Elon Musk ha dominado hasta ahora el terreno del internet satelital, pero su reinado empieza a encontrar rivales con ambición global. China no se conforma con mirar desde la barrera y ha puesto en marcha un plan que busca desbancar al CEO de Tesla mediante tres mega constelaciones de órbita baja (LEO) que podrían cambiar el equilibrio de poder en el espacio cercano.
El país asiático pretende asegurarse un papel protagonista en la carrera por el control de la conectividad satelital mundial. Entre sus proyectos planean desplegar cerca de 38.000 satélites en pocos años, consolidando una red que competirá directamente con Starlink.
China toma la delantera a Musk: prepara tres megaconstelaciones de 38.000 satélites para competir con Starlink
El proyecto más ambicioso es Guowang, una constelación gestionada por China Satellite Network (SatNet) con 12.992 satélites destinados a un internet nacional con cifrado militar. Su uso estará centrado en las administraciones gubernamentales, pero sus capacidades exactas siguen envueltas en secreto.
Los expertos sospechan que los satélites podrían integrar tecnologías avanzadas, desde comunicaciones láser hasta radar SAR, sensores ópticos y sistemas de retransmisión de alta capacidad, lo que convertiría a Guowang en un actor estratégico más allá de la simple conectividad.
Aunque Elon Musk sigue prometiendo a la humanidad "renta universal y abundancia sostenible", en China la estrategia es mucho más pragmática y orientada a la seguridad nacional. Guowang, con similitudes con Starshield de SpaceX, estará preparado para tareas que incluyen vigilancia, seguimiento de objetivos y apoyo logístico, además de banda ancha.
China Satellite Network planea que 6000 de estos satélites orbiten entre 500 y 600 km, emulando la órbita de Starlink, y otros 7000 a 1145 km. A mediados de este año, ya se lanzaron 34 satélites en varias misiones, marcando el inicio de la expansión.
Guowang no es un caso aislado. Qianfan, también conocido como Thousand Sails o SSST, contará con cerca de 15.000 satélites en órbitas altas de 1.160 km, ofreciendo servicios de banda ancha y conectividad directa a móviles usando frecuencias Ku, Q y V. Su primer lanzamiento se realizó en agosto de 2024 con 18 satélites, y hoy ya suma cerca de 90 unidades en operación. China proyecta completar las más de 15.000 unidades hacia finales de la década, en dos fases de expansión.
Otro contendiente es Honghu-3, con 10.000 satélites planeados en 160 planos orbitales. Aunque todavía no ha iniciado lanzamientos y solo maneja prototipos, la construcción de su fábrica en Wuxi avanza y permitirá desplegar los satélites en lotes de decenas, siguiendo la estrategia de sus competidores. China avanza con paso firme, demostrando que la competencia por la supremacía satelital global está lejos de ser un juego de un solo jugador. Elon Musk puede tener experiencia y presencia, pero los mega proyectos chinos amenazan con ponerle un verdadero desafío en órbita.
