Tom Cruise es una de las estrellas más emblemáticas de Hollywood. Ahora se encuentra con Misión Imposible: Sentencia Final, pero detrás de sus éxitos taquilleros y su carismática sonrisa se esconde una vida personal marcada por romances mediáticos, decisiones controvertidas y una intensa relación con la Cienciología, la religión que ha influido profundamente en su trayectoria pública y privada.
Tom Cruise, entre el amor y la fe: romances de alto perfil y su devoción por la Cienciología
Nacido como Thomas Cruise Mapother IV en Syracuse, Nueva York, en 1962, su infancia no fue fácil. Criado en una familia católica y afectado por un padre abusivo, Cruise encontró en la actuación una vía de escape. Alcanzó la fama mundial con Top Gun (1986), y desde entonces, su carrera despegó como un misil. Pero su vida sentimental pronto comenzó a ocupar tantos titulares como sus películas.
Uno de sus romances más famosos fue con Nicole Kidman, con quien se casó en 1990 tras trabajar juntos en Días de trueno. La pareja adoptó dos hijos y formó una de las uniones más glamorosas de los noventa. El matrimonio terminó abruptamente en 2001, en un divorcio rodeado de rumores sobre la influencia de la Cienciología, religión que Cruise abrazó en los años 90 y que muchos señalan como un punto de fricción en sus relaciones.
Su romance con Katie Holmes también captó la atención mundial. En 2005, Cruise saltó sobre el sofá de Oprah Winfrey para proclamar su amor por ella, en una de las escenas más icónicas —y polémicas— de la televisión estadounidense. Se casaron en 2006 en un castillo italiano, pero la historia también terminó en divorcio en 2012, con Holmes obteniendo la custodia total de su hija, Suri. Muchos medios especularon con que Holmes buscaba alejar a su hija del control de la Iglesia de la Cienciología.
Cruise también ha sido blanco de críticas por su defensa incondicional de esta religión. Su enfrentamiento público con la actriz Brooke Shields por el uso de antidepresivos —en el que aseguró que la psiquiatría es una "pseudociencia"— y sus declaraciones contra el tratamiento médico tradicional empañaron su imagen ante ciertos sectores del público.
Tom Cruise es la última gran estrella de Hollywood
A lo largo de cuatro décadas, Tom Cruise ha forjado una carrera cinematográfica que combina éxitos de taquilla con papeles desafiantes que demuestran su versatilidad como actor. Debutó en el cine a principios de los años 80, pero fue con Risky Business (1983), donde interpretó al adolescente que baila en ropa interior al ritmo de Bob Seger, que se consolidó como una promesa de Hollywood. Su estatus de estrella se confirmó con Top Gun (1986), que lo convirtió en un símbolo sexual y en el rostro de una generación amante del cine de acción patriótico.
Durante los años 90, Cruise demostró que no era solo una cara bonita. Fue nominado al Óscar por Nacido el 4 de julio (1989), donde interpretó a un veterano de Vietnam con heridas físicas y emocionales. En Jerry Maguire (1996), una comedia romántica deportiva dirigida por Cameron Crowe, Cruise entregó una de sus actuaciones más aclamadas, inmortalizando frases como "Enséñame la pasta".
También brilló en Magnolia (1999), dirigida por Paul Thomas Anderson, papel por el que obtuvo su tercera nominación al Óscar. En estos años, se convirtió en uno de los pocos actores capaces de atraer a las masas sin necesidad de sagas.
Sin embargo, fue precisamente una saga la que redefiniría su carrera en el siglo XXI: Misión Imposible. Desde 1996 hasta la actualidad, Cruise ha protagonizado y producido ocho entregas de esta saga de espionaje, con acrobacias cada vez más espectaculares —como colgarse de un avión en pleno despegue o escalar el Burj Khalifa sin dobles—.
También ha incursionado en ciencia ficción con títulos como Minority Report (2002) y Al filo del mañana (2014), reafirmando su estatus como el último gran héroe de acción de Hollywood. Con una combinación única de disciplina, carisma y audacia, Tom Cruise ha demostrado ser mucho más que un ídolo pasajero: es una leyenda viva del cine comercial.
