En un momento en el que los precios de la vivienda siguen disparados y los consumidores buscan alternativas prácticas para ganar espacio sin grandes inversiones, Leroy Merlin ha encontrado un filón con una propuesta que sorprende por su relación calidad-precio. La caseta prefabricada Neo de Biohort ofrece 7,3 metros cuadrados útiles por 4.889 euros, convirtiéndose en una solución flexible para quienes quieren ampliar metros de manera rápida y funcional.
El atractivo de esta caseta no radica solo en su precio, sino también en su versatilidad. Tradicionalmente, los cobertizos prefabricados estaban destinados al almacenamiento de herramientas o bicicletas. El modelo Neo rompe con esa lógica al poder transformarse en oficina, gimnasio, taller creativo o espacio de juegos, adaptándose a nuevas formas de vida marcadas por el teletrabajo y la multifuncionalidad.
Diseño compacto y contemporáneo
Con unas dimensiones de 348 x 236 x 222 cm en su versión más grande, la caseta permite instalar estanterías, mobiliario básico, iluminación e incluso pequeños sistemas de climatización portátil. Su diseño industrial de líneas sobrias encaja en jardines modernos, patios minimalistas o proyectos de estilo nórdico, aportando un aire contemporáneo que la diferencia de los clásicos cobertizos de madera.
La resistencia es otro de sus puntos fuertes. Construida íntegramente en acero galvanizado, está pensada para soportar humedad, cambios de temperatura y exposición solar durante décadas, con un mantenimiento mínimo. El único límite es la ausencia de aislamiento térmico, que la orienta a usos auxiliares más que residenciales, aunque su durabilidad compensa esta carencia para quienes buscan un complemento robusto y práctico.
Montaje y personalización a medida
Uno de los factores diferenciales es la facilidad de montaje. El kit se entrega listo para ensamblar, y puede complementarse con accesorios que amplían su utilidad: desde rampas de acceso hasta sistemas de iluminación LED, pasando por un pequeño porche o kits de herramientas. La opción de añadir ventanas laterales o superiores convierte al módulo en un estudio luminoso o un rincón de trabajo más confortable, elevando su potencial mucho más allá del mero almacenamiento.















