La televisión ha cambiado radicalmente en las últimas décadas, y lo que antes parecía impensable hoy se presenta sin filtros en la pantalla. Series como The Boys o Happy! han llevado la violencia y el impacto a nuevos niveles, con escenas de una crudeza que hubiera sido impensable hace 30 años. Sin embargo, en 1996, un episodio de Expediente X fue considerado tan perturbador que la cadena Fox decidió retirarlo de la programación después de su estreno.
Se trata de Home, el segundo episodio de la cuarta temporada, es el capítulo que aterrorizó a millones de espectadores y que, con el tiempo, se ha convertido en una leyenda dentro del universo de la serie. Emitido el 11 de octubre de 1996, presentó una historia independiente dentro de la serie de misterio, alejada del arco narrativo principal de la serie. La trama se ambienta en el pequeño pueblo de Home, Pensilvania, donde un grupo de niños descubre el cuerpo de un bebé deforme enterrado en un campo.
Una familia a la altura de la de 'La matanza de Texas'
Los agentes Mulder y Scully son enviados a investigar y pronto se enfrentan a una de las familias más terroríficas que la televisión haya mostrado: los Peacock. Estos hombres, visiblemente deformes, esconden oscuros secretos en su hogar, incluyendo a una figura clave para la trama: la madre de los Peacock, que es descubierta en condiciones inhumanas debajo de una cama.
El nivel de violencia y horror del episodio no pasó desapercibido. Con escenas que incluían mutilaciones, decapitaciones y una representación explícita de una familia marcada por la consanguinidad, Home se convirtió en el primer capítulo de Expediente X en recibir una calificación TV-MA, restringida para audiencias adultas.
La crudeza del contenido fue tal que la propia cadena Fox decidió no volver a emitirlo en sus ciclos de repeticiones, considerándolo demasiado perturbador para la audiencia. El episodio quedó relegado a los archivos de la cadena durante tres años, hasta que en 1999 se permitió su retransmisión como parte de un especial de Halloween.
A pesar de la controversia, el episodio fue visto por 18,85 millones de espectadores en su estreno, consolidando su estatus como uno de los más impactantes de la serie. Incluso dentro del equipo de producción, el impacto fue evidente. James Wong, guionista del episodio junto con Glen Morgan, recordó en una entrevista con The New York Times cómo un productor los llamó después de la emisión, exclamando: “¡Ustedes están enfermos!”.
Wong admitió que no esperaba tal reacción, creyendo que la serie ya había mostrado contenido igual de extremo en el pasado. Sin embargo, el veto al episodio no hizo más que aumentar su notoriedad y convertirlo en una pieza de culto dentro del fandom.















