la vida. No parece que este tren vaya a descarrilar a corto plazo, puesto que las tecnologías emergentes están, de hecho, impulsando este modus vivendi que obliga a las personas a estar conectadas y actualizadas. Pero todo ello ya está haciendo mella en los jóvenes y puede haber consecuencias.