Este fin de semana, dos grandes estrenos han devuelto el pulso a una taquilla estadounidense que venía encadenando semanas grises. Hablamos de Lilo y Stich, el nuevo remake en imagen real de Disney, y Misión Imposible: Sentencia Final, la última aventura de acción protagonizada por Tom Cruise. Ambas han debutado con fuerza y han roto récords nada desdeñables durante su primer día en salas.
Éxito rotundo en taquilla: 'Lilo y Stitch' y 'Misión Imposible 8' arrasan en su estreno en cines
En el caso del film de Disney, el regreso de los entrañables <i>Lilo y Stitch en carne y hueso —o algo parecido— ha sido todo un taquillazo desde las sesiones de preestreno del jueves, donde sumó 14,5 millones de dólares en suelo norteamericano. No solo se trata del mejor arranque del estudio en ese marco de fechas (superando los 14,1 millones de Han Solo: Una historia de Star Wars), sino que es también la mejor marca del año hasta el momento en el terreno de los preestrenos.
Y eso es solo el comienzo. Las previsiones sitúan el estreno de Lilo y Stitch como el mayor debut del fin de semana del Memorial Day en toda la historia del cine, superando a Top Gun: Maverick, que ostentaba el récord con 160,5 millones de dólares. Algunos analistas apuntan incluso a una cifra cercana a los 180 millones, lo que convertiría este remake en uno de los éxitos más inesperados del año para la Casa del Ratón. En estos momentos lleva 138 millones.
En paralelo, Misión Imposible: Sentencia Final también ha tenido razones para celebrar. Aunque su debut ha sido más discreto que el de Lilo y Stitch, la nueva entrega ha marcado un récord interno dentro de la franquicia con 8,3 millones de dólares recaudados en los preestrenos, superando holgadamente los 7 millones logrados por su predecesora directa, Sentencia Mortal.
Si las predicciones no fallan, Sentencia Final podría alcanzar los 78 millones en su primer fin de semana largo, o unos 64 millones si no contamos el lunes festivo. En cualquier caso, todo apunta a que superará los 61 millones que logró Fallout, el mejor debut hasta ahora de la saga. Un buen dato para Cruise, aunque la sombra del presupuesto planea sobre el resultado.
Porque mientras que Lilo y Stitch ha costado “solo” 100 millones de dólares, pero la colosal Misión Imposible 8 se ha ido hasta unos astronómicos 400 millones, entre rodaje, efectos visuales y múltiples retrasos. Eso convierte a la cinta de acción en una operación financiera mucho más arriesgada, y a Disney en la gran beneficiada de este fin de semana festivo.
