Sin tiempo para morir podría tener otro problema más allá del retraso cinematográfico y las enormes pérdidas millonarias causadas por sus constantes aplazamientos debido al coronavirus. El film de MGM debería haberse estrenado en abril de 2020, pero la pandemia de COVID-19 acabó trastocando los planes de los blockbusters más importantes, y la cinta comenzó a acumular retrasos que la han llevado hasta octubre de 2021, un año y medio más tarde de lo esperado, y quién sabe si no hay cambios de última hora. Con cada retraso, se genera cansancio y frustración entre sus miembros, y se empieza a vislumbrar otro problema: el de las licencias y los gadgets que se mostrarán en la película.
Hollywood, los emplazamientos publicitarios y los gadgets antiguos
Ya os lo contábamos en Vandal Random. Mientras las salas de medio mundo han colgado el cartel de cerrado y el streaming parece cobrar importancia -la propia saga James Bond ha explorado el concepto del vídeo bajo demanda-, los productores y los responsables de marketing empiezan a pensar que los contratos de emplazamiento publicitario queden desactualizados cuando se estrene la cinta en octubre. Ha sido el medio The Sun el que ha dejado caer, a través de una fuente anónima, que hay ciertos elementos que han quedado muy anticuados en el film, y que deberían haber sido muy innovadores dentro de las fechas habituales de estreno.
"Los detalles de los dispositivos y las cosas que saldrán se mantienen en secreto, pero todos saben que James Bond siempre lleva consigo el equipo más moderno", explican en el medio británico. "El problema es que algunas cosas de las que se mostrarán en el film eran los últimos modelos cuando se comenzó a filmar, pero cuando la película salga ahora, parecerá que Daniel Craig y todos los demás miembros del elenco están usando algo que se salió a la venta hace años", remarca. Sí, pueden exagerar un poco, pero hay una razón detrás.
En este tipo de producciones tan grandes, como en el caso de la saga James Bond, las principales marcas suelen diseñar campañas vinculadas a películas que ayudan a atrapar a los consumidores para que compren muchos de los objetos que salen en pantalla -el conocido emplazamiento publicitario-, y que además, ayudan a financiar este tipo de producciones. El ejemplo claro es el contrato de MGM y los productores de James Bond con Heineken y OMEGA, o con algunas marcas de tecnología.
"Que algo parezca antiguo no es realmente el objetivo de estos acuerdos, las grandes empresas de tecnología quieren que las estrellas tengan todos los nuevos productos emergentes para ayudar a promocionarlos y venderlos a los fans. Significa que algunas de las escenas tendrán que ser revisadas y editadas con mucho cuidado para actualizar las cosas", concluían. Habrá que ver cómo solucionan este problema, y más cuando en 007 se tiene por costumbre enseñar aquellos gadgets tope de gama. Dirigida por Cary Joji Fukunaga y con Daniel Craig como principal protagonista despidiéndose del papel que tanta fama le ha dado, se estrenará en octubre de 2021 en cines si todo va bien.