Se trata de uno de los temas más comentados, debatidos y viralizados de los últimos años. El llamado Snyder Cut de Justice League, la fallida película de DC y Warner Bros, un intento de reunir a los principales héroes de la editorial en una sola cinta al estilo de Los Vengadores de Marvel. De poco importaba el trabajo previo o el éxito parcial de algunos de los films previos: la versión finalizada no gustó a nadie. Los fans, cuando vieron el resultado final tras la salida imprevista de Zack Snyder de la silla de dirección lo tuvieron claro: querían ver la versión de su director original. Ahora, tras negaciones por parte de la productora, Snyder confirma, de nuevo, que su película original existe y que dura 3 horas y media.
¡Release The Snyder Cut!
La campaña en redes sociales, surgida tras el abandono del cineasta responsable de Watchmen luego de una tragedia familiar, pedía a Warner el lanzamiento del film con el montaje previsto en un principio antes de que Joss Whedon se involucrase y firmase por terminar la película con los designios de la productora.
Hace unos meses, el director de 300 y el propio Kevin Smith confirmaron que este montaje existía, aunque no estaba terminado del todo, y que ofrecía una visión más detallada y compleja de personajes como Batman, Wonder Woman o Aquaman. Los fans entraron en cólera al saber que Warner los había engañado, y pronto, los mismos actores del film, como Gal Gadot y Ben Affleck, incluso Jason Momoa, decidieron compartir imágenes inéditas del montaje, pidiendo a a la productora que recapacitara y diese luz verde a la película.
Aunque el responsable de El amanecer de los muertos ha confirmado que su Snyder Cut de Justice League existe y está convenientemente guardado en bobinas -como ha distribuido el director en la red social Vero- y tiene una duración de 214 minutos -¿Es real? ¿Existe? Pues claro-, parece que el coste de terminarla es inviable. De poco sirve que los actores deseen verla y hagan presión a Warner. Se cree que, si bien hay partes finalizadas y el montaje está en su mayoría terminado, el coste de terminar esta edición de cara al consumo doméstico global o incluso para un hipotético reestreno en cines llevaría a los productores a desembolsar un gasto extra estimado en 30 o 40 millones de dólares para el añadido de efectos especiales.