Hace ya tiempo que el western dejó de ser cosa del pasado para convertirse, otra vez, en territorio de moda televisiva. El fenómeno Yellowstone, con su mezcla de ranchos, traiciones y testosterona, puso la semilla, y desde entonces las plataformas no han dejado de buscar su propia vaca sagrada. Netflix ya lo intentó sin demasiada fortuna con Territorial, y ahora vuelve a cabalgar con Nueva vida en Ransom Canyon, un drama rural que, contra todo pronóstico, está triunfando en medio mundo.
El western que triunfa en Netflix combina acción, paisajes y emociones al estilo ‘Yellowstone’ y ‘Un lugar para soñar’
La serie, protagonizada por Josh Duhamel (Las Vegas) y Minka Kelly (Friday Night Lights), nos lleva al corazón de Texas para seguir la rivalidad entre tres poderosas familias ganaderas que luchan por la tierra, el legado y algo aún más frágil: la estabilidad emocional. El foco se pone en Staten Kirkland (Duhamel), un ranchero de pocas palabras y muchas cicatrices, que intenta sobreponerse a una tragedia mientras busca justicia.

Pero que nadie se equivoque: aunque se venda como western, Nueva vida en Ransom Canyon bebe más de Un lugar para soñar que de Deadwood. La serie adapta una longeva saga literaria firmada por Jodi Thomas (siete libros publicados) y su tono se mueve entre el melodrama romántico, el culebrón con acento tejano y las tensiones de alcoba en una tierra de vaqueros. Si esperabas la próxima gran epopeya al estilo Sheridan, como Yellowstone y su pasión por el detalle, este no es tu rancho.
Detrás del proyecto está April Blair, creadora de All American y colaboradora en éxitos como You y Miércoles, que aquí apuesta por una narrativa más emocional que violenta. Acompañan al dúo protagonista nombres como el veterano James Brolin, pero el peso del relato recae sobre Duhamel y Kelly, en una historia más centrada en los lazos personales que en los duelos al sol.
Y lo cierto es que la fórmula le está funcionando a Netflix: desde su estreno el pasado 17 de abril, Nueva vida en Ransom Canyon se ha colocado como número 1 en Estados Unidos y ha escalado al top en otros nueve países. En España, por ahora, cabalga en cuarto lugar, pero el boca a oreja y el algoritmo podrían hacerle subir posiciones. Pueden tener un futuro pelotazo en sus manos.