Aunque aún falta bastante para que la nueva serie de Harry Potter llegue a HBO Max, las conversaciones en torno al proyecto no han hecho más que empezar... y no precisamente por su reparto o su enfoque narrativo.
Como era de esperar, el nombre de J.K. Rowling vuelve a estar en el centro del huracán, eclipsando cualquier avance en la producción con su ya habitual retahíla de declaraciones públicas sobre las personas trans. El contexto no podría ser más incómodo: la autora no solo conserva su papel como productora ejecutiva, sino que —según Casey Bloys, CEO de HBO— estuvo “muy involucrada” en la selección del equipo creativo.
La sombra de J.K. Rowling vuelve a cernirse sobre el remake de Harry Potter en HBO: Nick Frost rompe su silencio
A estas alturas, el terreno de juego está plagado de minas. Hay actores que prefieren mantenerse en silencio. Otros, como Tom Felton, optan por una defensa tibia hacia la autora. Pero hay quienes no están dispuestos a mirar hacia otro lado. Uno de ellos es Nick Frost, recientemente confirmado como el nuevo Hagrid, que no ha dudado en marcar distancias con Rowling en una entrevista con The Observer.

Conocido por su participación en películas como Zombis Party y más recientemente en el live-action de Cómo entrenar a tu dragón, Frost ha dejado clara su postura: no comparte en absoluto las ideas de la escritora británica. “A ella se le permite tener su opinión y a mí la mía. Simplemente no coinciden en absoluto”, afirmaba con contundencia. Unas palabras que, como era de esperar, han desatado una oleada de reacciones en redes sociales.
Tras anunciarse su fichaje, Frost tuvo que desactivar los comentarios en Instagram ante la avalancha de mensajes que recibió. Sin embargo, lejos de echarse atrás, aprovechó el momento para lanzar una reflexión que apunta directamente al corazón del debate: “Quizá no deberíamos pasar del tema, ¿no? No deberíamos simplemente esperar a que desaparezca, porque lo hace más fácil. Quizás deberíamos informarnos al respecto”.
Mientras la maquinaria de HBO sigue su curso y el reparto sigue tomando forma, el verdadero desafío de esta nueva adaptación de Harry Potter no parece estar en los efectos especiales ni en la fidelidad al material original, sino en cómo navegar —sin naufragar— las turbulentas aguas que deja a su paso el nombre de J.K. Rowling. Y eso, en 2025, quizá sea el mayor de los conjuros.