Las excavaciones en la antigua ciudad de Pompeya han revelado un lujoso complejo de baños termales en el interior de una domus perteneciente a un ciudadano de alta posición social. Este hallazgo, ubicado en la Región IX del sitio arqueológico, demuestra cómo la élite romana integraba el bienestar físico con la ostentación social. Según el director del Parque Arqueológico, Gabriel Zuchtriegel, los baños formaban parte de una elaborada puesta en escena que servía para impresionar a los invitados y reforzar la posición del anfitrión en la comunidad.
El esplendor de las termas romanas
El complejo termal descubierto contaba con las tradicionales salas de diferentes temperaturas: el caldarium (sala caliente), el tepidarium (sala templada) y el frigidarium (sala fría), todas en excelente estado de conservación. En el centro del patio porticado, se halló una espectacular piscina de diez metros de largo, que servía tanto para la relajación como para exhibir la magnificencia del propietario. Este diseño arquitectónico, inspirado en los gimnasios griegos, pretendía trasladar a los invitados a un entorno de refinamiento y cultura.
El salón negro: un símbolo de estatus
Conectado directamente con los baños, el llamado "salón negro" era el escenario principal de los banquetes organizados en la domus. Decorado con frescos de la guerra de Troya y revestido en tonos oscuros, este espacio estaba diseñado para evocar un palacio griego, símbolo de erudición y poder. Las cenas no solo servían como momentos de disfrute gastronómico, sino que también eran el lugar donde se cerraban acuerdos políticos y se consolidaban alianzas estratégicas.
Un gimnasio para la influencia política
Los investigadores creen que estos espacios cumplían una doble función: por un lado, ofrecían a los asistentes una experiencia de lujo y bienestar; por otro, se utilizaban para influir en la política local. Durante los eventos, el anfitrión buscaba ganarse el favor de figuras influyentes de Pompeya, impulsando candidaturas o asegurando respaldo en asuntos públicos. El hallazgo sugiere que la ostentación y la política estaban profundamente entrelazadas en la vida de la élite romana.
Las excavaciones en esta domus continúan, y los arqueólogos esperan descubrir más detalles sobre la vida cotidiana en la antigua Pompeya. Hasta ahora, se han encontrado frescos adicionales con escenas de caza y pesca, lo que podría indicar qué tipo de alimentos se servían en los banquetes. Además, se están utilizando técnicas innovadoras para preservar la estructura original del complejo, garantizando que este impresionante testimonio del pasado pueda ser estudiado y admirado por generaciones futuras.
