Blancanieves fue un fracaso histórico en la taquilla que dejó a Disney con pérdidas por valor de más de 100 millones de dólares. Muchos echaron las culpas a los comentarios de Rachel Zegler, que decidió posicionarse a favor de Palestina en relación al conflicto que destroza Oriente Medio, con una ofensiva israelí sobre Gaza que está causando un gran sufrimiento en la zona.
En este contexto cargado de tensión internacional, Gal Gadot ha señalado que la “enorme presión” ejercida sobre las celebridades para pronunciarse en contra de Israel habría sido el detonante que empujó a Blancanieves, su último proyecto con Disney, hacia un sonado fracaso en taquilla.
Gal Gadot atribuye el fracaso de ‘Blancanieves’ de Disney al rechazo hacia Israel: “La realidad es evidente, pero muchos prefieren ignorarla”
En declaraciones a The Jerusalem Post, la actriz israelí repasó su experiencia interpretando a la Reina Malvada en el remake en acción real del clásico de 1937. El filme cerró su recorrido con apenas 205 millones de dólares en taquilla mundial, una cifra muy pobre si se compara con su presupuesto estimado de entre 240 y 270 millones. Un desastre financiero en toda regla para Disney, aunque Gadot insiste en que el rodaje fue una experiencia enriquecedora y divertida, especialmente junto a Zegler, con quien compartió escena y complicidad.
“Me lo pasé en grande rodando esta película. Incluso disfruté trabajando con Rachel, nos reímos mucho y pensé de verdad que iba a ser un éxito rotundo”, confesó la intérprete. Pero el optimismo se desplomó tras los atentados del 7 de octubre perpetrados por Hamas, que dejaron 1200 muertos y más de 250 rehenes, según cifras recogidas por la BBC. A partir de ese momento, sostiene Gadot, todo cambió también en Hollywood.
La actriz, que sirvió como instructora de combate en las Fuerzas de Defensa de Israel durante su servicio militar obligatorio, asegura que el clima político contaminó incluso la recepción de la película. “Después del 7 de octubre lo que ocurre en muchas industrias, también en Hollywood, es que hay muchísima presión para que las celebridades se pronuncien contra Israel”, explicó.
Gadot defiende que Blancanieves se convirtió en un daño colateral de esa tensión: “Siempre puedo explicar lo que está pasando y tratar de dar contexto sobre cuál es la realidad aquí, pero al final la gente decide por sí misma. Me decepcionó que la película se viera tan afectada por eso y que no funcionara en taquilla”, concluía.
Lo cierto es que las palabras de Gadot contrastan con la percepción generalizada de críticos y analistas. Mientras Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras o juristas de la ONU denuncian un genocidio en Gaza por parte de Israel, en la esfera cinematográfica muchos apuntan que la caída de Blancanieves se debe menos a la política internacional que a problemas internos de Disney: una propuesta que no convenció ni a los defensores de Israel ni a sus detractores, y que fue recibida con frialdad tanto por el público como por la crítica. De hecho, ya han comenzado a trabajar en reformular sus live action.
Al final, queda la duda de si Blancanieves fue víctima de un boicot político o si, sencillamente, nació sin la magia que convirtió a la cinta original en un hito de la animación.
