La trilogía Cincuenta sombras de Grey (2015-2018) no pasará a la historia por su calidad cinematográfica, pero sí por su capacidad de arrasar en taquilla y por la enorme cantidad de historias sobre su caótico rodaje. Basada en las novelas eróticas de E.L. James, la saga recaudó más de 1300 millones de dólares a nivel mundial, convirtiéndose en un fenómeno de masas pese a las críticas mordaces de la prensa especializada. Pero no solo fue un hito comercial: también marcó un antes y un después para sus protagonistas, Dakota Johnson y Jamie Dornan, quienes, aunque ganaron fama, no parecen recordar la experiencia con demasiado cariño.
Dakota Johnson recuerda el rodaje de ‘Cincuenta sombras de Grey’: “Las escenas de sexo me dejaron con graves dolores”
De hecho, ambos han hablado en más de una ocasión sobre lo complicado que fue rodar algunas escenas, en especial aquellas cargadas de tensión erótica. Dakota Johnson, en particular, ha sido bastante sincera sobre los sacrificios físicos que implicó interpretar a Anastasia Steele.
En la historia, Anastasia y Christian Grey exploran sus deseos más oscuros con intensidad, y eso exigió a los actores una entrega física que no siempre fue placentera. Johnson ha contado en diversas entrevistas que las repetidas tomas de ciertas escenas terminaron pasándole factura como ha explicado en Vulture.

"Jamie me tiraba sobre una cama. Hicimos 17 tomas seguidas, así que mi cabeza estuvo yendo hacia atrás todo el día. Al despertarme, no podía mover el cuello. Fue realmente terrible", reveló la actriz en su momento, que no dudó en criticar también su rol en Madame Web y la situación del Hollywood actual.
Dornan, por su parte, admitió que si bien no cree haber lastimado a su compañera intencionadamente, sí reconoce que ella fue quien se llevó la peor parte. "Creo que Dakota ha hablado abiertamente sobre cómo terminó lesionada tras un par de días cuando las cosas se pusieron un poco serias en la habitación roja", comentó el actor, refiriéndose al icónico escenario donde los personajes daban rienda suelta a sus fantasías.
El éxito de la primera película fue tan descomunal que Universal y Focus Features no dudaron en dar luz verde a las secuelas casi de inmediato. Sin embargo, para los actores, esto significó comprometerse a dos rodajes más en los que, según Johnson y Dornan, las exigencias físicas y emocionales no fueron precisamente fáciles.
"Hicieron tanto dinero que la segunda y la tercera recibieron luz verde de la noche a la mañana. Fue extraño, porque había algo de ridículo en todo esto y, por contrato, sabía que tenía que hacer otras dos películas sabiendo que había más castigo por delante", confesó Jamie Dornan.
A pesar de los sacrificios, la saga consolidó a ambos actores en Hollywood, aunque cada uno tomó caminos distintos después de esta experiencia. Johnson ha sabido reinventarse en películas de autor como Suspiria o Cha Cha Real Smooth, mientras que Dornan ha buscado proyectos más variados, desde thrillers como Belfast hasta la comedia negra Barb and Star Go to Vista Del Mar.