Permitir o prohibir comer en salas comerciales es un debate que lleva abierto desde hace eones. Los más puritanos prefieren gozar una experiencia cinematográfica plena, sin preocuparse por los olores o ruidos que pueden generar alimentos como las chuches, palomitas o nachos cuando se ingieren. Por otro lado, hay espectadores que relacionan el visionado de una película con comida, por lo que la guerra parece no llegar a un punto medio. Pero si bien en España nos quejamos cuando alguien entra en una sala con, por ejemplo, un perrito caliente, en China existen salas comerciales donde hasta se puede cenar tranquilamente mientras se proyecta un largometraje de fondo. Y no, no es broma.
En China hay cines en los que se puede cenar un hot pot mientras se proyecta une película: ¿Genialidad o locura?
Desde Espinof se han hecho eco de este fenómeno cinematográfico que tiene tantos seguidores como haters en todo el mundo. Parece ser que en China existen salas de cine donde es posible cenar un hot pot durante el visionado de una película. El hot pot es una de las comidas asiáticas más típicas que, en Europa, podría ser lo que conocemos como fondue: se pone una olla grande en medio de la mesa con caldo hirviendo y en él podemos depositar todo tipo de alimentos, como carne, verduras o pasta, para obtener el plato que deseemos. Es una especie de "yo me lo guiso, yo me lo como" tradicional en países como China. Esa olla suele desprender, generalmente, muchísimo vapor y muchísimos olores, puesto que hay mucha comida cociéndose, y requiere de planchas potentes que pueden ser un tanto molestas por el ruido que generan. Sin embargo, hay cines chinos que han pensado en todo y han dotado a sus salas de todo tipo de recursos para que los espectadores puedan comer a la par que disfrutar de un filme.
Parece una locura, pero hay espectadores realmente contentos con poder realizar estas dos acciones al mismo tiempo para gozar de la gastronomía y el arte cinematográfico al mismo tiempo. Este tipo de cines poseen sistemas de ventilación especiales y una iluminación muy cuidada; cada mesa tiene su propia lamparita para que los espectadores puedan ver sus platos sin perjudicar la proyección general (estamos en un cine al fin y al cabo). ¿Llegará esta moda a Europa?