Finalmente llegó el día que muchos estábamos esperando a la par que temiendo: el día en el que termina Dragon Ball Super. Eso sí, Toei Animation ha querido despedir la serie por todo lo alto, ofreciéndonos uno de sus mejores capítulos, animación y dibujos más cuidados que nunca y una conclusión más que digna y satisfactoria para uno de los arcos argumentales más intensos e interesantes que nos ha dejado hasta la fecha la obra de Akira Toriyama.
El épico final del Torneo de Poder
Esta vez el capítulo comienza justo donde lo dejó su episodio anterior, con Freezer y A17 lanzándose al ataque contra Jiren en una espectacular secuencia de acción. Al principio, Freezer parece que consigue igualar sus fuerzas con las del guerrero del Universo 11, hasta que finalmente este acaba por enfurecerlo y contraatacando pisando la cola del emperador y castigándolo con una devastadora lluvia de puñetazos.
Cuando peor parecían pintar las cosas, Freezer reacciona y atrapa a Jiren entre dos rocas, momento en el que aparece A17 y agarra a su enemigo para realizar una explosión de Ki encerrándose dentro de una de sus barreras para así maximizar el daño. Evidentemente, esto acaba dañando al androide, aunque la peor parte parece habérsela llevado el luchador de las Tropas del Orgullo, quien acaba arrodillado en el suelo y sin voluntad alguna para continuar luchando.
Aprovechando esto, Freezer se dispone a darle el golpe de gracia, aunque Toppo comienza a animar a Jiren y este acaba reaccionando y contraatacando con su potente Ki. El villano consigue evitar el golpe justo a tiempo, aunque el área de efecto es tan grande que tiene que unir fuerzas con A17 para bloquear el ataque.
Por desgracia, ni combinando sus fuerzas son capaces de resistir, aunque justo cuando todo parecía perdido, aparece Goku nuevamente en escena y entre los tres consiguen repeler el monstruoso Ki de Jiren.
A partir de aquí, los tres combatientes del Universo 7 deciden pasar a la ofensiva, dando pie a una de las mejores secuencias de acción jamás realizadas para cualquier producto relacionado con Dragon Ball. Durante aproximadamente dos minutos y medio nos muestran a Goku, Freezer y A17 pelear codo con codo y coordinarse a la perfección en un último intento desesperado por derrotar a su gran rival.
Ver a Goku y Freezer colaborar de tal manera y entenderse tan bien entre ellos en el campo de batalla es algo que, desde luego, jamás habríamos soñado con ver, y menos aun con un dibujo, una coreografía y una animación tan espectaculares.
Uno de los momentos más destacados lo tenemos en el intento de Freezer por sacrificarse para echar de la pista a Jiren, aunque este consigue zafarse. Eso sí, Goku ataca antes de que tenga tiempo para reaccionar, quien poco a poco comienza a despertar nuevamente el poder del Super Saiyan con sus últimas fuerzas, dando como resultado un ataque conjunto entre él y el malvado emperador con el que, finalmente, consiguen eliminar a Jiren, aunque para ello también acaban sacrificándose ellos mismos y cayendo fuera del terreno de combate.
De este modo, el Universo 11 es borrado de la existencia por Zenosama y A17 acaba por ser el único superviviente del Torneo de Poder y, por lo tanto, su gran vencedor (algo más que merecido, considerando su espectacular participación a lo largo de toda la competición).
Esto le da derecho a utilizar las Super Dragon Balls para pedir un deseo y, tal y como todos esperábamos, pide que todos los universos que han sido borrados vuelvan a ser restaurados (aquí tenemos dudas de si también han sido resucitados los seis universos que Zenosama hizo desaparecer en el lejano pasado), por lo que no tardamos en ver una secuencia donde nos muestran a todos los guerreros y dioses que habían sido eliminados de la existencia regresar a la vida. En ella destaca la conversación entre Toppo y Jiren, donde el aspirante a Dios de la Destrucción le habla a su compañero de cómo por fin consiguieron conectar durante el Torneo de Poder.
Por su parte, el Gran Sacerdote desvela a los miembros del Universo 7 que Zenosama confiaba en que este fuese el deseo que el vencedor pediría y que, de no haber sido así, ellos también hubiesen sido borrados.
Tras esta revelación, Whis resucita a Freezer como regalo de Beerus por su participación en el torneo y por haberlo hecho tan bien, aunque Goku aprovecha para advertirle que si alguna vez vuelve a las andadas, se encargará él mismo de detenerlo las veces que haga falta.
Así pues, todos vuelven a casa antes de que Goku tenga ocasión de volverla a liar proponiéndole cosas a Zenosama y celebran la victoria con una gran fiesta en Capsule Corporation. Eso sí, Goku y Vegeta acaban peleándose y en la última escena podemos ver una recreación de su mítico primer duelo, aunque con ambos convertidos en Super Saiyan Blue y con Goku desvelando que todavía no es capaz de utilizar el Ultra Instinto a voluntad.
Como veis, el final de la serie ha sido predecible en lo referente al deseo que se iba a pedir, pero al mismo tiempo inesperado y con muchas sorpresas en lo que respecta a la conclusión del torneo. Ni Goku ha sido el vencedor, ni tampoco ha rematado a su enemigo de la manera en la que esperábamos, ni ha sido utilizando su transformación más poderosa y avanzada o una técnica mil veces vista.
Probablemente, nuestros domingos no vuelvan a ser lo mismo durante una larga temporada ahora que ha finalizado Dragon Ball Super, pero no dudamos que la obra de Toriyama acabará regresando tarde o temprano después de que se estrene su próxima película, prevista para diciembre en Japón y la cual servirá de secuela a lo que acabamos de ver. Quedan todavía muchas cosas por explorar en este fantástico universo, el cual no para de expandirse y ofrecer nuevas posibilidades, por lo que ya nos estamos frotando las manos pensando en qué nos deparará el futuro.
¡Vuelve pronto, Goku!