Tras el USS Gerald R. Ford, el buque de guerra más letal de la Armada estadounidense ya surca las aguas con una capacidad sin precedentes para detectar y neutralizar submarinos a miles de millas de distancia. Se trata del USS Pierre, el último de la clase Independence, que tendrá su puerto base en San Diego y promete redefinir la guerra litoral gracias a su combinación de velocidad, estabilidad y sistemas de combate avanzados.
Construido por el astillero Austal USA en Alabama, el Pierre pone fin a la saga de los buques de combate litoral de superficie rápida y adaptable, diseñados para enfrentar amenazas tan variadas como minas, embarcaciones pequeñas y submarinos en entornos costeros y alta mar. Su sistema de combate permite a una tripulación de apenas 40 marineros reaccionar en segundos ante situaciones en constante evolución.
El buque de guerra más letal: 2 helicópteros MH-60 y drones, transforman la guerra litoral de EE. UU.
El secreto de su rendimiento reside en su innovador diseño de triple casco de aluminio ligero, que le otorga estabilidad superior y agilidad excepcional incluso a altas velocidades. La cubierta del USS Pierre está preparada para operaciones aéreas de gran envergadura, con espacio para helicópteros MH-60, drones y pequeñas embarcaciones, manteniendo un calado reducido que le permite aproximarse a la costa con seguridad.
El buque combina turbinas de gas y motores diésel que le permiten superar los 40 nudos y mantener un alcance de hasta 4300 millas náuticas a velocidad de crucero. En cuanto a armamento, está equipado con defensa antimisiles SeaRAM, un cañón Mk 110 de 57 mm y sistemas automatizados de radar y comunicaciones. La clase Independence se ha probado en contramedidas contra minas, operaciones de interdicción marítima y experimentación con sistemas no tripulados, consolidando al USS Pierre como uno de los buques más versátiles y letales de la Armada estadounidense.
Además, en paralelo, la Marina avanza en la protección térmica de sus misiles hipersónicos, capaces de soportar temperaturas superiores a 5000 grados Fahrenheit, reforzando su capacidad estratégica en escenarios globales de alta tensión.















