Jack Dorsey, fundador de Twitter y defensor de la descentralización digital, ha vuelto a agitar el panorama tecnológico con el lanzamiento de Bitchat, una aplicación de mensajería que prescinde por completo de internet.
Desarrollada como una red en malla basada en Bluetooth, Bitchat permite enviar mensajes cifrados sin depender de servidores ni recopilar datos personales. Según explicó el propio Dorsey en su cuenta de X, la aplicación funciona como un “experimento” que recuerda al viejo chat IRC, pero con un enfoque radical en la privacidad y la resistencia a los apagones de Internet y la censura.
La aplicación, aún en fase beta y limitada a 10.000 usuarios mediante TestFlight, permite a los dispositivos cercanos establecer conexiones directas y compartir mensajes que desaparecen sin dejar rastro en ningún servidor centralizado. En su documento técnico publicado en GitHub, Dorsey describe el proyecto como un “sistema efímero y resiliente”, ideal para situaciones de apagones, represión o emergencias humanitarias, ya que no necesita conexión a internet para funcionar. Además, los chats pueden ser públicos o protegidos con contraseña, y los mensajes se almacenan únicamente en los dispositivos de los usuarios.
Un creador crítico con la situación actual
El movimiento de Dorsey se alinea con su filosofía crítica frente al control de las big tech y su apuesta por el código abierto. Ya lo demostró con Bluesky, su intento de crear una red social federada como alternativa a X, y con Block (antes Square), desde donde también ha impulsado herramientas descentralizadas. Su nuevo invento refuerza la idea de que la comunicación digital no tiene por qué depender de grandes infraestructuras ni de intermediarios corporativos.
Aunque aún está en pruebas, Bitchat ya ha despertado interés entre defensores de la privacidad, comunidades descentralizadas y activistas en zonas con acceso limitado a internet. La red Bluetooth como base de funcionamiento recuerda a otras iniciativas como Bridgefy, utilizada durante protestas en países con bloqueos de red, pero Dorsey ha querido ir un paso más allá: sin cuentas, sin registros, sin trazabilidad.















