Elon Musk no descansa en su cruzada por diversificar SpaceX más allá de los cohetes y los satélites. Su compañía, que ya controla la red Starlink y está valorada en unos 400.000 millones de dólares -y tiene algún que otro revés en países como China-, ha dado un paso histórico en el terreno de las telecomunicaciones: se quedará con parte del espectro de telefonía móvil de EchoStar por 17.000 millones de dólares, unos 14.500 millones de euros al cambio.
Elon Musk busca conquistar la telefonía: SpaceX invierte 14.500 millones en 'espectro móvil'
La operación, que sucede mientras Tesla intenta resurgir de sus cenizas, se estructurará a partes iguales: 8.500 millones en efectivo y la misma cantidad en acciones propias de SpaceX. A cambio, la empresa de Musk adquirirá licencias clave de espectro, como AWS-4 y H-block, lo que ha disparado las acciones de EchoStar hasta un 60% en Wall Street en cuestión de horas.
EchoStar, que hasta ahora operaba sobre todo en el negocio de la televisión vía satélite, destinará los fondos a reducir deuda y a reforzar su músculo financiero. Como parte del acuerdo, SpaceX también cubrirá 2000 millones de dólares en pagos de intereses en efectivo de la deuda de EchoStar hasta finales de 2027, una cláusula que refuerza aún más la magnitud del pacto.
Este movimiento no es casual: las compañías satelitales que buscan dar servicio directo a dispositivos móviles necesitan espectro autorizado en tierra. SpaceX ya mantiene un acuerdo con T-Mobile para impulsar esta tecnología, pero con esta compra Musk se asegura un mayor grado de independencia para desplegar sus propios servicios. Eso sí, la transacción tendrá que pasar por el filtro de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC), que también revisa otra venta similar realizada hace apenas un mes, cuando AT&T pagó 23.000 millones de dólares a EchoStar por licencias adicionales.
El telón de fondo es todavía más ambicioso. SpaceX lleva meses reforzando su estructura financiera y mantiene abierta una nueva ronda de captación de capital que ya sitúa a la compañía en la estratosférica cifra de 400.000 millones de dólares de valoración. Desde su fundación, ha levantado casi 12.000 millones a través de 30 rondas, con nombres de peso entre los inversores: desde Google y Fidelity hasta fondos como DFJ Growth, Sequoia, a16z o gigantes institucionales como el Ontario Teachers Pension Plan o Bank of America. Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, en definitiva, no solo quiere lanzar cohetes o poblar la órbita con satélites: ahora también busca disputar el control del espacio más competitivo y terrenal de todos, el de la telefonía móvil.
