Ha sido un año especialmente luminoso para la saga Depredador. La primavera abrió fuego con Predator: Asesino de asesinos, la primera aventura animada de los yautja en Disney+, un estreno que no sacrificó ni una gota de la ferocidad clásica de la saga. Meses después, a comienzos de noviembre, Predator: Badlands sellaba el esperado regreso de estas icónicas criaturas a los cines tras largos años de silencio.
El filme, encabezado por Dimitrius Schuster-Koloamatangi y Elle Fanning, vuelve a demostrar la habilidad de Dan Trachtenberg para retorcer la fórmula sin romperla. Esta vez lo hace presentando a Dek, un yautja desterrado cuya historia personal redefine, una vez más, el imaginario de la especie.
Disney vuelve a reinar en la sci-fi: Badlands supera récords y revitaliza a los Depredadores en el cine
Pero más allá del universo y sus nuevos matices, lo que nos convoca hoy son los números: los resultados económicos de Predator: Badlands, que han supuesto un soplo de aire fresco para 20th Century Studios -la actual heredera del legado de la antigua 20th Century Fox- y para Disney. La cinta ya se ha convertido en la más exitosa de la serie principal, dejando fuera de la ecuación a los cruces con Alien, mientras la figura de Dek va calando entre el público.
Con tres semanas en cartelera, Predator: Badlands no ha dominado la taquilla semana a semana, pero sí ha resistido con una constancia admirable: acumula ya 161 millones de dólares a nivel global y mantiene un ritmo sólido en salas. Este empuje la ha catapultado directamente al Top 5 de producciones más taquilleras de 20th Century Studios.
Aunque el estudio es relativamente joven -cinco años y veinticuatro estrenos a sus espaldas- ya presume de hitos gigantescos como Avatar: El sentido del agua, con sus inalcanzables 2343 millones de dólares. La película de Trachtenberg no juega en esa liga, pero ha superado con holgura a Muerte en el Nilo.
Por delante se mantienen Free Guy, con 331,5 millones; Alien: Romulus, con 350,8 millones; y El reino del planeta de los simios, que se alza en la segunda plaza con 397,3 millones. Resulta improbable que Predator: Badlands continúe escalando posiciones pero el director puede sentirse más que satisfecho: su película está funcionando muy por encima de las expectativas, aunque quizá no llegue a cruzar la ansiada barrera de la rentabilidad.
