La generación Z, los jóvenes de hoy día que nacieron entre 1997 y 2012, son considerados a menudo como los "nativos digitales" debido a que crecieron rodeados de nuevas tecnologías como ordenadores en casa con acceso a Internet y teléfonos inteligentes presentes en su día a día de forma cotidiana. Sin embargo, y aunque esta generación no suele tener problemas para desenvolverse en entornos informáticos y digitales, sí parece ser que experimenta un problema que probablemente no afecta tanto a la generación anterior: ser capaz de escribir sin mirar el teclado.
Según un artículo del Wall Street Journal publicado hace ya unos meses, numerosos jóvenes de la generación Z han admitido que les cuesta trabajo escribir en el ordenador sin mirar el teclado, y algunos aseguran que por encima de todo prefieren escribir en sus móviles con teclados digitales (lo que también va en concordancia con que cada vez escriben menos a mano). ¿A qué se debe esto?
La caída en el número de clases de mecanografía podría estar detrás de este problema de escritura con teclado de la generación Z
Resulta curioso, si nos fijamos en los datos recogidos por el portal National Center for Education Statistics de Estados Unidos, que en los últimos años ha habido una gran caída pronunciada del número de centros educativos que ofrecen clases de mecanografía. En el año 2000, a comienzos de siglo, había entorno a un 44% de estudiantes de instituto que recibían clases de mecanografía. No obstante, ya en el año 2019, esa cifra había descendido a tan solo un 2,5% de los estudiantes.
Los números no mienten, y eso se nota por ejemplo en una particular competición de escritura que puso en marcha una empleada del departamento de servicios tecnológicos educativos de Oklahoma entre sus estudiantes para determinar quién era capaz de escribir más rápido con un teclado. De acuerdo con lo explicado en el artículo de Wall Street, los estudiantes de hoy día de entre 9 y 10 años no son capaces de escribir más de 13 palabras por minuto.
La competición propuesta aumentó ligeramente esta velocidad de escritura a unas 25 palabras por minuto, una mejora considerable. En el mejor de los casos, el estudiante más rápido llegó a alcanzar 91 palabras, toda una excepción. Con todo, el estándar en el pasado rondaba las 60 palabras de media por minuto y un mecanógrafo experimentado podía llegar fácilmente a las 100 palabras.
Sin duda, el hecho de no acudir ya a clases de mecanografía ha podido influir en este asunto para la generación Z, pero otro factor clave podría ser la enorme exposición diaria a pantallas táctiles con teclados predictivos inteligentes desde una edad muy temprana.
Sin ir más lejos, un estudio de Finnish Center for Artificial Intelligence de hace unos años revelaba que la diferencia de velocidad de escritura entre teclados digitales y físicos es cada vez menor. La velocidad promedio escribiendo con los dos pulgares en teclados de móvil es de 38 palabras por minuto, tan solo un 25% más lento que usando teclados físicos.
De hecho, este mismo estudio apuntaba que los participantes con edades entre los 10 y los 19 años eran más rápidos que los mayores escribiendo en móviles, tecleando aproximadamente 10 palabras más por minuto que las personas de 40 años. Un claro ejemplo de la comodidad que sienten los jóvenes con los teclados digitales, como decíamos al inicio.
¿Significa todo esto que estamos cada vez más cerca del fin de los teclados tradicionales? En el futuro, tal vez, estos serán sustituidos por otro tipo de interfaz basada en inteligencia artificial generativa... ¿Quizás capaz de tomar dictados sin necesidad de escribir siquiera? Habrá que ver de aquí a unos años qué tal se desenvuelve en este campo la generación Alfa, los nacidos entre 2013 y mediados de la década de 2020.
