Un hallazgo arqueológico en la cueva de Mezmaiskaya, en el Cáucaso Norte ruso, ha revelado una punta de lanza de hueso datada entre 80.000 y 70.000 años atrás, atribuida a los neandertales. Este descubrimiento, publicado en el Journal of Archaeological Science, desafía la noción de que los neandertales carecían de tecnologías avanzadas antes de la llegada del Homo sapiens a Europa.
Fue moldeada con herramientas de piedra
La punta de lanza, de aproximadamente 9 centímetros de longitud, fue elaborada a partir del hueso cortical de un bisonte. Análisis microscópicos y espectroscópicos revelaron que fue moldeada con herramientas de piedra, endurecida mediante calor y adherida a un asta de madera utilizando betún natural. Estas técnicas indican un conocimiento avanzado en la fabricación de armas compuestas y el uso controlado del fuego.
El contexto arqueológico de la cueva, que incluye restos de hogares, herramientas líticas y huesos de animales cazados, sugiere que los neandertales que habitaron Mezmaiskaya desarrollaron de manera independiente estas tecnologías, sin influencia directa de los humanos modernos. Este hallazgo amplía la evidencia de la capacidad de innovación de los neandertales en la Europa del Paleolítico Medio.
Este descubrimiento se suma a otros hallazgos recientes, como la punta de lanza ósea de 50.000 años encontrada en el yacimiento de Abric Romaní, en Cataluña, que también demuestra la habilidad de los neandertales para fabricar herramientas complejas a partir de hueso. Ambos casos refuerzan la idea de que los neandertales poseían una cultura material más sofisticada de lo que se pensaba anteriormente.
Estos avances en la comprensión de las capacidades tecnológicas de los neandertales invitan a reconsiderar su posición en la evolución humana, no como meros precursores del Homo sapiens, sino como una especie con habilidades y conocimientos propios que contribuyeron significativamente al desarrollo de herramientas y técnicas en la prehistoria europea.
