Durante décadas, las palomitas de maíz han estado injustamente asociadas a un estilo de vida poco saludable, ligadas al exceso de sal, mantequilla y azúcar de los productos industriales. Sin embargo, Dan Buettner, el divulgador científico responsable de popularizar el concepto de las Zonas Azules —aquellas regiones del mundo donde las personas viven más y mejor— ha rescatado este snack para la causa de la longevidad. “Están repletas de fibra, carbohidratos complejos y más polifenoles que muchas verduras”, asegura el experto en un reciente vídeo compartido en redes.
Sin añadidos son un alimento perfecto
Buettner insiste en que el problema no está en el maíz en sí, sino en cómo se prepara. Las palomitas hechas en casa con aire caliente, sin aceite ni aditivos, pueden convertirse en uno de los mejores tentempiés entre horas. No solo son económicas y fáciles de preparar, sino que además contienen compuestos antioxidantes como los polifenoles, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y la inflamación celular, factores clave en el envejecimiento prematuro. Un estudio publicado en Antioxidants en 2019 respalda este argumento, al identificar en el maíz fenólico niveles relevantes de estos compuestos bioactivos.
El nutricionista estadounidense también señala que la clave de una vida longeva no está únicamente en la dieta, sino en el estilo de vida global: actividad física regular, relaciones sociales de calidad, propósito vital y alimentación basada en plantas. Aun así, cuando se trata de “picar algo”, Buettner desaconseja encarecidamente productos procesados como embutidos, bollería industrial, snacks salados y bebidas azucaradas, que según él “reducen drásticamente la esperanza de vida”.
Su defensa de las palomitas puede parecer sorprendente, pero se alinea con investigaciones recientes que reivindican el poder de los cereales integrales. En 2015, un metaanálisis publicado en JAMA Internal Medicine ya concluía que el consumo diario de cereales integrales se asocia con una reducción del 9% en el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Las palomitas, cuando no están procesadas, pertenecen a esa categoría.
En un entorno donde el sobrepeso y las enfermedades metabólicas se disparan, volver a opciones simples, accesibles y naturales como las palomitas de maíz puede marcar la diferencia. “Es un snack para vivir 100 años”, bromea Buettner, pero el trasfondo es serio: en un mundo saturado de opciones ultraprocesadas, la longevidad podría depender más de nuestras decisiones cotidianas que de fórmulas milagrosas. Y tal vez, de una buena ración de maíz al natural.















