Donald Trump no ha perdido el tiempo. Desde su investidura en el poder como nuevo (por segunda vez) presidente de Estados Unidos, el político ha salvado TikTok de su prohibición, ha confundido España como socia de China y Rusia y hasta ha destituido ya de su cargo en la Casa Blanca a numerosas personas, entre ellas el chef español José Andrés.
Andrés había ocupado el puesto hasta ahora, desde el año 2022, como asesor presidencial en deportes, ejercicio y nutrición durante el mandato de Joe Biden. Pero ya no será así por más tiempo. Y ojo, porque según Trump, esto es solo el comienzo de una profunda revisión que se hará a todos los designados presidenciales de la administración anterior.
El chef José Andrés no se salva de la nueva presidencia de Trump en la Casa Blanca y pierde su cargo junto a más damnificados
"Mi Oficina de Personal Presidencial está en proceso de identificar y destituir a más de mil designados presidenciales de la administración anterior que no están alineados con nuestra visión de Make América Great Again", ha explicado Donald Trump este pasado martes 20 de enero en su cuenta de Truth Social después de anunciar que el chef José Antonio y otros tres damnificados (Mark Milley, Brian Hook y Keishan Lance Bottoms) ya no formarían parte del equipo de consejo del presidente.
"Que esto sirva como aviso oficial de despido para estos 4 individuos, y muchos más, que llegarán pronto", ha asegurado el nuevo presidente, no sin terminar su mensaje con las siguientes amenazadoras palabras escritas en mayúsculas: "¡ESTÁN DESPEDIDOS!"
El roce entre Trump con el chef José Andrés viene de bastante atrás, en realidad. Ya en 2016, cuando Trump se posicionaba a la presidencia en su primera candidatura y se enfrentó a Hillary Clinton, el magnate de los negocios firmó un contrato con el también empresario hostelero para que pudiese crear un restaurante en una de sus torres Trump.
Ahora bien, José Andrés (que también tiene la nacionalidad estadounidense), decidió romper su contrato tras enterarse de las políticas antiimigración que Trump estaba interesado en poner en pie y no dejaba de difundir en sus discursos públicos. "En el momento en que él pasa los límites de lo que yo considero lógico con los inmigrantes decido romper el contrato", explicó un tiempo después el propio Andrés en el programa español 'Planeta Calleja'.
Por supuesto, la postura del chef molestó a Trump y este decidió demandarlo por nueve millones de dólares por incumplimiento del contrato. "Yo, más humildemente, le demando de vuelta por ocho millones por los gastos en el desarrollo del restaurante", explicó Andrés. "Al final, dos años después, nuestros abogados llegaron a un acuerdo por detrás".
Evidentemente, Trump no habrá olvidado este encontronazo con el chef y no ha dudado ni un segundo al obtener su nuevo puesto en la presidencia para echarlo a la calle. Por mucha reputación que hable fenomenal de trabajo de Andrés -fundador de la ONG World Central Kitchen, condecorado con la Medalla Nacional de Humanidades y la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más elevado que se concede en Estados Unidos-, Trump tiene clara su visión política para la Casa Blanca y, como ya ha asegurado, no dudará en llevarla a cabo durante los próximos años cueste lo que cueste.
