La cantante Ariana Grande quiere proteger su estilo e imagen. Es por eso que ha interpuesto una demanda, valorada en 10 millones de dólares, contra Forever 21 y Riley Rose. La artista alega que le han robado su nombre e imagen para promocionar sus marcas de forma gratuita.
Tal y como informa Entertainment Weekly, Grande afirma que la marca de ropa "buscó su apoyo para sus productos de ropa y accesorios" a principios de 2019, lo que la cantante rechazó por renuencia de la marca a pagar su valor justo en el mercado. Grande afirma que los acusados lanzaron campañas engañosas en sus sitios web y redes sociales, publicando al menos 30 imágenes y vídeos no autorizados que malversaron su nombre e la imagen.
Las publicaciones presentan una mezcla de fotos reales de Grande junto con una modelo que "es sorprendentemente similiar" a la cantante, y cuya imagen se adaptó para parecerse a Grande. Todas las imágenes han sido borradas de la cuenta de Instagram de Forever 21.
En un comunicado, un portavoz de Forever 21 afirma que la organización "no hace comentarios sobre litigios pendientes según la política de la compañía.
Dicho esto, mientras disputamos las acusaciones, somos grandes partidarios de Ariana Grande y hemos trabajado con su compañía de licencias en los últimos dos años. Esperamos encontrar una solución mutuamente aceptable y poder seguir trabajando juntos en el futuro".
Bloomberg informó el pasado 28 de agosto que Forever 21, propiedad de Jin Sook y Do Won Chang, estaba preparándose para declararse en bancarrota. Forbes, a su vez, estima que las ventas de la firma se habrían reducido entre un 20 y un 25% el pasado año. Riley Rose, a su vez, es una submarca de Forver 21 centrada en cosmética y belleza.