El pasado otoño, el creador de la serie de animación y manga Rurouni Kenshin, Nobuhiro Watsuki, fue acusado de posesión de pornografía infantil. Hoy los informes apuntan que ha sido multado con 200.000 yenes (unos 1.500 euros) por violar las leyes japonesas en relación a la pornografía infantil.
Los investigadores descubrieron varios DVD en la casa de Watsuki, localizada en Tokio. "Me gustaban las niñas de grados superiores de la escuela primaria hasta alrededor del segundo año del instituto", declaraba Watsuki a las autoridades.
Rurouni Kenshin debutó en 1994 y ha vendido más de 70 millones de copias. El anime se ha adaptado también a varias películas de acción real.